12 DE AGOSTO: SUGAR DADDY o LA IMPORTANCIA DE SER GUAPO/A

Y un año más la gran experiencia vacacional no ha sido viajera sino gastronómica: anoche ( bueno a estas alturas ya anteayer por la noche ) Sex Machine, por compensar su no disponibilidad para viajar y llevarme de vacaciones, me invitó a cenar en el único restaurante con estrella Michelin de la ciudad. Fue la experiencia completa con maridaje de vinos incluido, el comedor estaba - por aquello de ser mes de Agosto - vacío, para nosotros dos solos y el camarero, un chulazo con barbitas encantador, también se dedicaba en exclusiva a nuestras personas... Que decir, yo que acostumbro a llevar sin pretenderlo un modo de vida bastante espartano y no suelo ser amigo de nada que implique sobrecargar el organismo de nada que lo haga trabajar en exceso, disfruté a pesar de ello un montón: de la fantástica compañía, de la noche veraniega, de aquel bien proporcionado barbitas dedicado únicamente a mi placer y satisfacción ( el camarero ) y del otro caballero dedicado también a mi placer y satisfacción cual si yo fuera una prometedora actriz rubia pechugona de los años 50 y él mi "Sugar Daddy" entregado a la tarea de darme gusto de todas las formas posibles...

Esto es un "quid pro quo" y para devolverle el detallazo el próximo sábado, ya el último de mis vacaciones, el hacer de "Sugar Daddy" me tocará a mi y seré yo quien le invite a una experiencia similar en el que posiblemente sea el siguiente mejor restaurante de la ciudad. No va a ser igual porque el nivel culinario no es el mismo ¡y porque seguro que no contaremos con otro chulazo con barbitas a nuestra disposición!...

...es lamentable reconocerlo pero si el camarero hubiera sido un señor bajito, regordete y con gafitas, por exquisitamente amable y profesional que fuera, no nos habría proporcionado el mismo nivel de satisfacción. A buen seguro el chef del restaurante, a la hora de hacer el "casting" para el puesto, también escogió en su momento a barbitas-guapito por encima de otros candidatos aún cuando sus méritos no fueran tan apabullantes como los de sus rivales. Y yo, a pesar de creerme un tío profundo y con valores que no cae en trampas superficiales como esta de "si está buenorro mejor", al final le doy la razón.

Una vez más se demuestra que si eres guapo/a, lo sigues teniendo más fácil, por lo menos para ciertas cosas. Y yo espero que el sábado próximo el camarero sea un chorbo enfundado en unos vaqueros ajustados con un trasero que nos haga quitar el hipo porque si no, la experiencia del sábado noche no habrá quien la supere jejeje.