viernes, agosto 22, 2014

ANGEL KITCHEN'S: HOY, TARTA SACHER ( I )


Una de las cosas a las que dediqué tiempo en estas vacaciones fue a mis proyectos culinarios, y una de ellas fue hacer el intento con la ¡"Tarta Sacher"!
Aaaah si, yo también flipo, porque así de primeras resulta un proyecto bastante peliagudo: hay que elaborar un bizcocho de chocolate, rellenarlo con una mermelada de albaricoque y bañar el conjunto con una cobertura de chocolate también. Todo un desafío, pero tras la maratón de "Masterchef" que también me he pegado estas vacaciones viendo los capítulos atrasados de la segunda temporada, estoy bastante crecidito y con ganas de demostrar que me ponen palote los retos complicados. De hecho una de las pruebas del programa -en no-sé-cual capítulo- era la elaboración de esta tarta, y si toda esa banda de inútiles cocineros aficionados fue capaz por lo menos de terminarla, yo no voy a ser ni muchísimo menos, ¡ja!

Notas culturales: la tarta Sacher ( Sachertorte ) se la inventó un aprendiz de repostería austríaco llamado Franz Sacher en 1832 para hacerle la pelota a un príncipe llamado Klemens Wenzel von Metternich, Ministro de Asuntos Exteriores del Imperio Austriaco y también Primer Ministro del susodicho Imperio Austriaco ( lo de acaparar cargos públicos para forrarse el riñón es una moda que viene de lejos ). El pastel debió gustar porque la fórmula se pasó en la familia de generación en generación y de hecho ha llegado hasta el Masterchef y hasta nuestros días...

Como siempre, me he documentado en profundidad estudiando diferentes recetas para encontrar la más fác...digoooo la más completa y estructurada, y por fin me decanté por la siguiente fórmula mágica.

Estos eran los ingredientes:

Para el bizcocho:
120 gramos de mantequilla
100 mililitros de leche
60 gramos de cacao
4 huevos ( de gallinas felices, por favor ) ( ah, y separadas claras de yemas, también por favor )
150 gramos de harina
2 cucharaditas de levadura
215 gramos de azúcar.

Todos en reunión

Como utilicé la famosa "harina bizcochona" del Mercadona que ya lleva la levadura incorporada, hubiera debido prescindir de la levadura, pero a última hora y dado que la bizcochona llevaba mucho tiempo en la despensa, pensé: "¿y si ha perdido sus propiedades bizcochiles y me sale un churro?"...total, que le añadí la levadura de todas formas, pero si tu harina bizcochona es de nueva adquisición imagino que no es necesario.

Ahora te propongo la siguiente dinámica de trabajo para organizarte tan bien como lo hice yo ( menos mal que no me ve nadie más que la progenitora y apenas empiezo se va a echar la siesta ):

¡UNO! Pon la leche con la mantequilla en el microondas y en posición de calentamiento ve derritiendo el asunto.........¡pero que haces, animal! ¡Posicion de calentamiento el microondas, no tu!


Segundo intento: con el microondas en posicion de descongelación -con la ropa puesta- vamos derritiendo la mantequilla poco a poco... y ya que nos ponemos, vas calentando el horno, ¿ok?

Mantequilla experimentando el efecto de la temperatura

¡DOS! Bate las claras a punto de merengue con la ayuda de tu amiga la "miniprimer" y el imprescindible accesorio de varillas, porque si no, pobres bracicos tuyos...

Sin él nada de esto hubiera sido posible

¡TRES! Guarda las claras merengueadas y con las mismas varillas -las yemas no son escrupulosas- bate las idem ( yemas ) con el azúcar hasta que blanqueen. Otra tarea que requiere accesorio electrónico o un biceps fornido...

Trabajando duro pero siempre con un poco de combustible, 
Sue Ellen ( el famoso "chupito de mora" ) 

¡CUATRO! Añade el cacao a la leche con la mantequilla, a continuación las yemas azucaradas y blanqueadas -con ternura, como si estuvieses en los prolegómenos de una sesión amatoria-, después las claras a punto de nieve -con más cariño si cabe, con movimientos envolventes de odalisca persa soltandose los velos ante el sultán salidillo de turno- y por fin la harina con la levadura, aplicando idéntico mimo.

