jueves, julio 30, 2015

ACEPCIONES POCO HABITUALES DE "ERA" ( sexo adolescente FINAL EDITION )



era:

1. 1º o 3º persona del imperfecto indicativo
2. Periodo de tiempo que marcado por unas características que lo distinguen de los anteriores o posteriores.
3. Espacio de tierra limpia y firme donde se trillan las mieses.

Aquella era hacía mucho tiempo que había dejado de funcionar según la definición que te acabo de mostrar: ahora consistía nada más en una inmensa llanura amarilla cubierta de hierba seca y con un solo roble en su centro ancho y achaparrado bajo el sol que siempre me hacía pensar en yo-qué-sé, una especie de islote perdido en medio de un oceáno en el que no había ni una gota de agua...
El viejo pajar de la casa de mis abuelos sin embargo guardaba la memoria del antiguo uso de aquella era y se encontraba orientado hacia ella, conservando un gran ventanal sin puertas ni postigos que se encontraba abierto a la altura de un segundo piso por donde imagino que antes se metería la paja sin necesidad de bajarla de los remolques...¿o había otra razón para abrir esos huecos en los pajares a cierta altura y mi ignorancia agrícola me hace inventarme los significados?...
En cualquier caso el pajar abandonado era un buen lugar para retirarse cuando me saturaba de contacto humano, y aquella ventana abierta al vacío constituia una tremendamente preciosa atalaya desde la que contemplar los eternos atardeceres de verano.
Por aquella era transitaban durante la tarde grandes rebaños de unas vacas con unos cuernos larguísimos y puntiagudos que no he vuelto a ver, y que poseían la rara habilidad de parecer que no hacían más que ramonear hierba sin moverse del sitio pero sin embargo poco a poco te encontrabas con que iban avanzando sin dar la sensación de haber movido ni una sola pata...¿habría una gigantesca cinta transportadora bajo la era para mover a aquellas enormes vacas sin que los ires y venires las supusiesen excesivo esfuerzo?...
Aquellas vacas me daban mucho miedo ( aunque son animales que me resultan simpaticos he tenido de siempre recurrentes pesadillas con vacas que me perseguían por un prado para cornearme...¿qué querrá decir eso? ), y ese pánico medio subliminal constituía una buena razón para contemplar su paso sentado desde la prudente seguridad que me proporcionaba el alto ventanal. Normalmente iban pastoreadas por un señor mayor que nunca dio muestras de percatarse de mi presencia ahí arriba y que, al igual que su rebaño, sin parecer moverse del sitio acababa desapareciendo de tu vista si dejabas transcurrir el suficiente espacio de tiempo...
...pero aquellasofocante tarde el señor había desaparecido y en su lugar había un individuo con un mono azul mucho más dinámico e inquieto que incluso parecía a ratos un poco desesperado por la infinita tranquilidad que las vacas se tomaban para sus desplazamientos. Para mi sorpresa aquel sí que reparó en mi presencia porque al verme hizo un gesto de saludo con el brazo y de una carrera se plantó bajo mis pies.
"Hola. ¿Puedo sentarme un rato?" preguntó.
Por aquel entonces mi espíritu antisocial continuaba intacto y aunque mis experiencias sensoriales con Emilio y Pepín ya habían sucedido, seguía sin considerar interesantes situaciones prometedoras como por ejemplo aquella de verme a solas con un hombre en un pajar. Quizás a ello contribuía que el tipo no era en absoluto atractivo: un desordenado pelo rubio pajizo que al verlo daban ganas de rascarse por la vida animal que se presentía en su interior, unos dientes amarillos mal alineados y un penetrante olor a caca de vaca que supongo es inevitable en el oficio. Lo único lejanamente sugerente eran unos ojos castaño claros que sin embargo fruncía de continuo como si necesitase gafas para ver y no las utilizase en ese momento.
Mi yo nene-remilgado pensó en decirle que aquello era una propiedad privada y que no deberia sentarse allí ni en ningún sitio,pero antes de esperar mi respuesta el tipo se agarró al borde de la ventana por la que colgaban mis piernas, se dio impulso con los pies y casi como un acróbata circense terminó sentado a mi lado luciendo aquella pésima sonrisa. Así de cerca resultó ser no mucho mayor que yo ( a lo sumo dos o tres años más ) y tampoco me pareció tan feo. Llevaba la cremallera del mono abierta casi hasta el ombligo dejando ver una piel curtida por el sol y un vello rubio algo sudoroso que me resultó turbador observar, por la forma en que giraba en torno a su ombligo para luego transformarse en una línea oscura que se hundía en territorio prohibido.
Quizás por estar algo azorado ante ese nuevo descubrimiento de las virtudes del pelo masculino no me di ni cuenta de cuando sacó un paquete de tabaco de algún bolsillo para ofrecérmelo.
