La verdad es que a pesar de mis muy optimistas deseos de juerga y a pesar también de que he hecho todo lo que he podido para darle a la fiesta y al relax, con todo y con eso el asunto de la situación sanitaria actual ha sido complicado de pasar por alto... ("¿Y qué te esperabas, so melón?...Que esto es una pandemia, no una tendencia de bañadores marcapaqueteros que puedas ignorar aferrandote a tu meyba de pata larga del último milenio" )... y ha marcado ¡claro! el aire y el carácter de unas vacaciones diferentes.
Como David me apuntaba en uno de los comentarios, la cuestión era tratar de compaginar el disfrutar y seguir viviendo a la vez que se intentaba ser responsable y prudente con uno mismo y con los que te rodean. Un equilibrio no imposible pero sí complicado, y bastante incompatible con el despendole total que tenía previsto yo llevar a cabo...
Aún así el balance final es positivo, he pasado muy buenos ratillos y he estado en todo momento acompañado de música estupendísima que, a sugerencia de mi otro también querido Hotdardo, comparto aquí para deleite del tímpano de la concurrencia. Música tan positiva y dicharachera que va a hacerte olvidar los montones de virusillos que te esperan ahí fuera con los brazos abiertos deseando hacerte la vida imposible como no seas cauto, así que ¡haz el favor! y ¡cuídate, coño!. Aunque solo sea para librarnos de este trabalenguas en que se han convertido nuestras vidas en las que empezamos desescalando el confinamiento y ahora resulta que estamos desescalando la desescalada y dando "p,atrás" como un crústaceo decápodo cualquiera...
Un abrazo y feliz tránsito de Agosto a todos.