domingo, septiembre 13, 2015

ENCUENTRO CON EL ANGEL CAÍDO



Es mediodía, hoy ha remitido el calor y por el cielo corretean alborotadísimas unas grandes nubes blancas de panza algo gris que presagian una tarde inestable 

P, J y yo llevamos toda la mañana entregados a tareas aburridas y poco gratificantes ( como no sea por el hecho de haberlas terminado ), y hemos decidido parar a tomar un chisme antes de comer para darnos una pequeña recompensa. El bar lo atiende un tipo rubiales con rastas extremadamente cálido con todo el mundo, lo cual hace que por allí pasen tanto cuadrillas de viejetes para tomarse el vinito  del mediodía como jovenes de lo más variopinto a beber cerveza y relajarse un rato. La selección musical es de lo más ecléctica, abundando sobre todo en rap y el ska pero a unos volúmenes moderados que dan calorcito a la atmósfera sin perturbar el tímpano de nadie.

Pedimos nuestras bebidas, nos sentamos en una mesa y apenas estamos instalados reparo en el tipo.
Es un chico medio rubio con barbita bastante alto y delgado, que sujeta una cerveza en la mano y parece tener problemas para estar quieto en el mismo sitio un par de segundos seguidos. Va y viene sin parar de un grupo a otro de gente y hablando en voz alta, gracias a lo cual va recibiendo mayormente miradas de indiferencia cuando no alguna palabra malsonante. Me extraña porque a pesar de su expresión algo abstraída -esa que le deja en el rostro lo que sea que se ha  tomado- es tremendamente guapo y a la gente guapa parece que cuesta más responderla con malas maneras, ¿no?, 
El tipo corea a voces unos instantes una canción de las que están sonando, luego se sienta solo en una esquina de la barra, vacía un puñado de monedas sobre el mostrador y pregunta:
"¿Me llega para otra cerveza?"
El tío de las rastas echa un vistazo a las monedas, asiente con una de esas agradables sonrisas suyas y abre otro botellín delante suyo no sin antes decirle
"...pero pórtate bien, ¿vale?"
El guapo enseña un pulgar apuntado al techo, le sonríe también pero de un modo mucho más soñador y vuelve a concentrarse en sí mismo.
...un par de minutos después se sientan a su lado dos tipos de esos trajeados con aire seguro que hablan en voz alta y ocupan su propio espacio de una manera un poco avasalladora. El chico guapo le pone la mano en el hombro a uno de ellos para decirle algo y el otro se sacude su mano de encima con brusquedad, respondiéndole algo que no puedo oir desde donde estoy pero casi puedo sentir las pequeñas gotas de saliva que caen sobre la cara del guapo mientras el tio supongo que le manda a tomar por el culo y le avisa de las consecuencias si vuelve a ponerle la mano encima.
El guapo retrocede con el aire de un perro asustado, murmura una disculpa y sale a la calle para sentarse en la acera y quedar con la cabeza hundida entre los hombros, tal y como si el peso de lo que le rodea se hubiese hecho de repente demasiado grande para soportarlo...

P y J han estado todo el tiempo charlando animadamente entre ellos y solo ahora parecen haberse dado cuenta de que yo, abismado contemplando las evoluciones del chico por el local, no he dicho ni una palabra. Hago el intento de integrarme en la conversación pero mi vista vuelve una y otra vez al guapo mientras me imagino a mi mismo sentándome a su lado, preguntándole que le pasa y seguramente dándole algo de dinero mientras le intento decir algo reconfortante y prudente, todo nada más por sentir una mirada de agradecimiento hacia mi en sus ojos...

...entonces una vocecilla interior -mi ya conocido yo hijoputesco podríamos decir- se encarga de vociferar: "¡Pero si serás maricón!...vaya asqueroso sentimiento de solidaridad con el género humano tienes tú."
"Ah, ¿sí? " me respondo tratando de parecer indignado "¿Y eso porqué?"
"Pues porque si el tío desestructurado en vez de ser un hombre joven y atractivo fuese un viejete feo y gordo seguro que no le hubieses ni mirado dos veces a la cara. ¿Tus sentimientos caritativos van en consonancia con lo follable que sea el individuo?"

...no pude decirle que no porque...¡era cierto!

Me terminé mi bebida un poco deprisa y animé a P y J para ponernos en marcha e irnos a preparar la comida.
...al salir tan solo me permití dirigir una mirada de soslayo a mi angel caído, que continuaba con la cabeza hundida como si todo el universo descansase sobre sus hombros. Sin embargo al escuchar movimiento levantó la vista y su mirada terminó por encontrarse un momento con la mía... me hizo sentir dolor ver que aquellos hermosos ojos estaban tan vacíos como si fuesen de cristal y que tras ellos no había absolutamente nada.

Aquello solo duró un segundo, pero bastó para contagiarme ese vacío y conseguir que se me metiera dentro y ,,,y allí se ha quedado, creciendo y oscureciéndome por dentro durante el resto de la tarde...

