martes, agosto 06, 2013

VIAJE AL PLANETA CHULAZO ( XI )



( Palacio de la Presidencia del Cinturón Tropical, Planeta Chulazo.
 Diario de la Doctora SweetBunny )

Mi querido diario:

Hace dieciseis horas que hemos sido recibidos en el palacio presidencial con todos los honores, flanqueados en nuestro avance sobre la alfombra roja por un pequeño ejército de tíos ¡en tanga! con peinados de peluquería, yo diría que casi todos ellos embadurnados de aceite y luciendo una pavorosa sombra de ojos.
Al final del pasillo nos esperaba el presidente FatCock, una locaza de narices que ataviado solo con una túnica semitransparente vergonzante y unas sandalias doradas ( "hace un calor que-te-torras, ¿eh querida?" me ha dicho el muy idiota utilizando uno de esos chistes antediluvianos que yo creí habían desaparecido ya de los circuitos siderales ) nos ha dado la bienvenida y sin demasiada parafernalia nos ha mandado a nuestros respectivos dormitorios con el consejo de que nos pusiésemos elegantes para la cena de gala que iba a celebrarse en nuestro honor.
Por fortuna -era nuestro principal temor- no ha hecho ni caso del teniente BigTail que era acarreado entre el sub-oficial Oil-leak y uno de sus hombres apestando a alcohol, ni tampoco hemos oido la menor mención sobre lo que podría estar pasando en la playa donde quedó la Kylie III, así que Ken ha podido llevárselo a su dormitorio donde podrá seguirlo besuqueando y espero mantenerlo neutralizado...creo que nuestro estúpido piloto se ha enamorado del alienígena, otro más de sus enamoramientos momentáneos como cuando se colgó de aquel androide encargado del recambio de papel higiénico en los inodoros que vete a saber porqué estaba dotado con un pene articulado de veinticuatro centímetros y al que al final tuvimos que dejar abandonado en una estación de servicio intergaláctica porque ya NO podíamos aguantar otra pelea de histéricas más.
En cuanto a lo que he visto de Planeta Chulazo...en fin, nos ha tocado el Cinturón Tropical, que al parecer es una interminable sucesión de lujuriosas selvas e interminables playas con una temperatura media anual de 25º, precipitaciones nocturnas y nubes enormes de mosquitos de las que por fortuna están aislados los núcleos urbanos por un campo de fuerza anti-dípteros. La capital del Cinturón, en donde nos encontramos, no es nada grandilocuente: una gran mancha de casas blancas de una o dos plantas entre las que machos de todos los tamaños y constituciones anatómicas casi perfectas bailan, cantan, beben y en determinados momentos incluso copulan, todo ello a plena luz del día.
El palacio de la presidencia es el edificio más grande, un edificio con pretensiones lleno de columnas, cúpulas doradas y eso sí, una colección de estupendas habitaciones con maravillosas vistas al océano desde una de las cuales escribo ahora, sentada en una terraza y escuchando el rumor del mar en la distancia.
Todo aparentemente precioso, sí, sino fuese por esta sensación de estar viviendo un permanente día del orgullo gay cada vez que miro a cualquier sitio. No entiendo que en la Tierra continúe celebrándose esa práctica primitiva cuando hace catorce siglos que las prácticas homosexuales están admitidas y socialmente aceptadas, pero al menos allí es UN día, este desfile continuo de mariconerío acaba desquiciando mis hormonas femeninas...
...tampoco la rata de a bordo, el capitán DeepHole, lleva demasiado bien lo que artísticamente ha definido como "la sensación de aislamiento que produce vivir en un planeta donde todo el mundo fornica de manera diferente a la de uno mismo". Con tan pobre excusa ha intentado colarse por dos veces en mi cuarto, las dos veces desnudo de cintura para abajo y esgrimiendo un poco apetecible miembro semi-erecto que agarraba y zarandeaba como si fuese el mango de la batidora, me supongo que tratando de estimular mi líbido...en el fondo me da hasta pena a ratos, el pobre jilipollas...
...la tercera vez ha llegado y me ha susurrado desde el otro lado de la puerta, a lo cual me he plegado porque no era necesario verle su expresión concupiscente..
"Penny" ha dicho "¿cuando se cena aquí?"
Le he respondido -con bastante educación teniendo en cuenta las dos visitas anteriores- que no era de mi interés y que de hecho si me dejaban solo pretendía dormir hasta que pudiésemos recontactar con la Locomotion XXXIV.
"He pasado por la habitación de Oil-Leak" ha susurrado a continuación "¿puede creer que estaba ahí dormitando agarradito al tío ese de la limusina?...Pen, me preocupa que en un momento dado pueda olvidar cual es su bando y termine vendiéndonos al enemigo. Estos maricones pierden el Norte cuando les ponen un rabo por delante y joder, hasta yo desde mi perspectiva neutral reconozco que el alienígena tenía un trabuco impresionante."
Ahí estaba él, demostrando que catorce siglos de igualdad de derechos y normalización para las parejas entre organismos del mismo sexo pueden irse a tomar por el culo en un segundo gracias al pico de oro del capitán de nuestra astronave.
"Capitán, si lo que quiere una vez más es que abra la puerta para follar usted y yo juntos, pierde el tiempo" he terminado por decirle porque cada vez que ese hombre abre la boca ofende mi sensibilidad e insulta mi inteligencia "Y si lo que le preocupa es la lealtad del suboficial Oil-Leak hacia nosotros, háblelo con él, y si no queda tranquilo, pórtese como los machos, tal como le dijo también a él. A fin de cuentas no sé muy bien para qué narices queremos un piloto en una astronave con una computadora central que tiene todas las rutas memorizadas..."
...vale, estrictamente no estaba diciéndole que se cargase a Oil-Leak, solo quería quedarme tranquila y sobre todo que me dejase tranquila, ¿vale?...no soy una asesina, una zorra sin escrúpulos ni nada por el estilo, pero ahora que todos mis sueños de gloria con la Dulcilepus arachne se han ido a la mierda, lo único que quiero es volver cuanto antes sana y salva a casa.
En mi bolso de maquillaje -que evidentemente esta banda de bujarras ha considerado elemento indispensable en el equipaje de cualquier persona y no se han molestado ni siquiera en inspeccionar- llevo el intercomunicador que manda la señal de auxilio a la Locomotion XXXIV, el que la dirige a nuestra posición y además me permite entrar en contacto con esa mega-zorra de Jayne. En la última transmisión se había acercado tanto ya que he podido recibir en mi suite hasta el holograma de esa super-puta preguntándome si quería una fiesta privada entre chicas o si nada más solicitaba algún aburrido dato de posición más. He aprovechado para mandar directo a su cerebro de chocho húmedo media docena de antivirus destinados a devolverle su modus operandi normal y terminar con ese rollo fulanero, veremos que sucede...
...entre tanto mi corazón late acelerado y contento, porque según se pone el sol en el horizonte veo aparecer entre una bruma rosada a Luna Spider, esbozando casi una sonrisa en su esplendoroso y obsceno plenilunio.
Voy a hacerme la coqueta y a colarme en los aposentos del capitán. Creo que en breve sí lo vamos a pasar en grande....por lo menos yo!!!
Finalizadas transmisiones de hoy.
Corto y cierro.