lunes, octubre 07, 2013

LA SEÑORA QUE PINCHABA LAS RUEDAS DE LOS COCHES CON LA MENTE ( 1 )

- La iniciación -

Mi nombre es Eudivigis, pero mis amigas me llaman Udi.
Tengo 77 años y no ha sido hasta hace poco que he descubierto algo: no soy una jubilada jodida y amargada más.
He descubierto que tengo poderes. 
Para ser exactos, UN poder.
Esto ha sido una convulsión total en mi vida, a estas alturas en que lo más emocionante que me pasa a la semana es ir al ambulatorio a por recetas para que no me duelan tanto la media docena de cosas que me duelen o comentar con Sole y Reme ( mis dos amigas a muerte ) las últimas noticias del "Hola". Ese mismo Hola que podemos leer gracias a la suscripción vitalicia que le tocó a Reme en un bote del Colacao, porque si no no podríamos permitirnos el lujo de gastarnos nuestra mierda de pension en revistas del corazón.
Sí,amigos, sí. 
Cuando eres vieja y no tienes pasta, pasas a pertenecer al colectivo que yo llamo de "Las Mujeres Invisibles" y eso no es por otro super poder, no: realmente somos invisibles. Llegada cierta edad y en las condiciones en que nos encontramos Sole, Reme y yo, la gente deja de verte. La mayoría en general acostumbra a confundirnos con el mobiliario urbano, como si el tener puesto un par de viejas en cada banco fuese una idea de algún ingenioso concejal del Ayuntamiento, y no sé si se piensan que por la noche pasa una furgoneta municipal a recogernos a todas para meternos en un almacén y volver a colocarnos otra vez por la mañana, ¿qué te parece?...Quizás la más visible de las tres sea Sole porque desde que tiene menos pelos en la cabeza que yo en el trasero, se ha calzado una peluca tirando a anaranjada que no sé de donde la ha sacado pero cuando se pone ahí al lado del banco en que nos sentamos Reme y yo ( de pie porque si se deja caer en el banco luego hay que levantarla y ni Reme ni yo estamos ya para ciertos esfuerzos ), pues cuesta hacerla pasar desapercibida y que los hijoputas de los chicos no la digan groserías.
Las tres estamos viudas, felizmente. Felizmente porque los hombres envejecen aún peor que las mujeres y llega un momento, amiga, que hay que dejarlos partir y que la dejen a una tranquila porque a estas edades bastante tienes con cuidar de ti misma como para además tener a un viejete fastidiado en casa. 
Llámame cruel, pero al final con los años una se tiene que volver práctica, es un código de supervivencia, y si mi Paco que en paz descanse no hubiese palmado hace cinco años, creo que ya habría palmado una servidora. Ahora como dice el chiste, él descansa y yo también.
O descansaba hasta ayer.
Mi pacífica existencia de coliflores hervidas, pechugas de pollo a la plancha y tardes en el banco de enfrente del portal con la Sole y la Reme se vio bruscamente interrumpida cuando fui consciente del Poder...
...no sé si es algo que he tenido siempre o se me ha manifestado ahora. Cosa del Señor creo que no es, porque yo siempre he sido roja y atea, y en el caso de que exista no creo que recompensase mi vida pecadora con un don. Ha aparecido no sé cuando y no fui consciente de él hasta ayer.
Iba yo del brazo de la Sole a cero-coma-cero-cinco kilómetros por hora ( ya conté lo de su artrosis ) camino del supermercado a pertrecharnos de yogures para aligerar el tránsito intestinal y un repollo con el que arreglar la comida de media semana, cuando al ir a cruzar el único paso de cebra que tenemos en el trayecto,  ¡ZOOOOM!, un hijoputa nos esquiva habilmente en mitad de carretera con la música a tope y haciendo que se me zarandeen los pelos del bigote.
"PERO SI SERÁS CABRÓN" dije haciendo que la Sole se consigne (...no...¿es "insigne"?...¡persigne! ), porque ella sí es apostólicaromana y todo el santocopón, y me suelte:
"Udi, hija, que mala te estás volviendo con la edad"