"¿Quieres uno?..." no debió verme un consumidor probable porque no espero la respuesta, encendió su pitillo, dejó escapar una bocanada de humo al sofocante aire de la tarde y preguntó "¿vives aquí?"
Tardé en asentir tal como si toda la información suministrada pudiera ser en el futuro utilizada en mi contra, tanto que el tipo acabó por desorbitar un poco los ojos y levantó las palmas como tratando de demostrar su inocencia.
"¡Igual te estoy asustando!...si te molesto me voy, ¿eh?"
Los saltamontes continuaban chirriando como locos al sol, las vacas enormes seguían deslizándose poco a poco a través de la era, aquello era un mar de tranquilidad que no predisponía a ninguna actitud hostil , de manera que sacudí la cabeza, apunté al rebaño y dije:
"Eres nuevo"
Tardó unos instantes en entender lo que quería decirle, luego lanzó una carcajada y respondió
"Ah, sí, Mi tío se ha marchado un mes a la playa con una putilla y voy a encargarme de las vacas todo el mes de Agosto. Pagándome,que no soy tonto ¿eh? pero ya me gustaría a mi estar yo follándome a la putilla y no aquí oliendo a vaca, ¿entiendes?" y a continuación se agarró el paquete por encima del mono guiñando un ojo y sacando la lengua en una mueca obscena que -para ser sinceros- le quedó bastante bien.
"Vaya...tiene que ser aburrido" dije por fin tras unos interminables minutos demostrando el conversador nato en el que con el tiempo me iba a convertir "¿Estas todo el día con las vacas?"
"Todo el día, desde las siete de la mañana. Las putas bichas estas tienen su ritmo y se las apañan para tardar lo mismo y que no volvamos a casa hasta las ocho de la tarde."
"Uff. Tiene que ser un rollo."
Lanzó un varonil escupitajo a la hierba seca y a continuación soltó otra carcajada.
"¡ja! Pues sí, es un coñazo pero tengo mis distracciones, mira" de otro bolsillo del mono sacó una pequeña radio para escuchar con auriculares que sostuvo bajo mi nariz sujetándola con unos dedos bastante sucios "Estoy al tanto de la información internacional, chaval. Me entero de lo que pasa en China antes que los putos chinos."
Después y sin dejar mucho espacio para mi respuesta, sacó de otro bolsillo un pequeño lío de papeles doblados y me los pasó por delante de la nariz sin dejarme ver demasiado.
"Ves, y esto son cartas de mi novia. Ella es muy lista, está estudiando fuera y le he dicho que me escriba cosas guarras para poder pajearme pensando en ella. No veas lo cerda que es la tía, me tiene hasta asustao porque lo que me cuenta es peor que una peli porno, tío....así que ya ves como paso la vida:, oyendo las noticias y haciéndome pajas, ¿qué te parece?" 
Teniendo en cuenta el escaso tiempo que teníamos de conocernos, aquella muestra de desmedida confianza me desbordó y fui incapaz de hacer nada más que pensar en alguna forma de salir corriendo de allí. Tampoco fui capaz de decir una palabra, y quizás por ello el tío me guiñó un ojo y preguntó:
"Que pasa, ¿que no te lo crees? ¿quieres que te lea una?"
"¡No!" exclamé con prudencia pensando con terror a donde nos podía llevar esa situación.
El otro lanzó una risotada y volvío a guardarse las cartas en el bolsillo.
"Vale-vale, no te acojones...que además es una cosa muy íntima y personal y no estaría bien léerselo a nadie...pero vamos, me has entendido...que con las putas vacas pasas mucho tiempo sin ver a nadie y al final acabas hablando solo,¿sabes?"
Sin esperar respuesta se levantó de un salto y se metió a la semioscuridad del interior del pajar para dejarse caer en medio de una pila de viejos sacos vacíos, en la que apenas le iluminaban media docena de oblicuos rayos de sol llenos de un ingrávido polvo dorado. Una vez allí tumbado metió una de sus manos dentro del mono abierto hasta alcanzar su entrepierna, puede que solo con el único fin de rascarse, pero volvió el rostro hacia mi, su mirada se tornó tan oblicua como los haces de luz que le rodeaban y con un susurro ronco dijo:
"...como no pase pronto este verano voy a volverme loco, tío..."
No puedo sacar ninguna conclusión de lo que podría haber pasado a continuación, solo puedo decir que me di impulso, bajé de un salto desde la ventana al exterior y salí corriendo bajo el sol intentando poner la mayor distancia posible entre aquel individuo y yo.
¿Que porqué?...pues no lo sé...
...Agosto continuó adelante, y muchas más tardes espié el imperceptible movimiento del rebaño y las evoluciones de aquel hombre, pero nunca volvió a acercarse. Poco a poco la impasibilidad y la inercia de las vacas a su alrededor terminaron por atraparle y le veía de pie en medio de la era con un sombrero de paja, unas gafas de sol y los auriculares de la radio en las orejas.....ahora estaba aquí, un minuto después sin parecer que hubiese dado un solo paso estaba unos metros más allá y si no estaba atento desaparecía de mi vista sin darme yo apenas cuenta...

