miércoles, febrero 04, 2015

EXPERIENCIAS MIGUELSTROGOFFIANAS



A pesar de que el tiempo se complica por momentos, con nieve que cae y se hiela para a continuación volver a caer más nieve que convierte en una pesadilla el paseo más tradicional por el circuito urbano,...¡A PESAR DE TODO ESO! y visto que la próxima semana aun teniendo vacaciones va a ser complicadilla por circunstancias una vez más ajenas a uno mismo, me he decidido y mañana me voy un par de días a Bilbao. 
Así que de alguna manera emularé al valeroso Miguel Strogoff ( ¿no había un solomillo que se llamaba también así? )...

...que ese era solomillo STROGONOFF...¡cateto!...

...y cruzaré la estepa siberiana en la que se ha convertido mi habitualmente aburrida meseta castellana para dedicarme a lo que vienen siendo actividades divertidas: comer, beber y...

Miguel en la piltra con la rubia, haciendo una demostración de
actividades invernales divertidas...huy que loba, si le arañó el pechaco y todo

Para una empresa tan chunga y arriesgada necesitaba un compañero, porque si no yo solo seguro que me hubiese quedado a ver nevar por la ventana con una mantita encima de las rodillas, y el valiente que viene a darlo todo va a ser nada más ni nada menos que ¡el famoso J.!, a quien mis lectores más sufridos fieles ya conocen de aquel memorable "Sabado Noche en Provincias" que tan malas consecuencias tuvo en mi reputación blogosférica...


J. con seis mojitos encima dispuesto a merendarse a una rubia.

Seguramente es una perversa jugarreta del destino que a pesar de habernos visto poco desde entonces, hayamos coincidido precisamente estos días y que PRECISAMENTE también, él disponga de una semana de vacaciones coincidiendo con las mías. 
"Jo tío, que guay, con lo bien que lo pasamos esa noche, ¿te acuerdas?...esta vez tenemos que darlo todo ahí fuera, ¿eh?...¿estás conmigo o qué?"

Miguel tratando de mirarse el entrecejo o quizás 
imaginando las consecuencias de mis dos días de pendoneo bilbaíno

La verdad es que estoy tan preocupado pensando en como vamos a llegar y en como vamos a volver  con este tiempo, que lo que podamos perpetrar allí durante 48 horas J. y yo ha pasado a un segundo plano dentro de la lista de mis "factores-causantes-de-ansiedad".
Rezaremos porque la meteorología no haga caso a Michael...


...y que pueda ir, portarme mal y volver a tiempo para contarlo!

Hasta entonces, ¡felices días a todos y feliz vida!