jueves, octubre 01, 2015

UN SUEÑO CASI GAY



En el sueño yo no era yo.
Ni siquiera mi vida era la misma porque ni yo vivía donde vivo ni mi familia era la misma.

Había una gran llanura verde con montañas alrededor, y en medio dos pueblos que estaban muy cerca y que cada uno eran el lugar de residencia de un clan familiar. Sin embargo y a pesar de lo que pueda sugerir el planteamiento inicial, las relaciones entre mi clan y el clan vecino eran muy afectuosas, me supongo que porque todo el mundo compartía tierra y espacio y era mucho más fácil llevarse bien que mal. Las buenas relaciones llegaban hasta el extremo en que llegadas las fiestas patronales -no sé si de un sitio nada más o de los dos al mismo tiempo- se montaba una gran celebración conjunta en la llanura a la que acudía gente de un montón de sitios lejanos y en las que las dos familias aprovechaban para reforzar los buenos lazos de unión que existían entre ellas: por cada lado había chicas de un lado que durante el año habían estado cortejadas por chicos del otro lado y en esta ocasón se anunciaban hermosas bodas entre unos y otros de las cuales salían formados nuevos pequeños nucleos familiares que me supongo eran fruto de inmensa felicidad para todos y servían para redoblar todos esos vínculos.

Cuando yo "empiezo" el sueño se supone que toda esta explicación previa que te acabo de contar ya me la sé, (¡claro!) y se está celebrando el último día de esas tremendas fiestonas en las que parece que se monta una movida en plan rodeo americano porque todos los hombres llevamos botas camperas, pantalones vaqueros y sombreritos de cow-boy.
En el instante en que empieza la acción yo ( que no soy yo porque me veo como un tío mucho más guapo de lo que soy en realidad ) me veo calzándome el uniforme festivo ( vaqueros ceñidos, botazas y camisa super-country ) y acudiendo a una gran reunión en la que se está celebrando algo, me supongo que el enlace de alguno de mis hermanos o hermanas con alguien de la familia contraria.
Cuando estamos ahí reunidos abuelos, padres, hijos y nietos de todas las edades y aparezco yo guapo como un sol con mi sombrero vaquero, mi camisa de cuadros rojos y mis "jeans" ajustados, uno de los "patriarcas" familiares se vuelve hacia mi, me señala con la palma de su mano extendida y con una gran sonrisa dice:
"...además tenemos otra gran cosa que celebrar, y que no es ni más ni menos que el amor entre dos de nuestros más queridos hijos..."
Yo me quedo bloqueado porque no tenía el recuerdo de estar liado con nadie ( compréndase que acababa de aterrizar dentro del cuerpo que habitaba esa dimensión onírica ) y entonces un tío que esta EXTRA-BUENO y que está sentado en el suelo al lado mío me acaricia la parte de atrás del muslo y me dedica una hermosa sonrisa blanca en plan "cari nos han descubierto, tenemos que decirlo".
No te creas que ahora es cuando se desata la reacción homófoba, ¡al contrario!, la peña empieza a aplaudir y a felicitarme porque pensaban que yo era un bicho raro que no cuadraba bien con nadie y por fin me veían rendido y enamorado.
El CACHAS se pone en pie, me rodea la cintura con un brazo y levantándose un poco el ala del sombrero me da un rápido beso en los labios que causa el deliro general...
....pero a pesar de ser un sueño ( o justamente porque lo es )  no puedo creerme que un BOLLAZO semejante me esté prodigando su amor y sus atenciones y yo no guarde el menor recuerdo al respecto. Aparto al GUAPERAS dándole un pequeño empujón en el pecho y digo tratando de que todo el mundo me oiga:
"Lo siento pero estás equivocado. Yo no tengo nada que ver contigo."
El GUAPÓN me mira un momento con unos ojos azules totalmente desolados, se da media vuelta y se pierde entre una multitud estupefacta que se esperaba no el anuncio de otra inminente boda. ... en ese momento soy consciente de que estoy soñando y que si dejo escapar al CHULAZO voy a perder la oportunidad de cepillarme a una delicatessen semejante aunque sea solo en sueños, e inicio algún tipo de movimiento aproximativo hacia el CHORBO....

,,,,peeero ¡ah!, los sueños son así y apenas soy consciente de que eso no es real abro los ojos y me encuentro en mi habitación siendo yo mismo y con la fría luz de la mañana colándose por los resquicios de las ventanas. 
Maldiciéndome por ser tan tontolculo, me tapo hasta arriba y trato de conjurar de nuevo el momento en que mi pretendiente virtual me colocaba la mano en la parte de atrás de la pierna y me contemplaba con ojos de enamorado, pero la magia ha dejado de funcionar. Ya no me creo estar viviéndolo de verdad como hace un rato, ahora ya soy consciente de que todas las guarrerías todas las cosas entre él y yo que visualizo ocurren a continuación no son reales y termino por sentarme en la cama y mandarme a mi mismo a tomar por el saco y auto-joderme el comienzo del día de esa manera.

Este sueño -que no ha sido una invención "literaria" sino algo que de verdad he tenido justo antes de despertar esta mañana- me ha recordado un montón de otros anteriores, en los que estoy viviendo situaciones que me gustaría disfrutar en mi vida real y que de pronto yo mismo saboteo o simplemente despierto sin darme la opción de disfrutar ni siquiera en sueños algo que resultaría imposible de vivir en el mundo real. 

¿Esto del sueño precioso que se frustra al final me pasa solo a mi?...
Ah, ¿que a ti también?
¿Y porqué somos tan chungos? ¿Porqué no nos permitimos esas cosas ni siquiera en esos momentos de aparente "realidad" en los que las normas las ponemos nosotros mismos?
Sueños, delirios, alucinaciones... ¿porqué están ahí, para hacernos unos descreídos o para que no perdamos la fe en que después de todo ALGO puede suceder?