No sé si esto tiene mucho fundamento como pre-experiencia sexual porque pienso que mucho de lo que hubo estaba sobre todo en mi cabeza -vaya, ¡es evidente!- y también que ahora recordándolo  para contártelo estoy queriendo ver más de lo que hubo en realidad.

¿Es que hubo algo?

Con esta entrada que andaba guardada en la recámara terminan mis historias pseudo-eróticas estivales adolescentes y en un par de días estaré listo para despedirme de este estresante mes de Julio y embarcarme en mis vacaciones de Agosto...estoy llenísimo de buenos propósitos no solo para los días de asueto sino para todos los que vienen después, a ver si no me defraudo a mi mismo...

Pero eso lo dejo para el sábado.

viernes, julio 24, 2015

EXPERIMENTOS BLOGOSFERICOS

...experimento de publicacion via movil con vistas a mis inminentes vacaciones: ¿podre asi retransmitir en vivo y en directo los momentos de emocion tremenda e insoportable?... ¿o mejor me dedico a disfrutar y me olvido de la blogosfera?

Foto: trigal castellano sorprendido relajándose al sol, en uno de mis paseos matutinos para relajarme yo también del estrés laboral...

miércoles, julio 22, 2015

PICOS


Hace no muchos días en el espacio de Driver GT leía algo en relación a los "picos" de trabajo que periódicamente le mantienen muy ocupado y con poco tiempo para nada.
Yo llevo todo Julio con uno de estos picos laborales y hasta el día 1 de Agosto que comienzan mis vacaciones no voy a tener escapatoria posible. Ahora mismo sigo padeciendo ese pico del que por sí no hay nada que contar salvo que paso más tiempo en el trabajo que en mi casa, pero de rebote esa falta de espacio para el respiro y ese exceso de obligaciones me ha generado otra serie de picos la mar de tremebundos:

 PICO DE A-TOMAR-POL-CULO-TODO-EL-MUNDO



Seguro que el primero jodido de aguantar soy yo mismo, pero aún aceptando ese concepto previo debo decir que estoy hasta el mismo culo de todo el mundo:

De los que se creen ocurrentes. 
De los que se creen graciosos.
De los que van de guays. 
De los que van de frikis.
De los que van de transgresores.
De los que hablan y no dejan hablar. 
De los que no pueden posicionarse sin demostrar su falta de respeto a las posturas ajenas.
De los que cuando hablas no te hacen ni puto caso.
De los que hablan y se encantan a si mismos.

Hasta el culo de todos. 
Solo salvo a mi mamá y eso es porque hace una semana que no la veo.

PICO DE TERROR



Lo único medianamente estimulante que ha alimentado mis emociones estas últimas semanas ha sido la segunda temporada de la serie "Penny Dreadful". 
Esta segunda entrega ha sido bastante más "gore" que la anterior en muchos aspectos pero ha contado a su favor con que todas las historias ya habían quedado contadas en la primera parte y ahora todo ha girado en torno al núcleo de la trama principal, sin los excesivos "flash-backs"-o como se diga- que aparecían en la temporada anterior. Además queda rematada de verdad, sin finales abiertos ni esas guarrradas que hacen ahora de terminarte una temporada a la mitad del momento más interesante. Claro que si quieren pueden sacar una tercera entrega, pero a mi modo de ver la historia ha quedado así preciosa y hermosamente acabada.
Y de nuevo, termino fascinado por el oscuro y atormentado personaje que interpreta Eva Green, Vanessa. Ella  por si sola justifica y da soporte a la serie entera. 
Me encanta.


