domingo, mayo 26, 2013

SONGS FOR SINGING: ON THE STREET WHERE YOU LIVE ( and first gay sensations )



La canción que traigo para el recuerdo hoy, "On the street where you live", es un tema perteneciente al musical de Broadway "My Fair Lady" y compuesto por Frederick Loewe -música-y Alan Jay Lerner -letra-. Es una melodía positiva, que trae recuerdos de tiempos mejores, y que han versioneado un montón de artistas después...
...yo la conocí por primera vez gracias a Harry Connick Jr., un atractivo y polifacético caballero que ha repartido su carrera entre el cine y el mundo de la música. 
A Harry le conocí yo hace...¡22 años!, cuando todavía existía aquella revista llamada "Discoplay" en la que podías pedir música por correo, única forma en la que él podía llegar a mis manos ( esta ciudad tendrá muchas virtudes pero, como capital de provincia pequeña que es, antes de existir los benditos internetes siempre fue complicado acceder a determinadas formas de arte )
...y me dirás tú: "pero como un mochuelo provinciano como tú se interesó por ese tipo de música"...
Pues la verdad es que ni siquiera sabía como iba a sonar, solo vi la portada del disco y me dije: "LO QUIERO".
La portada era esta:

...ajá, yo también salivé cual chucho flaco con lata de Whiskas-Buey a la vista, y la verdad es que después quedé encantado, no solo por el envoltorio sino por el tipo de sonido que encerraba. Harry, hace tantos años, ya fue un pionero en este rollo de los "crooners" ( crooner= tipo con pinta de chulazo que se dedica a versionear grandes clásicos del cancionero americano de los años 50 y 60 ), el mismo carro en el que se ha montado mi querido Michael Bublé y gracias a lo cual le luce tan bien el pelo. Quizás Harry ha sido menos complaciente con el público y cuando ha reinterpretado temas de siempre no ha sido tan simpático y vacilón como Michael, le ha metido menos swing y más de una óptica personal que a fin de cuentas no le ha resultado tan comercial.
El primer tema que escuché de Harry fue este, con el mismo título que el album, y en el que hoy he podido babear a gusto porque en su momento no pude ver el video y ruego a todos los innumerables lectores de orientación gay ( y a las lectoras a las que les gusten los tíos buenos ) que le dediquen tres minutillos porque Harry con ese aire fifties y ese palmito le deja a uno boquiabierto:


...creo que si ya había tenido yo alguna sospecha ya acerca del tipo de afinidades o apetencias que me pasaban de cuando en cuando por el organismo, todas se confirmaron cuando vi esa foto de Harry y me descubrí pensando: "¡Cielos! ¡Quiero acostarme con ese tío!"...tanto fue así que durante el año siguiente todas las entradas de mi diario ( por aquel entonces manuscrito ) adquirieron un aire epistolar y comenzaban con las palabras "Querido Harry:" para a continuación empezar a contarle al susodicho mis miserias cotidianas. 
Luego llegó 1992, Harry publicó "25", un album en el que el número hacía homenaje a su edad y en el que con ayuda nada más de un piano reinterpretaba una serie de canciones entre las que se encontraba -y por eeeeeeeso viene a cuento Harry en esta entrada- el tema que da título al post de hoy. Después de "Blue Light, Red Light" en el que se acompañaba de una orquesta en plan "big band" como dicen los yanquis, este disco me resultó excesivamente intimista y un poco penumbroso ( sí, a pesar del amor que sentía por Harry ), y sin querer fue preludio de una temporada bastante oscura de mi vida que no viene al caso comentar. Cuando la realidad te tiene penosamente ocupado, asuntos como Harry se pierden un poco de vista y de hecho así ocurrió, le perdí de vista, le olvidé y solo cuando pasada una década gracias al ciberespacio pude saber qué más pasó con su carrera, le recuperé un poco a mi lado.
Solo un poco, porque ya no fue lo mismo. 
Él había crecido, yo también, y lo que entonces eran solo sueños con él terminé por llevarlos a cabo con alguien que ni tenía un aire al James Dean y ni falta que le hacía. De nuevo la realidad me sorprendió, no porque fuese mejor ni peor sino porque era "otra cosa", y aquel brillo azul de las pasiones imaginadas de la juventud quedó eclipsado por todas esas putadas que nos hacen envejecer, como el sentido práctico de las cosas, el poner-los-pies-en-la-tierra y tantas y tantas faenas más que nos vamos imponiento y que te van enterrando poco a poco en el suelo hasta que, cuando te llega la hora de irte al otro barrio, descubres que para terminar de cubrirte del todo solo falta la última palada.
La versión de la canción que vais a escuchar a cargo de Vic Damone tiene poco que ver con la de Harry pero me hace pensar en él, porque el sentimiento que encierra es muy similar al de aquella versión de mi mismo que hace veintiypico años le escribía cada día una carta al tipo de los ojos hermosos y la camiseta blanca, un montón de cartas que nunca llegaron a su destino
He aquí la letra, en la que un chico explica como cambia una calle cualquiera cuando justo en esa calle es donde vive la persona que quieres con el corazón:

I have often walked
Down the street before,
But the pavement always
Stayed beneath my feet before.
All at once am I
Several stories high,
Knowing I'm on the street where you live.

Are there lilac trees
In the heart of town?
Can you hear a lark in any other part of town?
Does enchantment pour
Out of every door?
No, it's just on the street where you live.

And oh, the towering feeling
Just to know somehow you are near
The overpowering feeling
That any second you may suddenly appear.

People stop and stare
They don't bother me,
For there's no where else on earth
That I would rather be.


Let the time go by,
I won't care if i
Can be here on the street where you live.

Vic Damone, el que vas a escuchar a continuación, tiene ahora 84 años el hombrito y una carrera musical muy larga y renombrada, pero su interpretación de esta canción es una de las que mejores puestos le hizo alcanzar en las listas de éxitos en su momento...
...veeennnnga, Vic, a darlo todo como tu sabes,león. 
Y los volandoarasdesuelisticos-lectors, a singing the song, please.



...Harry sigue trabajando y a sus 45 años está así de bueno en la portada de su último disco, "Every man should know":



...¿nos reconoceremos si volvemos a encontrarnos, Harry? ¿Lamentaremos el tiempo perdido o mejor perderemos el tiempo juntos?...

Feliz domingo, mundo.