sábado, agosto 05, 2006

UN ANGEL EN LLAMAS, 9ª PARTE.


...con la vuelta al trabajo y la nocturnidad he estado un poco ausente... además este capítulo me ha resultado un poco complicado, no sé, tenía el fondo pero la forma no me convencía...al final lo dejo así porque sino no lo sacaré nunca.
Una vez más la fotografía, de JoeTry. Gracias, vuelve pronto.

LOCOS DE AMOR

...no recuerdo haber sentido así nunca...

...a los 18 años tuve una gran novia llamada Anne-Marie, que se sentaba sobre mi y me abofeteaba con sus pechos gritando: "¡ Dioooos! ¡Me vuelves loca, Joe!"... entonces yo solo tenía 18 años y perdí del todo la cabeza con aquella historia de amor y deseo. Anne Marie tenía un enorme marido alemán llamado Hans ( ¿como todos los alemanes?) que llegó a perseguirme con una escopeta por las calles de mi ciudad natal y no cejó en su empeño hasta lograr atizarme un perdigonazo de sal en el culo... aún así yo seguí maullando bajo la ventana de AnneMarie, tuve que encontrarla un día en brazos del repartidor de bombonas de butano en un actitud nada decorosa para comprender que aquello había acabado. Me tiré seis meses escribiendo poemas de amor sobre los pechos de AnneMarie, cosas cursis del tipo " grandes como el Kilimanjaro, calientes como vagones de metro sin aire acondicionado "...

... bien, pues ni siquiera entonces sentí lo que siento cuando veo a Ray llegar montando a Benny después de dejarme todo el día con la única compañía de Jennifer . Jennifer, la primera yegua homófoba de la historia que, cuando me oye suspirar, contrae los belfos y resopla diciendo sin duda: "...mariquita...".
Es algo, tan sencillo y a la vez tan dificil de explicar...
En mitad de un cielo azul perfecto, surge un pájaro, y pienso en Ray.
Veo un tallo de hierba seco arrastrado por el aire, me vuelvo hacia él que también lo contempla y me sonrie.
Los días se llenan de momentos mágicos. Apenas comemos, porque al llegar uno u otro al campamento ya nos esperamos con hambre famélica, pero es hambre de abrazos, de besos, de amor, y cuando nos acordamos de la lata de alubias ya se ha quemado o Jacko ha dado cuenta de ella... estamos flacos como perros abandonados pero eso no disminuye nuestro deseo, nos enroscamos uno sobre otro, nos clavamos las costillas y los huesos, pero al terminar no necesitamos más, reposar la mejilla sobre el pecho amado, sentir los latidos de ese corazón contra el rostro y comprobar como poco a poco se van sincronizando con los tuyos...

Esta noche antes de irse le he dicho:
- Eh, chico, no seguirás pensando irte a Milwaukee.
El ha sonreido, bello como un atardecer, desnudo ante mi, tan solo con un slip blanco cuya unica función es el hacerme desear quitárselo cuando se lo veo puesto.
- Y donde quieres que vaya entonces.
- No se, es que no me veo con tu familia en Milwaukee, la verdad.
- ¿Y? -dice riendo-.
- ...pues que tampoco me veo sin tí en ningún sitio.
Me abraza, me llama "amor" y aunque Jennifer resople en la sombra, me derrito en sus manos.
- Pero donde quieres ir, Joe... hay poco futuro por aquí para dos tíos solos...
- ¿Por aquí? ... ¿Y quien quiere quedarse aquí? ¡ Vamonos lejos! Que joder, ¡vamonos a California! Ni ovejas, ni vacas, solo playa, sol, es otro mundo, otra vida. Empezar desde cero, ¿recuerdas?
- Vaya, no es mala idea -contesta con ojos maliciosos- Echo de menos esos ojitos azules de Brad, quizás le veamos por allí...
Eso me mosquea bastante, le agarro por el cuello, logro tirarle al suelo y sentarme a horcajadas sobre el, sujetándole las manos.
- Ah, sí... y qué ibas a hacerle a Brad-ojitos azules si le pillas...
- No sé... follármelo como a ti, quizás -dice en voz baja queriendo retarme, pero ya noto nublarse sus pupilas a la vez que aparece una cierta tensión en el calzoncillo sobre el que estoy sentado. Me acomodo sobre esa repentina dureza, colocándola entre mis nalgas y continuo sujetándole duro, aunque con el corazón desbocado por el deseo. El jadea- ...¿te gustaría verlo, Joe?... Quizás sí...
- Idiota - murmuro acercándo mucho mi rostro al suyo hasta quedarnos casi nariz contra nariz - Nadie va a quererte como yo, ¿ o es que no lo ves ?
- Nadie -responde él y me estrecha contra sí-.