PICOS MUSICALES

Ya que los seres humanos me resultan tan jodidos de aguantar la mayor parte del día, tengo que buscar refugios y el más obvio e inmediato es ponerme los auriculares y cerrar los canales auditivos a la mayor parte de jilipolleces y autocomplacencias que soporto a lo largo del día ( en ocasiones también necesitaría un antifaz para no tener que ver ni leer, pero en fin, por lo general me viene bien poder mirar para saber por donde piso ).
Sin embargo, ¡gran contradicción!: como el no desear soportar jilipolleces no quiere decir que yo mismo no sea también un  jilipollas, en mis minusculos momentos de evasión me he entretenido -y mucho- en las listas de "trendy-music" del espotifai...

...¿qué quiere decir esto de "trendy" exactamente?.. ¡de verdad es que no lo sé!



Sin embargo ahí he encontrado canciones bonitas, y como soy así de guay hoy se me ha ocurrido que las voy a dedicar:

Esta primera va para David, y la razón nada más es que la voz de esta chica noruega me ha traído a la memoria en determinados momentos a su querida Kate Bush. La versión del album es mucho más chula porque incluye como un clavicordio al final super-flipante, pero ésta no está mal.


Esta canción del Dolphin Style no sé porqué se me ha ocurrido dedicársela al Haddoquincete, igual porque tiene un rollo como muy optimista y él es un poco así... jajaja, con lo tradicionaluco que es, esto le va como a un santo dos pistolas...


Y esta tercera y última se la voy a regalar a Christian Ingebrethsen, también sin ninguna razón en especial como no sea la de que me ha traído a la cabeza algunas de las cosas que musicalmente hablando he descubierto en su blog...o bueno, nada más porque me ha salido así, yo-qué-sé, y deseearle además que disfrute a tope lo que le queda de sus vacaciones:


Este ataque repentino y no planeado de "Discos Dedicados" demuestra que no toda la raza humana me tiene tan desengañado, ¿no?...

...o que en el fondo soy un blando, porque en este post tenía pensado decir barbaridades mayúsculas y llenarlo de tacos y exabruptos con la idea de relajarme y quedarme como nuevo, y al final ya ves, me han salido casi todo cosas de nenaza, ¡que asco!

¡Si seré mariquita...!

martes, julio 14, 2015

LOS MISTERIOSOS EFLUVIOS DE UN EXTRAÑO A MEDIANOCHE: ( HOMBRES EN CALZONCILLOS 2 )


Supongo que en la pre-adolescencia, en esos años en que todavía nada es blanco ni negro y todas las expectativas permanecen abiertas porque todavía no hemos aprendido a limitarnos, es cuando mas fácil parece sentir o soñar cosas con las que años más tarde nuestra conciencia adulta no va a permitirnos ni siquiera imaginar...esto viene a cuento nada más como reflexión sobre la anterior entrada de la vaca y como introducción a este otro recuerdo relacionado también con despertares sexuales y que he titulado grandilocuentemente como...

