¡PELIGRO, CAPUCHONES SUELTOS!
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Hoy que precisamente tengo un día bastante nefasto, voy a aplicar los principios "slow life" del post anterior y hacer "esto", quierese decir "escribir algo", ya que publicar aquí es algo que suelo reservar para los días de asueto y felicidad. Evidentemente voy a dedicarlo a despotricar y para empezar lo haré porque llega la Semana Santa, que son mis "vacaciones" anti-favoritas. Antifavoritas porque son cortas, porque el tiempo suele ser un asco y además anda por ahí pululando el rollo-gore ese de los latigazos, las heridas sangrantes, las crucifixiones y sobre todo ¡LOS CAPUCHONES! que me daban tanto miedo de pequeño. Cuando mi abuela me llevaba con ella a ver las procesiones me las pasaba detrás de ella agarrado a sus faldas diciendo por lo bajinis "que no me vean-que no me vean"... ...por suerte lo habitual no era eso: lo normal era que apenas comenzaban las vacaciones escolares nos montasen a todos en un coche y nos llevas...