...son momentos mágicos que vivo cada día, que no me hacen pensar ni en el ayer ni en el mañana...

...pero el viento ha cambiado, el aire cálido del sur se ha sustituido poco a poco por un otro más fresco que viene a veces del Norte, a veces del Oeste, haciendo desfilar sobre nuestras cabezas nubes blancas de dimensiones cataclísmicas.
"Viene con las nubes", lo dijo el indio, y aunque estoy exhausto de amar y a la vez no dejo de querer más, aunque parece que en mi vida no queda espacio para pensar en otra cosa, lo siento...

...algo se acerca.

La montaña está cubierta de velos blancos desde por la mañana, Jennifer cabecea hoy malhumorada durante todo el trayecto (aunque eso es su estado natural) y Jacko arrastra su organismo hacia los pastos sin su proverbial dinamismo. No es solo que esté más gordito, también le afectó su incursión apache en el mundo de los fármacos psicotrópicos y no me ha vuelto a mirar con igual confianza. Caray, solo intenté abrirle nuevas perspectivas, convertirle en un privilegiado en el mundo canino, un pionero en su raza dentro de la psicodelia... "es un perro sin horizontes", medito mientras subimos los tres a los pastos procurando recuperar mi tradicional sentido del humor, pero en el fondo me pregunto qué es lo que me preocupa en realidad, si la pseudo depresión de Jacko, si es cosa del esfuerzo insuperable que me cuesta despegar mi cuerpo de Ray por la mañana o si es algo más...

Paso el día con las diversiones típicas de los vaqueros montañeses:

...tiro palos a Jacko, algo que no parece cansarle nunca, ni siquiera durante su actual crisis de identidad...

...practico juegos como " a ver quien escupe más lejos " o " a ver quien mea más lejos ", que siempre gano ( porque Jacko "no entra en baza", como se suele decir )...

...me duermo...

...chincho a las ovejas un poco. He descubierto que si tiras una piedra a una, todas se miran con cara de decir " yo no he sido " , lo cual tiene su gracia un rato, pero no mucho.

...me duermo otra vez...

... cuando despierto la tonalidad del día ha cambiado, me pregunto si se acercará la hora de bajar y enfoco los prismáticos hacia el campamento buscando la figurilla de Ray. Primero le diviso a él, con el torso desnudo, mira a alguien y gesticula. Ese "alguien" es una persona a caballo que no logro distinguir desde donde estoy, pero me causa un inmediato desasosiego por si es lo que llevo barruntando todo el día.
Paso de las ovejas, agarro a Jennifer y cabalgo más o menos hasta mitad de camino... allí hay una roca alta y fácil de escalar con una pequeña plataforma en lo alto, es una especie de torre de vigilancia natural que descubrí hace unas semanas. Cuando me canso de contar borregos voy hasta allí y espío a Ray en el campamento... a menudo no veo nada: duerme, afila palos, la montaña es, como yo auguré en su momento, limitada en diversiones.También hay ratos en que se pasea desnudo por allí abajo y es cuando yo me lo paso bien. Un día pude verle masturbarse tendido en la hierba y yo le acompañé sobre mi piedra que ardía por el sol, elucubrando mientras me retorcía en quién pensaría mientras se lo hacía a sí mismo... ¿quizás en cierto encantador caballerete que en ese momento él creía meneando ovejas en las praderas?...
...hoy mi ánimo es menos libidinoso, algo me dice que hay un punto de inflexión en el verano y no podemos hacer detenerse la corriente de los acontecimientos.
Cuando cojo los prismáticos y veo el panorama, el corazón se me detiene un momento en el pecho...
... es Brad, joder... ¿no decían los indios que no debe mencionarse al tigre cuando se cruza la selva?... Brad, el encantador morenito de ojos azules al que rompí la nariz y metí en bolas en un saco para lanzarlo a la fama, a la tierra de las oportunidades, California, donde nunca llueve como decía la canción... Brad, que debería estar forrándose con el negocio de los pollos hoy esta ahí, habla con Ray que pone gesto de desconcierto y señala constantemente a los pastos, encogiéndose de hombros.
Ray es un chico sencillo, supongo que es mucho pedir una ocurrencia ingeniosa como "nooo, chico, vine a cuidar las ovejas con esa camarera pechugona que se parece a Dolly Parton, ja-ja, menudas juergas nos corremos aquí arriba"... por la forma en que Brad contempla los pastos sé que no le ha dicho nada de eso. Espolea su caballo y echa a trotar despacio hacia donde yo estoy.
Coño-coño-coño. Casi me abro la cabeza bajando de mi roca-espía a toda velocidad, monto en Jennifer y la muy hija de su madre emprende un alegre trote al campamento.