LOS MISTERIOSOS EFLUVIOS DE UN EXTRAÑO A MEDIANOCHE



Como te conté en el post anterior, mis abuelos contaban con una preciosa y enorme casa en mitad de la sierra burgalesa y tal cual ha ocurrido toda la vida en esas circunstancias, cuando llegaba la temporada veraniega por allí rondaba un montón de moscones personal constituido en su mayoría por los novios/as y amigos/as  de sus hijos que estos traían para pasar unos días.
Entre aquellas huéspedes ocasionales se encontraba Angela, una chica delgada y con cara de pájaro que al final se terminó casando con el más guapo de los hermanos de mi madre. Durante aquellos movidos fines de semana de verano era invitada habitual y con mucha frecuencia se traía "de paquete" a su hermano Pepín. El nombre era uno de esos apodos un poco pijo que se estilan entre la gente de familia acomodada y que además no estaba nada ajustado a la realidad, porque "Pepín" no era un nene pequeño sino un tío adulto y bien plantado con aire de gigolo de película de los años 50, mirada gris un poco traviesa y una sonrisa cálida y peligrosa.
Por aquel entonces ya había acontecido el suceso de "La Vaca En El Estanque" y yo ( puede que un par de años más mayor ) me encontraba ya en posición de poder evaluar el potencial sexual de un ejemplar masculino sin prejuicios heterosexuales,...abreviando, que ya me parecía que el Pepín estaba bien buenorro. Mi falta de conocimiento sobre el tema no me hacía todavía concretar ningún tipo de fantasías hacia él, solamente ocurría que cuando le veía aparecer con ese aire de tío de mundo y esos vaqueros ajustados sentía el mismo turbador calorcillo en la parte baja de las tripas que sentí cuando ví a Emilio emerger de las aguas oscuras del estanque, cubierto de verdín como un dios pagano de la antigüedad.
Yo todavía practicaba durante los veranos mi conducta incívica y antisocial gracias a la cual prefería pasar los días acompañado por la manada de perros que había allí entonces antes que por seres humanos, y todos los ires y venires de los adultos -incluidos los potencialmente estimulantes en mi despertar sexual como Pepín- me traían un poco al pairo. Sin embargo mi abuela logró intercptarme a la hora del desayuno antes de que pudiese escaparme para pasar el día como una bestezuela y me dijo
"Este fin de semana van a quedarse aquí Angela, la novia de tu tío y su hermano Pepín y no me ha quedado más remedio que poner al hombre este en tu habitación ya que tienes dos camas...quiero decir que esta noche tienes compañero de cuarto, vaya, para que si le oyes entrar mientras duermes no te asustes, ¿vale?"
Yo a pesar de mi antisocialidad ya sabía quien era Pepín y quizás por el mentado fenómeno de la vaca en el estanque, me llené de inquietud.
"jo, ¿no puede ir a otro sitio?"
Mi abuela sonrió con esa cara de mujer de mundo que ponía cuando quería decir "podías-irte-tu-mejor-a-otro-sitio-y-yo-me-quedaría-más-tranquila" pero por ejercer precisamente funciones de abuela, respondió:
"No seas tonto. Solo va  a ser una noche y además es un chico muy discreto, ni te vas a enterar."
Me limité a dejar escapar un gruñido y salir corriendo con mis colegas caninos tratando de olvidarme del asunto con la filosofía aquella de "ya nos preocuparemos del río cuando haya que cruzarlo"...

...pero a la hora de la comida ya andaban por allí Angela y Pepín, y me quedé escandalizado al encontrar en una de las sillas de mi cuarto una camisa, un pantalón vaquero y una bolsa negra de cuero que suponía contenía los efectos personales del mozo. Por aquel entonces mi sentido de la propiedad estaba bastante poco desarrollado así que en cuanto pude me encerré en la habitación, corrí la cremallera de la bolsa y encontré en medio de un aroma a perfume masculino bastante turbador varios artículos de aseo, un pijama ligero y ¡oh, revelación!, un par de calzoncillos blancos resplandecientes en un bolsillo lateral.
Enseguida sentí pasos que se acercaban y tuve que salir pitando, pero ya sabía que aquel asunto me iba a rondar la cabeza durante toda la tarde...
...el día rodó, se desmayó en uno de esos interminables atardeceres de verano y por fin llegó el crepúsculo y luego la noche. Cuando me metí a la cama la gente "joven adulta" se había ido de copas al pueblo incluido Pepín, gracias a lo cual encontré mi alcoba de soltero-virgen intacta y sin perturbaciones externas.
"Me dormiré y ni me enteraré de que está ahí" decía para mi mismo un poco nervioso pensando en tener en una cama y a un metro de distancia a aquel chulazo...

