viernes, septiembre 08, 2006

UN NUEVO COMIENZO


...este angel parece haber perdido momentaneamente la voz y solo es capaz de hablar y expresar sus sentimientos a través de personajes imaginarios... ahora que es Septiembre, que es un mes de retomar las actividades abandonadas durante el verano, que es mes de comienzo de cursos, de actividades varias, de once meses laborales, de principio del otoño... pues empezaremos algo más, una nueva historia que espero nos de un aliciente y una alegría en la vuelta a la monotonía cotidiana... para mi es un lugar de escape, un nuevo paisaje en el que refugiarme, en el que esconderme para hacer de observador... creo un espacio y cuando la realidad no me llena voy allí y miro... simplemente miro, guardo en mi cabeza todo lo que veo y después vengo y vuelco en un papel las experiencias vividas.
Ahora voy a iniciar el viaje, con la misma sensación del que monta en un tren con su maleta y emprende viaje hacia un destino desconocido, con ese hormigueo en el estómago y la misma emoción de embarcarse en algo nuevo, los mismos nervios...
...allá voy, de momento solo hay niebla, parece que aún no ha amanecido, o es solo una zona de paso y no hay nada que ver por el camino que me lleva hacia ese nuevo lugar...
...ahora poco a poco la niebla se levanto y comienzo a ver algo, noto una brisa en el rostro que me revuelve el cabello, también todo se inunda poco a poco de una cegadora claridad...
...esta vez no hay montañas...
...hoy diviso una playa...
Capítulo 1
Ayer

La casa familiar era un enorme cubo de dos pisos situado a un centenar de metros de la playa, del mismo color amarillo desvaído de la arena que la rodeaba. Las ventanas y las puertas eran rectángulos oscuros en las paredes, sin ninguna ornamentación, a excepción de los grandes ventanales de la segunda planta que miraban al mar, en los cuales había un largo y estrecho balcón y dos pequeñas palmeras, una en cada extremo. Por lo demás, todo era plano y liso, sin la menor concesión a la imaginación, en consonancia con el paisaje: aquella playa que se extendía interminable a derecha e izquierda; el océano, a veces de un verde sereno, a veces azul profundo pero siempre majestuoso; y arriba, dominándolo todo, el cielo infinito.
"Arena, agua y cielo. Eso es todo..."

Hoy

Laura dejó su pequeña maleta en el suelo y la contempló con una mezcla de ansiedad y desánimo. Lo que había parecido una buena idea en su momento ahora le resultaba una locura.¿Qué era lo que pretendía encontrar en aquel lugar lleno de fantasmas, que esperaba sacar en limpio de la experiencia...? Llevaba veinte años sin pisar por allí, y no había tenido intención de hacerlo nunca más, hasta que una mañana hacía quince días su agente inmobiliaria la llamó exultante:
- Laura, lo hemos conseguido, hay un tipo interesado en comprarte tu pequeña maldición familiar..
Elena, además de ser una buena amiga desde hacía mucho tiempo, era su agente inmobiliaria y la encargada de la venta de la casa. Llevaba tanto tiempo intentando deshacerse de ella que verdaderamente estaba terminando por verla como una maldición. Había conseguido coger auténtica manía al edificio y esta aversión se incrementaba especialmente las temporadas en que se había visto apurada de verdad y hubiera agradecido el ingreso económico extra fruto de la venta. Ahora no podía creer que por fin estuviese a punto de deshacerse de ella después de tanto tiempo.
- ¿Y de quien se trata?
- Un alemán, -respondió Elena- piensa echarla abajo y edificar en el terreno una especie de balneario.. Por lo visto han hecho estudios geológicos y debe haber posibilidad de perforar y sacar un manantial de aguas termales.
- ¿Aguas termales?... quizás deba ser yo la que monte el balneario, ¿no te parece?
- ...no lo dirás en serio, un balneario sobre los restos de esa pesadilla... Dejémosla descansar en paz y descansa en paz tú también, no te compliques la vida. Todo eso requerirá una inversión de capital y unas obras que solo los alemanes pueden pagar... además, que joder, no te veo como directora de un sitio de esos. Tu sigue con tus novelas y tu tranquilidad, que es lo que necesitas.
Cuando Elena le mencionó la cifra que pensaban pagar por la casa, todas sus dudas se disiparon.
- ¡¡Dios mío!! Pero si eso es bastante más del precio que teníamos pactado...
- Soy una vieja zorra en el negocio y cuando les vi tan interesados apliqué una oferta especial que no pudieron rechazar... -su amiga fingió sollozar lastimeramente- oh, voy a echar de menos el expediente de nuestra amiga de ladrillos sobre la mesa... ¿a que me vas a invitar para celebrarlo?
Le sorprendió el que a pesar de todo el sentimiento que la embargó no fuese de alegría, sino de nostalgia por tiempos que no iban a volver. Fue en ese mismo momento cuando experimentó el súbito y punzante deseo de visitarla una última vez, pasar allí unos últimos días...
"Antes que alguien llegue y borre todo vestigio del pasado"