- ¡No! -susurro-...llevame a los pastos... a donde quieras, al lago Tahoe, a las cataratas del Niágara, a Central Park, donde te de la puta gana, pero a-llí-a-ba-jo-ni-ha-blar...

Tiro de las riendas con fuerza y Jennifer emite un sonido gutural que significa:
"La vamos a tener..."
Aún así se detiene en seco.

- ...Jenny... mi pequeña y dulce Jenny... la alegría de papa... dime que vas a ser buena y obedecerás a Joe. Somos practicamente colegas, a que sí... -de pronto pierdo la templanza y siseo- ...súbeme a los pastos, maldita furcia...
Es oir la palabra "furcia" y Jennifer parece haber sentido un tábano introducirse en su oreja, relincha como el caballo del Zorro y se lanza a un galope salvaje durante el cual solo puedo cerrar los ojos y pedirle a Dios que a pesar de ser yo la más descarriada de sus ovejuelas, me permita caer en sitio blando una vez más...
Esta putilla sigue un camino predeterminado, parece que se ha dedicado a hacer turismo por la montaña cuando nadie la veía, escoge una ruta intermedia, ni hacia Brad ni hacia el rebaño, es una carrera monte a través en la cual pierdo el sombrero, me araño la cara, casi dejo los dientes contra una rama, diría que estamos subiendo, luego hay un gran espacio abierto, cielo, montaña y...
¡La cascada!...
Salgo volando y caigo al vacio dando vueltas, con el relincho victorioso de la maldita Jenny resonando en mis oidos.
"¡Adios, mariquita!"
El impacto con el agua helada y azul es tan fuerte que por un segundo pierdo la conciencia, solo el frío logra que me recobre, doy una patada y salgo a la superficie.
No es una cascada, es un punto del río donde Ray y yo nos estuvimos bañando en pelotas hace unos días. Aquí pude comprobar la elevada capacidad pulmonar que requiere una felación submarina satisfactoria y lo enloquecedor que resulta querer follarte a alguien en un sitio donde no haces pie... ese día arrastré a Ray hasta la orilla, donde apenas había dos dedos de agua y en el fondo un limo marrón y verdoso... allí nos revolcamos, yo sobre él y él sobre mi, me comí su cuerpo envuelto en esa película resbaladiza y él me devoro a mi, patinamos el uno sobre el otro como trineos por una pendiente, siempre hacia abajo, hacia el centro de nuestro placer...
...en ese mismo lugar donde hace tan poco yacía abrazado a Ray, cubierto de saliva, esperma y barro, me encuentro ahora vestido, mojado, aturdido y sobre todo acojonado.
No hay nada que contarle a Brad, ningún rollo que pueda disuadirle de querer pegarme un tiro o partirme la cabeza. Hasta yo mismo lo entiendo, lo del camión de pollos fue una putada... no debí hacerlo...
"...pero si no lo hubiese hecho, no habría conocido a Ray, así que, jódete Brad, y procura pillarme tú a mi antes de que te pille yo a ti. "
La zorra de Jennifer me ha tirado al río con el macuto a la espalda... se que no es el momento más oportuno, pero ya sabeis como somos los tios con adicciones, necesitamos algún pequeño estímulo para creer en nosotros mismos, recuperar nuestra confianza, todo ese rollo... la cuestión es que prefiero enfrentarme a Brad acompañado por Julie y su burro que yo solo sin protección mística de ningún tipo, lo cual me lleva inevitablemente a sacar mi frasco de "trompazos"... con el remojón han formado una pastita azul en el fondo, tengo que sumergir el dedo allí y metermelo en la boca porque no me atrevo a beber a morro después de haber experimentado ya la sobredosis ya mientras subíamos a la montaña la primera vez.
"...vamos, Julie, oráculo de la montaña, enséñame la luz, dónde está el camino... "
Algo ocurre, la humedad debe haber tenido efectos negativos sobre los "trompazos" porque en lugar de Julie aparece el capitán Von Trapp con sus siete hijos, sí, ese hombre que desconoce el significado de términos como "planificación familiar", "preservativo" o "hoy no, cariño, me duele la cabeza"... el mismo que logro hacerle todos esos hijos a su pobre esposa antes de acabar con ella para luego pretender conseguir canguro gratis con las monjitas y así poder andar tonteando con una rubiaca impresionante... ese, ese mismo que después se beneficia a la novicia que las monjas le ponen de niñera, ese es el que está con sus siete retoños y la guitarra de Julie, sentados a la orilla del río y luciendo sonrisas beatificas en el rostro...

... a quien quieres engañar, Von Trapp, no a Joe, desde luego...

"Edelweiss, edelweiss, every morning you greet me.
Small and white,
Clean and bright,
You look happy to meet me. "

... por Dios, Julie, donde estás, ¿depilándote las piernas?...