...y en efecto me dormí, pero cuando la puerta de mi habitación chirrió debilmente a una hora indeterminada de la madrugada, abrí los ojos como un conejo y no me moví para que Pepín no se diese cuenta de que estaba despierto.
Le oí decir algo en voz baja a alguien en el pasillo que llegaba a la vez que él, y la otra persona y él rieron en voz baja unos instantes. Luego cerró la puerta con mucho cuidado y empezó a desnudarse...
...en un instante me llegaron todos los aromas que llevaba sobre su cuerpo: el mismo atractivo perfume masculino que había sentido al abrir su bolsa, un ligero olor que seguramente sería a cerveza o a ginebra y mezclado con todo, el seductor aroma de su sudor y su mismo cuerpo, completando un cóctel caliente y un poco lujurioso. Solo contaba con la luz de la luna que entraba por la ventana pero con mi vista acostumbrada en aquel momento a la oscuridad pude distinguir a la perfección todos sus movimientos: como se desembarazó de la camisa en un momento dejando su torso velludo al aire y a continuación -mientras mi corazón latía con una potencia que pensaba debería estar revolviendo en sus tumbas a los muertos- se bajó los pantalones vaqueros quedando nada más con un calzoncillo oscuro bajo aquella claridad azulada.
Le escuché eructar suavemente y reir por lo bajo como si se acordase de algo gracioso, luego sin ningún tipo de preámbulo se quitó también los calzoncillos y quedé con la tremenda visión de su culo blanco vuelto hacia mi... ¡mi primer culo!
"Que se de la vuelta" imploré a las divinas potencias y hasta a las personalidades infernales "que se de la vuelta por favor"...no hubo suerte y nadie me escuchó ( lo cual demuestra que cuando te mueres no hay nada, y si hay algún tipo de divinidad siempre está fuera de cobertura cuando intentas contactar ): en un momento se calzó solamente el pantalón del pijama prescindiendo de la chaqueta y a continuación se dejó caer en la cama con un resoplido....

...y pocos segundos después empezó a respirar profundamente como respira la gente que está dormida, totalmente ajeno a los torbellinos interiores que la visión de su cuerpo desnudo me habían provocado.

Por aquel entonces yo madrugaba muchísimo, me marchaba al monte en cuanto salía el sol y por eso según me levanté y me vestí -con un cuidado extremo para no despertar a mi compañero de cuarto- pude verle profundamente dormido, boca abajo, con la espalda desnuda y el rostro vuelto hacia la pared de manera que no pude ver su expresión para adivinar si tenía un buen o un mal sueño...
...sin embargo sí que ví en el suelo junto a la silla el bulto oscuro de los calzoncillos que se había quitado por la noche y, sin pensar demasiado en lo que hacía, me agaché...
...los cogí...
..¡.y me los llevé a la nariz!
Allí encontré todos los olores de la noche anterior ( su perfume, el sudor y el alcohol ) pero ¡ah!...por encima de todos ellos me golpeó de una manera casi física el aroma penetrante de lo que aquellos calzoncillos habían guardado durante toda la noche de fiesta...algo que sin pensar me hizo entreabrir los labios, sacar la punta de la lengua e inhalar más profundo mientras ¡oh, Madre Naturaleza! sentía que en mis partes bajas algo empezaba a hacer "plop...plop...plop" mostrando vertiginosos cambios de consistencia y tamaño...
...estuve un par de segundos con el calzoncillo guardado en el bolsillo dispuesto a robarlo para en un sitio más discreto continuar investigando las curiosas reacciones que me llegaba a provocar. Luego pensé en lo poco que iba a tardar en dejar de oler a lo que olía y en quien pensaría Pepín como único posible culpable del hurto de sus calzoncillos, así que lo dejé caer, salí de puntillas y aquel episodio quedó cerrado en el mismo momento que la puerta de la habitación se cerró a mi espalda.

...esto es la triste realidad, y por eso la noche siguiente Pepín no estaba esperándome en pelotas en mi cuarto componiendo un gesto pícaro en plan "quien-ha-estado-jugueteando-con-mis-calzoncillos" y exhibiendo una grosera erección como dicen en las novelas guarrindongas, de hecho ni siquiera creo que llegase a darse cuenta de todo esto. Era la vida real, y por eso después de aquella vez no volví a coincidir con aquel hermoso ejemplar masculino bajo ningún techo: mis abuelos fallecieron, aquella casa se vendió y todos aquellos sucesos, que entonces pude percibir como fugaces o carentes de importancia, quedaron revestidos por ese resplandor dorado con el que recubrimos los recuerdos de aquellas buenas cosas que se fueron y que sabemos que no van a volver más.


domingo, julio 05, 2015

EL INTRIGANTE CASO DE LOS HOMBRES EN CALZONCILLOS: HOY, LA VACA EN EL ESTANQUE.


