miércoles, diciembre 16, 2020

UN TEMA DE NARICES


Cuando por aquí decimos "¡vaya tema de narices!" queremos dar a entender que es un tema peliagudo, delicado y/o difícil de resolver o de tratar. En este caso no sé si es una cosa banal o si tiene tras de sí más importancia de lo que parece a simple vista...tampoco sé si es pertinente tratar el tema ahora en plena época de Adviento, en la que seguro hay otras cosas más apropiadas de las que hablar (viste la decoración navideña del blog, ¿verdad?...¿no me estoy volviendo con los años asquerosamente comedido y sobrio en estos temas?).
Sea como sea, es lo que se me cruzó por la cabeza en este probablemente penúltimo post del año y allá voy con ello. He observado en mi mismo algo muy curioso y se trata de lo siguiente: tras tantos meses con los rostros de todo el mundo cubiertos con las mascarillas, ahora cuando veo la nariz de alguien.......¡pues que me parece horripilante! Y no es cuestión de "oh qué mala persona, ni se protege a si mismo ni protege a los demás contra el virus", no. Es que ahora me resulta un apéndice ¡feísimo! y tanto cuando se lo veo a un extraño como a un allegado, puessss ¡puf! siempre concluyo que están mejor con la nariz tapada. La única excepción a este espinoso y narigudo tema es Elmer: Elmer es un sueco -has oído bien, ¡sueco!- que está pasando una semana en mi ciudad por asuntos laborales y a quien he tenido ocasión de conocer justo en ese poco cálido ambiente de trabajo. Elmer es rubio con los ojos azules como corresponde a un sueco de manual, además tiene una apetecible barbita rubia, un rebelde mechón de cabello que tiende a caerse sobre sus ojos y una nariz perfecta en aspecto y dimensión, a tono con el resto de su bien proporcionado organismo.


He caído profunda y por fortuna temporalmente enamorado de Elmer, algo que se me pasará en cuanto le pierda de vista y abandone las tierras españolas. Ha sido un poco así como un inesperado regalo de Adviento, un Adviento que por otra parte también está siendo inesperadamente bueno para mí en muchísimos aspectos, ¡quién iba a decirlo después del año que llevamos!...pero vaya, mi pregunta es: ¿no os sentís traumatizados también ahora por las narices ajenas cuando se os aparecen delante después de tanto tiempo sin verlas? ¿O será que me estoy volviendo majara por las ganas de comerle la nariz y el morro al Elmer?
Para que luego me llamen insustancial, que es esto un blog sesudo y da mucho para pensar, jajaja.
Ahora una cancioncilla propia para esta semana pre-navideñas...


...y nada más...¡Feliz Adviento a todos! ¡Y ánimo que el 2021 ya está casi ahí!

4 comentarios:

  1. Bueno, pero claro que he notado tu tono navideño en la cabecera del blog. Que ya querría yo que mis fiestas fueran celebradas así.
    Y con lo de las mascarillas, pues que me parecen todas Moras. Que no les veo sino los ojos. Con lo de lavarnos las manos constantemente y taparnos la cara, ahora todos parecemos musulmanes.
    Por lo del Sueco, pues no te culpo. Que los rubios se me dan...
    Feliz adviento Angelillo!

    XOXO

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  2. Me encanta la nueva cabecera del blog. Así deberían de ser todas la navidades.
    Oye, y con el Elmer este de nariz perfecta, ha llegado a haber algo.....?Ya le has dicho que lo que pasa en Burgos se queda en Burgos....?
    Yo no me fijo mucho en las narices, soy más de mirar....a otra parte,pero si que es cierto que la nariz da un juego muy estimulante según como la uses. Y hasta ahí puedo leer.
    Pasa muy buenas fiestas Angelito. Un fuerte abrazo!
    Hotdardo 🎯

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  3. Las mascarillas tapan pero dejan entrever rasgos faciales que a veces son sugerentes. Cuando se da ese caso me da pena no poder ver toda su cara completa, por si aparece algún chico como el sueco que tú describes.

    Un saludo y felices fiestas. Disfruta todo lo que el confinamiento te deje, o nos deje.

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  4. Hombre, pues queremos fotos de Elmer! ¿Ha habido algo de suerte con él?
    ¡Qué extraño que te disgustan las narices ahora!

    PS: Claro que noté la nueva cabecera del blog!

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