Mojo otro poco la yema del dedo en la papilla de trompazos buscando algo más de iluminación...
...de pronto el más pequeño de los niños corretea hacia mi alborozado y dice:
- ¡Guau, guau!
...es demasiado, logro enfocar la visión en pleno chute y veo a Jacko practicando en esta ocasión el número de "perro-de-circo-equilibrista"sentado sobre su cada vez más rellenito trasero y haciendo aspavientos con las patas delanteras...

Cielos, que monstruo he creado...

Jacko quiere su "trompazo"... ¿pero qué ve él con su dosis de psicotrópico, a la perrita Lassie en tanga cantando "I'm going bananas"?
Bueno, me digo, es un perro de la calle, quien sabe lo que hizo antes de conocerme a mi, quizás tenía adicciones múltiples ya y solo recogí a un paria de la sociedad canina, un perro que precisaba un tratamiento de desintoxicación urgente...

"Entonces le jodiste el programa de rehabilitación, amiguito"

Una de mis voces interiores intenta devolverme a la realidad.

"Por Dios que estás haciendo"

"...deberías estar en el campamento..."

" Ray te necesita" susurra el ángel.
Me coloco a cuatro patas en la orilla intentando levantarme pero caigo al momento, , estrello la frente contra el barro y me abandono...

"Edelweisss.... edelweisss..."

...parece un instante, un parpadeo pero ya la noche vuela sobre nosotros, cubriendo el cielo a toda velocidad tal y como si alguien cerrase un telón oscuro sobre nosotros...
- Jack-o...-jadeo- necesito.... necesito ir al campamento... tito Ray, recuerdas?
El nuevo y redondeado Jacko ladra con entusiasmo, aparentemente olvidado su momentaneo síndrome de abstinencia, y echa a trotar con paso de paloma entre los árboles.
- ¡Despacio, joder! -mascullo antes de lograr incorporarme-.
Voy dándome de hostias con cada tronco que se me cruza por el camino, lo cual en un bosque de pinos puede ser una buena cantidad de hostias, de suerte que cuando llego al campamento casi me he espabilado del efecto-trompazo...

Ray sigue desnudo de cintura para arriba, está de espaldas a mi acuclillado ante el fuego.

-R-ray -empiezo a decir- quise llegar pero Jennifer me tiró al rio y no... bueno, no pude llegar antes...

Ray se gira un poco y me quedo sin respiración. Uno de sus ojos es un bulto morado, la nariz está en un ángulo extraño, rodeada de sangre seca y los labios parecen rotos en varios sitios. Al moverse se lleva la mano al costado y retiene un instante el aliento.
Corro a su lado, pero en cuanto estoy a la distancia necesaria describe un círculo con la escopeta en la mano y estrella la culata del fusil en mi cara.
Me desplomo junto a la hoguera con la nariz chorreando una vez más.

- Hijo de puta -le oigo decir con esfuerzo, porque con la boca en su estado no debe resultar sencillo vocalizar-... porqué no me dijiste nada de lo que habías hecho...

Yo todavía me estoy recuperando del golpe y no puedo hablar. Creo que se me mueve un diente.

-...ha venido -continua él-... me contó lo que le hiciste. El... el creía que tu y yo estábamos de acuerdo para subir aquí juntos -la voz se le quiebra un instante, no sé si por el dolor o porque va a echarse a llorar-... lleva un par de días observándonos. Supo donde subían los rebaños de Aguirre... nos ha visto. Cree que se la hemos jugado para pasar el verano aquí arriba deshojando margaritas.

- Ray...

- Cuando ibas a decírmelo, Joe... ¿cuando llegasemos a California?

Estoy de rodillas, levanto la mirada y veo las lágrimas correr por su rostro magullado e hinchado a la luz parpadeante del fuego, con la montaña guardando silencio en torno a nosotros.

- Subió a los pastos a buscarte... no te encontró, y cuando volvió me pilló por sorpresa. Me ha dicho "lo que te voy a dar, puedes dárselo a tu amiguito de mi parte" -ha señalado con un dedo tembloroso el árbol donde le he visto apoyarse tantas veces a echar la siesta-...después del primer golpe me ha atado allí. Y lo demás no hace falta que te lo cuente, ¿eh Joe?

Tengo que apartar la vista de su cara y aprovecha la ocasión para endosarme otro culatazo en la cabeza, que me hunde poco a poco en la inconsciencia.

- Porqué, Joe -le oigo susurrar cada vez más lejos- Porqué dejas que acabe así.

Intento abrir los ojos pero en lugar de la realidad hay oscuridad, y en el centro de esa negrura está el ángel, mi ángel, con las alas en llamas y el rostro contraído por el dolor.
Continuará