sábado, agosto 01, 2015

VERANO MALDITO




"¿No lo sabías?...pues ya te lo digo yo. El verano es nuestra época "maldita".La estación maldita de la familia"

Llevaba un rato contándole a la progenitora las tremendas virtudes de haber empezado hoy las vacaciones y esta observación, dicha así en voz baja como si tratásemos de un secreto que era mejor no airear demasiado, me ha dejado mudo.

Animada como siempre por la no-interferencia del interlocutor ha cogido carrerilla y ha seguido:
"¿Te acuerdas cuando te hablaba de mi abuela Rosario, aquella que tocaba el piano tan bien?" ...la progenitora es cruel y creo que está echando sal a la herida, sabedora de las poco fructiféras experiencias que coseché con el curso en fascículos de "Aprenda-a-tocar-piano-y-teclados". Frunzo la nariz pensando que vamos a volver otra vez sobre el tema pero en este caso los tiros parece que no van por ahí. "...en sus últimos años la abuela sufría insomnio y la única forma que se le ocurría para distraer las noches era ponerse a tocar aquellas partituras de individuos con nombre francés que yo creo que fueron novios suyos cuando era jovencita porque no los he vuelto a oir mencionar en ningún sitio. Aquello ¡claro! tenía en vela a toda la familia y mi tío, que era malísimo, decidió ingresarla en una residencia de ancianos sin pianos a su alcance. La pobre duró una semana allí dentro y se murió en mitad de un calurosísimo verano madrileño."
Enarco una ceja y voy a preguntar qué tiene que ver esto con mis vacaciones, pero la progenitora está lanzada y tiene más cartuchos en su recámara.
"...y seguro que te acuerdas de la Tita Rosa, aquella señora filipina forrada de pasta que se casó con un hermano de mi abuela, y cuando él pobre murió jovencísimo de un cólico miserere de aquellos de entonces, amadrinó a mi madre -valgan las redundancias- y cuando llegó el caso hizo también funciones de abuela conmigo y con mis hermanos... ella tambíén se fue al otro barrio una tarde de verano en la que había una tormenta tremenda, de esas con unos truenos que sacudían todos los cristales de la casa. Y creo que la abuela Rosario batió palmas desde el otro mundo porque a decir verdad, se llevaban a matar..."
Viendo por donde van los tiros ( y pensando en los tíos y hermanos difuntos a los que aún nos quedaba por dar un repaso para comprobar que en efecto las palmaron en verano ) tengo que levantar una mano y decirle:
"Para el carro que me parece que me he perdido. Que tengo que sacar en conclusión, ¿que es mejor que me pille las vacaciones en Noviembre para evitar la maldición?"
Esto arranca una jovial risa de la progenitora, me rasca la coronilla como si fuese yo un Yorkshire y canturrea:
"¡Pero noooo, cariño, si yo quiero que lo pases muy bien, ya lo sabes!. Anda, sigue con tus cosas, yo me tengo que ir ya que si no llego tarde a la sesión de cine con tu hermano...pero dsifruta mucho ¿eh cielito?"
La tía se larga y vale, "cielito-cielito" pero me ha dejado aquí pensando un poco en el rollo de la maldición del verano y si es verdad como nos las apañaremos para sobrevvir precisamente a este...

Maldito o no empiezo hoy mis vacaciones, merecedísimas porque en el curro me han sacado la piel a tiras y si debo sufrir los efectos de la maldición estival de la familia pues será mucho mejor fenecer en algún sitio agradable y con buena compañía que no encerrado como una rata en el trabajo, ¿no?...no sé aún si me decantaré por el apagón informatíco o si continuaré puntualmente conectado a este espacio, pero por si acaso te deseo: muy buen Agosto, estés descansando o trabajando y a la vuelta nos seguimos hablando, contando y compartiendo...

No sabía mucho que dejarte con esta entrada tan rara que me ha salido hoy pero al final me he decantado por esta canción: para empezar porque estoy con ella en plena pseudoalucinación parasitaria de esas que dice David y para continuar porque habla un poco del pasado y me recuerda esas historias color sepia que la progenitora siempre me cuenta cuando no tiene nada que hacer y me ve demasiado tranquilo...


¡Un abrazo a tod@s!