viernes, octubre 22, 2010

AMPLIACIÓN DE PLANTILLA



Increíble.
En el universo eminentemente masculino en el que por lo normal se desenvuelven mis actividades laborales hemos sufrido una pequeña convulsión al hacer una ampliación de plantilla ( ya ves, en todos lados reduciendo y nosotros ampliando ). La convulsión no viene por la ampliación en si misma, sino porque entre los nuevos integrantes de la plantilla han venido...tatachán, ¡chicas! Esto me hace sentir como en el colegio cuando después de un montón de años testorenoneando a tope (ay que no sé que palabro me salió ahí tirando de la testosterona) nos metieron media docena de señoritas y anduvimos todos revolucionados hasta que aprendimos a convivir con naturalidad en compañía de "ellas". Y me hace sentir como en el cole porque he descubierto que el género masculino no evoluciona en determinados comportamientos por más años que se le vayan echando al lomo, esto es, en una situación como esta continúan haciendo el canelo como si tuviesen catorce años a pesar de que uno les supone ya un bagage y una experiencia en la vida. Cuando entró la primera compañera en plan de avanzadilla, a pesar de ser ella en sí misma más bruta que un cerrojo ( que la brutalidad cerrojil no es patrimonio exclusivo de los poseedores de testículos, ojo ), pues ya causó ciertas alteraciones en el equipo y las señales eran evidentes: una cierta profusión de desodorantes a la hora de los relevos -baratillos, de los de "fresca-como-la-joven-Fa" y "rexona-no-te-abandona"-, perillas afeitadas de modo interesante que nos hacían dilatar las pupilas al resto, y una actitud gallo-claudiesca que me agotaba la paciencia a los quince minutos de pechuga hinchada y pavoneo. "¿Como me pueden gustar los chicos con lo TONTOS que mayormente son?", llegué a preguntarme, ajeno a que todavía quedaba lo peor...porque sí, tras la primera, que al ser ella tan llanota y simple podía llegar a pasar por uno más ( lo cual no quiere decir nada malo acerca de ella si no de lo muy llanos y simples que somos nosotros ), llegaron "las otras": ojos de gacela malvada, piernas largas, morritos insinuantes, "ji-jis" y "ju-jus" mientras cuchichean en voz baja ante el azorado macho de turno, en fin, todo lo que uno espera que las chicas hagan para desestabilizar una plantilla de hombres hechos y derechos. 
El problema, evidentemente, antes de que alguien me haga un panegírico a propósito de la integración de la mujer en el trabajo o algún panfletillo reivindicativo de corte feminista, no está en ellas, sino en nosotros. Bueno, en ellos, porque yo he continuado impertérrito con mi labor, es más, agradezco el aire fresco y renovado que introducen las nuevas compañeras en nuestro polvoriento esquema de actitudes y maneras... La cuestión del día era...no sé... ¿porqué los hombres se ponen tan tontos cuando les ponen mujeres delante?...
Ahora alguien, incluso yo mismo, podría decirme: "bien, imagina que en lugar de a ojos-de-gacela te ponen por delante algo como ESTO...¿no harías el canelo al igual que lo están haciendo ahora tus compañeros de plantilla?"...y, pues sí, igual sí, claro...entonces ¿es un problema de ellos frente a ellas o es esa manía de dejar de ser nosotros mismos y empezar a hacer el gamba cuando tenemos delante algo que nos resulta sexualmente interesante?...¿o solo hago el jilis yo cuando hay delante alguien que me gusta?...que tampoco creo que lo haga, más bien me ruborizo y permanezco en un discreto rincón intentando brillar con luz propia sin conseguirlo, pero en esto de hacer el jilis ya se sabe que uno no es consciente de estar haciéndolo hasta que no viene nadie y te lo dice...
...¿logré explicar lo que quería decir?...
...¿tenía algo que decir, realmente?...
...ains, que fatiga...