Ayer

Habitualmente Laura se estremecía cuando al comenzar el verano enfilaban la carretera polvorienta que conducía a la casa y esta aparecía de pronto tras las dunas. Era el principio de dos meses interminables con la única compañía de su madre y su tía, dos meses mirando romper las olas, persiguiendo pequeños cangrejos por la orilla, caminando por aquella playa enorme y vacía prometiéndose que el año siguiente no se dejaría encerrar allí otra vez...
... pero este año era distinto.
"Este año estará Daniel..."
Si no habían surgido imprevistos de última hora, con toda seguridad Daniel y su madre estarían ya en la casa, ahorrándoles el trabajo habitual de ventilar, limpiar, sacudir polvo, y poner el edificio en movimiento tras el letargo invernal.
Daniel, el más guapo de sus primos, todo un verano, para ella sola.
Suspiró tan audiblemente que su madre se volvió a mirarla desde el asiento delantero del coche.
- ¿Te encuentras bien?
- Siii, mama. -resopló pensando para sí misma: "¿porqué tiene que estar encima mío todo el rato como si fuese una niña? Tengo casi dieciocho años, mierda"-.
Por el retrovisor captó la mirada divertida de su padre y le sacó la lengua.
"Claro, a él esto le divierte mucho, nos deja aquí y se vuelve a la ciudad, con nuestra casa todo un mes para él solito. Creo que si pudiese se intentaría librar de venir incluso en Agosto... Bien, este año me da igual, por lo que a mi respecta pueden marcharse los dos y dejarme sola. Tengo planes..."
Como si le hubiese leído la mente divisó de pronto al objeto de sus planes aparecer en lo alto de una duna, contemplando su llegada con una mano a modo de visera sobre los ojos.
"Madre mía" pensó al verle. Apenas pudo distinguir más que su cabello oscuro agitado por el viento y la camisa blanca hinchándose y agitándose con el aire como la vela de un barco, pero notó un agradable cosquilleo en el vientre que la hizo morderse el labio inferior.
Su padre también vio a Daniel y tocó el claxon del coche a modo de saludo.
- ¡Oh, es el pequeño Dani! -exclamó su madre agitando la mano por la ventanilla- Cielo Santo, pero si está hecho un hombre... ¿Cuántos años tiene ese niño?
- Ese niño tiene diecinueve años, mamá, en efecto es ya todo un hombre-respondió ella furiosa-.
- Por Dios, Laurita, no me hables como si fuese tonta. Yo que estaba tan contenta pensando que este año tendrías a alguien con quien jugar... ahora no estoy tan segura de que él esté ya en edad de seguir tus juegos...
- Vaya, además he olvidado mi colección de muñecas en casa -dijo Laura con sarcasmo- Que desastre. Bueno, siempre podremos jugar a los médicos, ¿eh mama?
- ¡Laura, eres una fresca! -se escandalizó su madre. Luego captó la risa de su esposo y le reprendió diciendo- ...tu no le rías las gracias, así está ella, que no hay quien la aguante.
- Ya no es una niña, Sofía... Seguro que se entiende con Dani perfectamente - contestó su padre en tono conciliador -...ahora tranquilidad, hemos llegado... vamos a comportarnos como una familia sensata ¿os parece?...
A la puerta de la casona les esperaba la madre de Daniel y Dolores, la mujer del pueblo que todos los años subía a echarles una mano con la limpieza y las tareas de la casa.