Más de una vez he contado aquí que, aún sintiéndome como me siento a día de hoy muy contento con la manera en que gestiono mis impulsos de cintura para abajo, he tenido mis épocas de relaciones heterosexuales en las que me sentía plenamente satisfecho y no echaba de menos nada como no fuese la compañía de la dama que en esos momentos era el objeto de deseo de mi corazón.
Sin embargo siempre he sentido que en mi interior no estaba cerrada la puerta a una experiencia con alguien de mi mismo sexo, y aunque no fue nunca nada perentorio ni urgente que atender, me resultaba una divertida posibilidad.
...ahora, como ando ultimamente tan entretenido con estas entradas autobiográficas, voy a retrotraerme en el tiempo para buscar cuales fueron los primeros momentos en que fui consciente de que eso era así, y pienso que el recuerdo más antiguo de este tipo fue con la historia de...

LA VACA EN EL ESTANQUE



....imaginate una interminable tarde de Agosto con los saltamontes chirriando entre la hierba y el sol detenido sobre el horizonte, deslumbrante y abrasador tal como si no pensase en acostarse nunca a descansar...
Por aquellos años mis abuelos tenían una finca en las estribaciones de la sierra burgalesa, lo bastante lejos de todo como para sentir que el mundo quedaba a millones de kilómetros de distancia pero lo oportunamente cerca como para coger el coche y llegar en diez minutos al pueblo más cercano. Yo iba a pasar los veranos allí y ahora echando la vista atrás pienso que nunca he tenido un estado de tan perfecta felicidad como disfrutaba entonces:¿como podía ser posible si no tenía ni teléfono móvil, ni ordenador, ni conexión a internet y ni siquiera me sentaba un minuto a ver la televisión?...
...mis días transcurrían en plan bestezuela salvaje, corriendo por el monte con los perros, montándome esas peliculas imaginarias que nos montamos a esas edades para pasar el tiempo o haciendo qué-sé-yo, pero total y felizmente inmune al aburrimiento. 
Ya por entonces prefería el trato canino al humano y era dificil localizarme salvo a las horas de las comidas y las cenas, pero parece que aquel día me encontraba en algún lugar a la vista porque uno de mis pequeños y enojosos primos pudo acercarse hasta mi lo bastante como para decirme lleno de emoción:
"¡Se ha caído una vaca en el estanque!...¿vienes a ver como la sacan?"
El estanque era un gran pilón rectangular casi del tamaño de una piscina pequeña y se encontraba rodeado de una valla metálica, en parte para impedir que alguna de las vacas de mi abuelo que pastaban alrededor decidiese en un momento de aburrimiento saltar al agua a darse un baño pero supongo que también para evitar que alguno de los niños pudiésemos caernos dentro y morir ahogados y devorados por las ranas. Pero para aquella vaca por lo visto la valla no había supuesto obstáculo suficiente ( es que cuando a una vaca se le mete algo entre ceja y ceja, casi siempre es complicado detenerla )
"Y tu como te has enterado" espeté a mi pequeño primo con ese aire hostil con el que pretendía mantenerlos siempre a distancia.
Mi primo me mostró una gran toalla de baño y explicó emocionado en voz baja:
"La abuela me la ha dado para llevársela a Emilio...¡va a tirarse al agua para ayudar a sacar a la vaca!"
Emilio era un allegado de la familia que pasaba casi todo el tiempo allí y colaboraba activamente en las tareas que la finca originaba: un tipo de unos veintitantos años más bien guaperas con una cuidada barbita oscura, unos brillantes ojos azules y una sonrisa resplandeciente que volvía locas a las féminas de los contornos. Por lo que supe después -cuando fui lo bastante adulto como para entenderlo-, debía ejercer sus habilidades de macho.empotrador con refrescante ligereza y escandalosa promiscuidad, pero por aquel entonces para mi solo era una figura masculina más en un poco estimulante universo adulto. Sin embargo lo del rescate de la vaca me pareció lo bastante emocionante como para emplear un rato de aquella inacabable tarde de Agosto, así que solté un gruñido de conformidad y seguí a mi primo hacia la hondonada en donde se encontraba el estanque tratando de no parecer demasiado entusiasmado,,,