y yo que miro el coche del cabrón así como con rabia reconcentrada y de pronto se oyen cuatro "¡FLAP!¡FLAP!¡FLAP!¡FLAP!",y  las cuatro ruedas quedan reventadas de repente  y el coche tuneao del muy hijo de perra se da de narices con una farola y la echa abajo.
"¡Virgen Santísima, Udi!" ha exclamado la Sole aprovechando la ocasión para pararse un rato "¿no has traido el movistar para llamar a las emergencias?"
Mi única hija, que vive a 800 kilómetros de aquí, tiene una única hija también, una niñata insolente que me trata cual si una fuese tonta de babeo: me rasca la coronilla como si yo fuese su gato y no su abuela, me llama "Agüe", ya sabes, la parafernalia esa de la nieta ideal y tal. Y no es del todo mala chica porque siempre me manda alguna pijada por mi cumpleaños y la última idea fue un teléfono móvil con seis teclas de tamaño gigantesco con seis números memorizados para si me pasa algo poder llamar a mis seres queridos. Como no soy del todo jilipollas he entendido como funciona el aparato y he borrado los que ella me había  metido colocando en el uno el 112 para llamar a la ambulancia si me da un jamacuco ( mucho más efectivo que llamarlas a ellas ya que van a tardar un día en llegar ), en el dos el radiotaxis, en el tres el centro civico donde vamos a perder el tiempo las Mujeres Invisibles a hacer cestos, ceniceros de escayola y otras estupideces parecidas, y por supuesto también metí el número de la Sole y la Reme, ¡claro!. Todo un inventazo,  solo le faltó regalarme una correa con la que enganchármelo a la faja para no dejarme el chisme siempre en casa...
...así que le digo a Sole
"No hija se me ha vuelto a olvidar. Anda y vamos que a este paso va a ponerse el sol y va a volver a salir antes que volvamos con los yogures y el repollo."
...y te puedes creer que no hemos acabado de cruzar esa carretera de dos carriles tras habernos detenido un segundo para ver el accidente cuando otro hijodeputa nos pasa rozando el culo y vociferando encima por la ventanilla abierta "QUE HAY QUE MOVERSEEEE VIEJAAAAAS"
Ha sido instantáneo, me he vuelto a mirarlo con toda mi ira reconcentrada y de repente...
¡FLAPFLAPFLAPFLAP!
...las cuatro ruedas que se le revientan, se da con una furgoneta que estaba aparcada y ya sí que se lía una cojonuda con el tráfico cortado en los dos sentidos, gente gritando, los conductores tontolculo de los coches  averiados dando gritos y por supuesto enganchados a los telefonitos móviles de los cojones llamando a Cristo Jesus o los Apóstoles no lo sé, mientras la Sole y yo ahí petrificadas en mitad del paso de cebra no damos crédito a lo que ocurre.
"Que está pasando" dice la Sole con la peluca peligrosamente ladeada, luego de repente me mira con ojos desorbitados y me dice "¡HAS SIDO TU!"
"Pero que dices hija, ya te has vuelto a pasar con el anisete matutino que te sienta fatal para la tensión y la diabetes" la digo aparentando frialdad, pero he sentido algo y la Sole quizás por ir enganchada de mi brazo también lo ha sentido. "Vamonos al super de una vez o te dejo aquí y marcho sola" termino por decir.
...sin embargo, y aunque eso la convence para seguir andando, me digo a mi misma que antes de irnos tengo que hacer el experimento completo y me concentro: veo el coche de la pasma que ha acudido en un plis-plas a ver el jetazo que se ha dado el primer idiota, lo miro así como queriendo hacerlo, no sé como explicarlo y de repente...
¡FLASFLASFLASFLAS!
...Sole ya  no se da cuenta del numerito que montan los maderos mirando las cuatro ruedas pinchadas de su carro diciendo tacos y dandole patadas como si el pobre coche tuviese la culpa.
...no, la culpable era yo...
...y que te voy a decir: el sentimiento del poder me ha provocado un tremebundo escalofrío de placer recorriéndome la columna. He sido yo, sí, y eso me llena de un espantoso regodeo y una enorme satisfacción.
"Vaya con la vieja" me he dicho conteniendo una risa feroz "Os vais a enterar."
Cuando he empezado a silbar y a sonreir al mundo circundante como un coyote, la Sole se ha echado a temblar...