viernes, junio 27, 2008

LA PERSPECTIVA DE LAS NUBES


Tu, yo, Junio en el rostro, la ciudad y el tráfico hirviendo entre los dos, mientras en el cielo gigantescas nubes oscuras, lentas y terribles como animales antiguos que calibran sus fuerzas, se estremecen entre estampidos y súbitos resplandores blancos...
...tu y yo, bañados en sudor, buscándonos los ojos, las manos, desfallecidos de amor, de pronto adquirimos la perspectiva de las nubes y lo vemos todo desde arriba, sin distinguir nada, sin que importe nada, solo tu y yo gravitando en silencio el uno en torno al otro, dibujando con los dedos nuestros labios como si no pudiesemos verlos, mirándonos la cara con la maravilla de la vez primera, como si aún no nos conociéramos...
...tu y yo, generando energía, sin pensar en nada porque lo demás, todo lo de abajo, es diminuto e insignificante... todo lo de abajo ya no está sobre nosotros, queda a nuestros pies... en un instante, por un instante, todo eso ha dejado de pesarnos, todo ha dejado de contar...
...empieza a llover.

domingo, junio 22, 2008

CORAZÓN ESPLÉNDIDO

( Palabras susurradas en torno a una hoguera en la ladera de la montaña, bajo un cielo estrellado )
"Chssss, no hables tan alto o despertarás a todo el puto rebaño."
"Entonces contéstame, así luego me dormiré y no te daré más guerra."
"Bien...pues creo que ella es especial simplemente porque tiene un corazón espléndido."
"Un corazón espléndido. Que bonito. ¿Y como se sabe cuando alguien tiene un corazón espléndido ?"
"Es algo poco habitual, pero a veces se encuentra. Ocurre cuando... no se... ocurre cuando ese alguien con unas palabras o una sonrisa, consigue que salga el sol y de paso se te caldee un poco el alma."
"Aah...entonces sí... ella lo tiene, ¿verdad? ¡lo tiene!"
"¡¡¡Pues claro que lo tiene, joder, y no le cabe en el pecho!!!"

Para ese corazón espléndido.

Felicidades.

domingo, junio 15, 2008

EL PASEO DE LOS SOLITARIOS


No es más que un sendero paralelo al paseo principal, flanqueado a un lado por árboles y arbustos, por el otro el río que discurre silencioso. No hace mucho le han puesto banquitos de madera y unas farolas de hierro negro que le dan un aire de algo que está suspendido en el tiempo.
Demasiado lejos del tráfico rodado, para que su ruido habitual no sea más que un murmullo.
Lo bastante oculto de los ojos de la ciudad como para resultar un pequeño mundo aparte...
De día, cuando el sol calienta aún la tierra polvorienta del suelo, se ve invadido por jubilados paseando, mamás con sus niños corriendo y gritando, señores propietarios de perritos alborotadores y hasta a veces alguna pareja de enamorados besándose de cara al río.
Pero cuando el cielo empieza a oscurecer y las sombras ganan terreno, todos ellos desaparecen. Si estamos en el buen tiempo la noche se llena de fragancias especiales, si es invierno solo se escucha el aire helado haciendo crujir las ramas de los árboles.
Entonces, cuando todos se van, aparecen los solitarios.
Apenas son más que sombras entre los círculos de luz que dibuja cada farola. Caminan muy despacio, olvidados del ritmo con que todo transcurre fuera de allí. Caminan buscando, buscándose los unos a los otros, con los rostros muy blancos y un brillo en la mirada.
A veces dos de ellos se detieren, hablan en su idioma silencioso y con un gesto de asentimiento, desaparecen abrazados en la oscuridad...
...hay solitarios viejos que cuando abandonan el lugar sólo llevan el rastro de una lágrima en la cara, los hay jóvenes y hermosos que al marchar parece como si la luna hubiese bajado a besar sus labios, pero a todos ellos la sombra del lugar parece entrarles por los ojos y al mirarles solo sientes tristeza.
Tu propia soledad puede hacerte recorrer ese paseo y de inmediato les verás, y en su expresión leerás la invitación: "ven y aliviaré un instante tu frío", buscando a la vez aliviar el suyo...
...pero si te dejas engañar, si te pierdes en su gesto y dejas que te tomen de la mano, arrastrándote a la penumbra perfumada...¿quien sabe?
Puede que no vuelvas nunca, claro que sí, pero que creo que en su beso el solitario te transfiere su encantamiento y vuelves, vuelves otra vez más triste de lo que fuiste, más de lo que puedes recordar...quizás es que quedas prendado del maléfico influjo de las hadas que pueblan ese lugar y por eso al dia siguiente regresas convertido en otro solitario, y sales por la noche a caminar en busca de esa mirada en la que, por unos segundos, has visto la esperanza de salir de esa melancolía que parece de plata bajo las estrellas.

viernes, junio 06, 2008

PERDONA SI TE LLAMO AMOR


Mi vida ha adquirido de un par de meses a esta parte un perfil digamos "plano".
No bueno, tampoco malo, sólo plano.
Una especie de temporada de transición que probablemente mi cuerpo y mi alma, más sabios que yo, han decidido que necesito, de manera que han tomado el timón y me hacen navegar pacíficamente en aguas calmas.
Mientras, veo llover.
Cuanto llueve. Parece un complot de mi "enemigo silencioso", ese que imagino siempre ahí torpedeando mis defensas emocionales y disfrutando con mis pequeños naufragios. Él sabe cuanto me jode la lluvia, porque no se queda en el plano físico, ahí fuera, cuando llueve también se me llena de goteras la "casa" de aquí dentro, inundándome el patio y los cuartos de abajo.
También tiene sus ventajas, como es contemplar el río, pletórico y salvaje, rizándose y mostrando el lomo color león que alguién me mencionó una vez...hubo un tiempo en que alguien me aguardaba bajo un árbol contemplando un río de ese color mientras yo esperaba sobre una roca contemplando las estrellas...ahora afortunadamente no hay distancias, estamos a un latido de distancia nada más...
...¿por donde iba?...ah, las aguas calmas... bien, pues en medio de esta beatifica nada y terminado ya "El juego del ángel" ( que sin haberme decepcionado no ha dejado en mi el poso de "La sombra del viento"), fui a la feria del libro y sin más ni más "gravité" -como me gusta esa palabra, "gravitar", ser irremediablemente atraido hacia algo-...gravité digo hacia este bellísimo título:
"Perdona si te llamo amor"
Aún ni empecé a leerlo, pero esa simple frase, pronunciada en voz alta, me desnuda el corazón.
La he leido y juego con ella. Edifico historias y pensamientos sobre esas palabras antes de echarlos por tierra para empezar otra vez.
"Perdona si te llamo amor"
A quien se lo dirías. Que declaración inesperada. Quizás al muchacho de los ojos claros que siempre está a la vuelta de esa esquina que nunca logro doblar...¿o son palabras para alguien que no desea escucharlas?¿alguien que no desea oir "amor" si viene de mis labios?
Este es el título de una novela de un autor llamado Federico Moccia, y cruzarme con este título ha sido de lo más bonito que me ha pasado desde hace unos cuantos días.
"Perdona si te llamo amor"
Estás perdonado.
Ven, abrazame.
Dímelo otra vez, sin pedir perdón ahora.