- ¡Hiiiii! -chilló su tía abrazándola y repartiendo besos sonoros por sus mejillas- ¡Pero si estás hecha una mujercita, ven aquí que te vea! Caray-caray-caray... seguro que ya tienes a los chicos locos en el instituto...
Victoria, la madre de Daniel era un calco perfecto de su propia madre,las dos altas, flacas, pelirrojas y con cierta tendencia a los grititos y las risitas.
"Nadie puede negar que son hermanas" se dijo Laura forzando una sonrisa.
Las mujeres se besaron y cloquearon durante un buen rato bajo el sol, mientras su padre y ella se acercaban a besar a Dolores.
- Aquí estamos otra vez, Dolores -le dijo su padre con una de sus deslumbrantes sonrisas- A volverla loca otro verano más.
- Si estoy encantada de tenerles de vuelta. Y mi niña... -la mujer se cubrió la boca con las manos como si hubiese dicho una inconveniencia-...pero si ya no es ninguna niña, vaya, vaya... como has crecido este año...
Laura se ruborizó un poco y no hizo más que sonreír por toda respuesta.
- Vamos adentro o nos achicharraremos aquí al sol. Dolores nos ha preparado un almuerzo estupendo, y tenía la nevera cargada de bebidas frescas... vaya, no se porque tengo la sensación de que este va a ser un verano estupendo, ¿no lo pensáis así?... ¡mirad, allí viene mi hijo!...¡Dani, corre, ven a saludar a tus tios!
Cuando Daniel se acercó con una sonrisa, sintió deseos de ser tragada por la tierra. Era el mismo Daniel de siempre, pero de pronto le parecía más hombre, su cara resultaba más angulosa, tenía la sombra oscura de una barba incipiente en las mejillas, el pecho que veía por la camisa semidesabrochada era más musculoso, y en sus ojos azules chispeaba una cierta malicia que no le había visto antes.
"Estoy enamorada" pensó dramáticamente. "Si me pinchan ahora no creo que salga ni una gota de sangre."
Daniel besó a sus padres y luego se volvió hacia ella con una sonrisa.
- Que tal, pelirroja.
Ella devolvió la sonrisa y se encogió de hombros sintiéndose una estúpida. El la contempló unos instantes con curiosidad y luego se metió dentro de la casa.
- Vamos, Laurita, tienes que tener hambre -la animó su tía Victoria cogiéndola del brazo y arrastrándola también al interior- Estás un poco flaca, tenemos que rellenarte esas carnes durante estos dos meses, ¿eh?
Laura no contestó, repentinamente distraída por la presencia de alguien en el corredor de entrada que se quedó muy quieto contra la pared, para dejarles pasar. Se trataba de un joven de cabello rubio ceniza y la tez morena de alguien que pasa mucho tiempo al aire libre.
- Vaya, ya has descubierto a José... es el hijo de Dolores -le informó Victoria en voz baja- Ella ha tenido problemas de salud este invierno, y vendrá a echarla una mano de vez en cuando.
Sus miradas se cruzaron solo un instante, luego el chico salió corriendo al exterior haciendo levantar las cejas a su tía.
- Creo que es un poco tímido...no importa, ya tendréis tiempo de conoceros bien... ahora, a llenar la panza, jajaja.
El verano se presentaba emocionante de verdad, pensó
.
La hermosísima fotografía, un regalo de Miguel r-p-n, por la cual le doy mil gracias...
...y nada, que continuará, Dios mediante, que se suele decir...