...cuando llegamos había media docena de hombres del pueblo discutiendo a voces alrededor del estanque la mejor manera de sacar la vaca del agua mientras que en el interior, toda verde de lentejas de agua, la vaca ( una de esas de toda la vida blancas y negras tan entrañables ) asomaba la cabeza y mugía de vez en cuando con tremenda desolación. Emilio, nuestro héroe, enfundado en el mono azul que utilizaba para las tareas de la granjas, escuchaba en silencio meneando la cabeza hasta que por fin urdieron un plan que en mi recuerdo incluía una cuerda alrededor de la vaca, los lugareños tirando de ella y...
"...y yo me meto al agua y empujo desde abajo" concluyó con un gesto serio que no tenía nada que ver con su exuberante simpatía habitual. 
"Te hemos traído una toalla" me sentí en la obligación de decir, a lo cual él respondió con una sonrisa y sin decir más se bajó la cremallera del mono y tiró de él hacia abajo quedándose en calzoncillos delante nuestro...
...apenas tuve tiempo de procesar los complejos mecanismos internos que se me pusieron en marcha al entrever su cuerpo, tan blanco en contraste con el vello oscuro que cubría ligera pero oportunamente algunas partes de su cuerpo: al segundo siguiente, con la elegancia propia de un deportista olímpico se tiró de cabeza al agua y apareció un instante después tras el trasero de la vaca...
Toda la operación de rescate del animal duró un buen rato y no puedo dar muchos detalles de ello porque una parte de mi, algo de lo que no tenía noticia hasta entonces, solo estaba pendiente del momento en que Emilio volviera a salir del agua para poder volver a sentir esa extraña pero agradable sensación que me recorrió al verle dejar caer el mono azul en el suelo.
"Dame la toalla, enano" espeté a mi primo.
"Jo, pero la he traído yooo" lloriqueó como una nena, y tuve que sacar mi lado amenazador:
"O me la das o vas al agua detrás de él"
Gracias a estas sutiles tácticas de extorsión cuando por fin la ternera logró poner sus cuatro pezuñas en tierra firme para salir trotando en busca de sus insensibles compañeras de rebaño, yo estaba esperando a Emilio con la toalla al borde del estanque.
A él también tuvieron que ayudarle a salir un par de hombres tirando de sus brazos, y cuando emergió cubierto de redondelitos verdes, con sus ojos azules brillantes y esa sonrisa compitiendo con el sol del atardecer me quedé sin habla.......pero si he de ser franco, no fueron los ojos azules ni la sonrisa lo que me dejaron petrificado, sino el efecto que la humedad del agua había causado en el slip blanco de Emilio: ahora se adhería a sus nalgas dejándolas casi del todo visibles y por delante la tela mojada colgaba un poco demasiado por debajo de su ombligo dejando ver mucho del vello oscuro que había más abajo y transparentando de una manera turbadora lo que se ocultaba más allá. Creo que debí desplegar dos palmos de lengua mientras le contemplaba repasar con la toalla cada centímetro de aquella anatomía, hipnotizado viendo correr diminutos riachuelos de agua entre el pelo de sus muslos y la forma increíble en que con cada movimiento los músculos de su cuerpo se deslizaban bajo su piel.
Cuando terminó de secarse me soltó la toalla dándome un amistoso golpe con ella en el pecho, y sin pedirme permiso se enfundó otra vez el mono azul,volviéndose a hablar con los hombres del pueblo y  relegándome de nuevo al limbo de invisibilidad en el que los adultos suelen colocar a los niños. Aunque supongo que no sería yo tan niño si fui consciente de esa forma en que mis tripas parecían disolverse ante la visión del cuerpo de aquel tío en calzoncillos, ¿verdad?...

En cualquier caso la historia ( o no-historia, no sé ) acaba aquí. Si pensabas que esa misma noche Emilio visitó mi alcoba y me inició en los secretos del sexo gay, estás por desgracia equivocado/a, de hecho ni siquiera puedo asegurarte que esa misma noche yo mismo me acordase ya de la historia de esa misma forma tan "subliminalmente sexual". 
Emilio se casó muy pronto, tuvo un buen puñado de nenes, se divorció muy pronto por culpa de esa perniciosa vocación suya de empotrador antes mencionada, y ¡desde luego  también muy pronto! se fue "al otro barrio" a una edad relativamente temprana, dejando una legión de corazones femeninos destrozados...
Y a mi, sin siquiera proponérselo, me dejó gracias a la imagen de aquellos muslos peludos cubiertos de limo y verdín, iniciado en  los terrenos resbaladizos del amor...