Fase del proceso...ah, que esperabas una odalisca, jajaja...

A continuación lo pones en un molde silicoñado redondo ( hoy nuestro protagonista habitual se toma un merecido descanso )

Molde silicoñado para tartas...cáscaras, ¿qué hace ahí 
todavía ese chupito?¡ es el mismo, lo juro !

...lo metes al horno a 180º.

El asunto listo para sentencia

Yo calculé más o menos 45 minutos, con la ayuda del también famoso...

El archiconocido huevo medidor de la progenitora

Pero ocurrió un percance: a la mitad de cocción: me parecía que se estaba dorando demasiado por encima, cambié la posición para que recibiese calor solo desde abajo y seguí a mis asuntos...al cabo de un buen rato cuando me asomo descubro que cuando lo cambié de posición...¡LO APAGUÉ! ¡HORROR! ...¿qué hacer?...¿reaunudar la cocción?...¿dejarlo como está?....
Tengo unos momentos de dudas graves: primero lo meto, le doy caña, ( estamos hablando siempre de bizcochos en el horno, por favor, recuerden ) después al cabo de cinco minutos lo pincho y como parece que la aguja sale seca, lo retiro del horno y nos encomendamos a San Jordi Cruz.

En un programa de la temporada lo sacaron sin camiseta y la audiencia subió
ochocientoscincuenta puntos

Mientras en el horno se masca la tragedia, un ama de casa preparada como tú ya ha empezado con la mermelada: la fórmula que elegí de las husmeadas por ahí lleva

500 gramos de albaricoques
250 gramos de azúcar
1 limón.

Falta uno que ya estaba pelado en la cazuela

¿Como?...¿que eso no son albaricoques? Muy bien, te veo despierto. Eso es por la Segunda Inconveniencia del día: no es temporada ya de albaricoques, en el súper de al lado de casa de mi mami no los encontré, y ¡claro!, podría haber seguido buscando y dar con ellos en algún sitio... pero chico, después pensándolo me dije: "quien me manda pelar treinta albaricoques cuando puedo pelar cuatro melocotones que además están de temporada y me van a salir más ricos y mejor de precio?"
Así que ya lo sabes, yo utilicé MELOCOTONES, pasándome la receta de la tarta Sacher justo por ese sitio que estás pensando...


Después es sencillo ( aunque las mermeladas tienen su puntito jodido por el rollo de las pectinas, el azúcar y la madre que las parió y no sé si hago bien aplicando la misma receta a los melocotones que a los albaricoques ):
¡UNO!: lavas, pelas y troceas los melocotones y los pones en una cazuela a cocer con 2 cucharadas de azúcar y el limón en rodajas hasta que se deshaga la fruta ( el melocotón ).

A punto para el calentamiento...eh, deja los pantalones quietos

¡DOS!: sacas el limón, añades el azúcar, remueves para que se disuelva y lo cueces casi sin remover hasta que veas que eso parece una mermelada y no una compota. Según dice, el punto se ve si pones una cucharadita en un platillo, lo inclinas y la gota de mermelada se arruga un poco en superficie y se resiste a caer.

Mi mermelada haciendo chup-chup

Para que no sea excesivamente tedioso vamos a dejarlo en ese momento, porque además hay que dejar reposar todo ( mermeladas, bizcocho ) para al día siguiente pasar a la segunda y más cómoda fase del relleno y cobertura.
Mi bizcocho no estaba nada halagüeño de aspecto, ¿nos encontraríamos ante un desastre de proporciones mayúsculas?...

Bizcocho casi declarado zona catastrófica

Nota de última hora: No es buena idea ponerte a redactar la crónica de tus experiencias mientras se cuece la mermelada porque puede ocurrir que se te....¡QUEME!...pero fue un poquito solo, ¿eh?

Mozo sofocado con la confitura saliéndosele de madre

To be continued

PD terrorífica: durante la cocción deje olvidado el Famoso Huevo Medidor de la progenitora sobre el horno y el golpe de calor que soportó durante el proceso terminó por causar daños sospecho irreparables en sus delicados mecanismos internos. De hecho costó un huevo propiamente dicho despegarlo de ahí encima, ufff... 
...creo que le debo a alguien un huevo.