sábado, mayo 19, 2012

DISTANCIA




No me gusta la distancia entre tu y yo.

No me gusta y sin embargo, sucede..

Y ¿que vamos a esperar? los tiempos que corren son duros y grises, no hay lugar para romanticismos y el simple hecho de vivir muchas veces ya nos exige mil distancias al margen del amor que nos hacen sentirnos diminutos a la hora de cruzar.

Las distancias en ocasiones se hacen mínimas y atravieso nuestra casa dando solamente un paso para a continuación caer entre tus brazos, pero a veces los pasillos se alargan hasta el infinito como en las películas de fantasmas y me veo corriendo por el oscuro corredor hacia una puerta que no llego a alcanzar nunca.

Cuando te pierdo de vista al final de esos oscuros pasillos, me pregunto si la injustificada ternura que siento por todo lo que te concierne tiene en realidad razón de ser o es justo eso, injustificada.

Y da igual.

Porque aunque sé que casi nunca es culpa nuestra lo que acontece, a pesar de todo me siento responsable de ti.

De ti, que eres tan fuerte y no necesitas de nadie...

...pero me siento responsable, sí, y quisiera abrazarte, evitar que nada te hiciera daño, quisiera retirar de tu camino todo lo que te haga tropezar y conseguir que sonrías sin esfuerzo al levantarte cada día, barrer de tu camino la sombra de la desdicha, y que te descubras siendo feliz sin habértelo propuesto.

Porque te quiero y cuando al despertar cada mañana miro dentro de mi corazón, siento este amor como si fuese nuevo...

¿Todo esto quiere decir algo?