18 comentarios:

  1. En su momento me pasó algo parecido: esa noche salí con tres amigos pero uno se volvió pronto a casa porque madrugaba al día siguiente porque participaba en una carrera. Los demás fuimos a un local nuevo para ver el ambiente y había un chico bastante drogado que se dedicaba a hablarle a todo cristo, nosotros inclusive. En una de estas que me dejaron solo porque uno de mis amigos se fue a la calle a llamar a su novia y el otro estaba ligando con las féminas del local se me acercó y después de hacerme un resumen de su biografía me pidió dinero. Le contesté que yo no financiaba adicciones y que no fuera tonto, que era muy simpático y estaba tirando su vida por la borda y que si salía de ese mundo seguro que todo le vendría rodado. Pareció desilusionado por mi negativa pero me dio las gracias porque según él nadie le había hablado tan claro de su situación.

    Espero que haya remontado el ánimo. Buena semana y abrazotes.

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué sensibilidad más exquisita! Yo le diría a tu yo cabroncete que más allá de las fantasías follesquiles, tiene a su lado un tipo con un corazón inmenso capaz de reconocerse por instantes en otros seres quizá tan adorables o más que uno mismo pero que por las circunstancias están ahora envueltos en la espesa niebla del vacío. Sé lo que significan esas miradas...; y tú lo describes muy bien. Un abrazo incombustible y ya casi otoñal :)

    ResponderEliminar
  3. Anónimo8:53 a. m.

    Ufffff. Hay veces que la neurona hace click, se activa, se pone a pensar y tela...

    Nadie está libre de tomar una mala decisión (algunas ya están viciadas desde el inicio -darle a las drogas-; otras, con buen propósito -avalar un préstamo imposible o meterse en un negocio-aventura sin red de seguridad_) y, en un visto y no visto, verse arrastrado a la miseria. Personalmente es algo que me da miedo porque creo que es algo que le puede pasar a cualquiera y que, o está muy atento, o ni te enteras.

    ¿Por qué a veces se activa la neurona y a veces no? No creo que sea por el atractivo, la verdad, sino por algún gesto o porque hay días que uno está más perceptivo. Ni idea. Pero pasa.

    ¡Buena semana!

    ResponderEliminar
  4. Ayyy cuando a mi un-angel le da por tirar de talento, me ha encantado tu post, que lo sepas, ya no solo en la forma (que mucho) si no en el fondo, y es una reflexión que nos podemos hacer todos, ¿nos ha impactado más la foto de Aylan que la de los cientos de niños negritos que llevamos viendo décadas porque se parece a nosotros en rasgos y vestimenta y podría ser cualquier hijo o sobrino nuestro?.
    Tal vez tu mirada inicial hacia el chico que fue por su belleza, pero tu sensibilidad y humanismo ahí estaba, tal vez tu lado hijoputesco te quiera decir que solo fue por tu primera impresión, pero yo quiero pensar que si hubiera sido un hombre mayor y feo, antes o después hubieras tenido la misma reacción, es más, estoy seguro de ello.
    Abrazotes

    ResponderEliminar
  5. A mí me suele pasar más o menos lo mismo.

    No sé por qué, pero con el tema de la mendicidad me suele invadir la desconfianza. Si les doy dinero me siento mal y si no se lo doy también.

    En el caso de los drogadictos, quizás lo sienta menos. Quizás porque el caso más cercano (el de mi vecino) veo que no tenía que haber llegado a eso y que se jodió la vida el solo. No le falta la comida ni el techo pero necesita financiarse sus adicciones.

    Aunque lo cierto es que no me suele afectar el hecho de que sea un chico guapo, no me suele condicionar a la hora de actuar, sobre todo viendo la actitud que muestra.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Christian:
    Creo que en este caso yo trataba de hablar más de la falsa moral que mostramos ante determinadas situaciones y de como tratamos de justificarnos a nosotros mismos cuando no hacemos algo que en parte pensamos que deberíamos hacer. Tú en tu caso funcionaste con la misma sinceridad ( esa tan demoledora, jaja ) con la que la funcionas normalmente y en definitiva pienso que es la mejor postura.
    Abrazos y muy buena semana guapo.

    ResponderEliminar
  7. Maricarmen:
    Eres un amor, porque lees lo que escribo y terminas sacando la mejor conclusión posible acerca de mi mismo y yo te lo agradezco pero en realidad no estoy nada convencido de que al final no sea el diablillo hijoputilla de mi hombro izquierdo el que está en lo cierto, jajaja...
    Un abrazo grande con vistas al inminente otoño, so guapa.

    ResponderEliminar
  8. Haddoquincete:
    Es totalmente así. Hay veces que uno se mueve por el mundo sin ver a nada ni a nadie concentrado en sus propios rollos personales, y en cambio hay otras veces que como dices tú una neurona hace "click" y dejas que la realidad circundante te invada en plan marea oscura y de pronto eres mucho más consciente ( dolorosamente consciente a ratos ) de lo que pasa a un par de metros de ti y también de tu incapacidad para arreglarlo.
    Como dices tú muy bien la estabilidad del pequeño mundo personal de cada uno es tremendamente precaria, y muchas veces pienso en que la gente que recorre sus vidas de una punta a otra sin catástrofes ni enormes desgracias personales tienen el mismo mérito que esos funambulistas que cruzan alturas imposibles sobre una cuerda armados nada más que con una pértiga para mantener el equilibrio. Es que tal como es la vida, cruzar de una punta a otra de la cuerda personal sin haberse defenestrado en el camino te convierte en un heroe sin darte apenas cuenta, ¿no?

    ResponderEliminar
  9. Desgay:
    Tü eres un chaton, jajaja y por eso sacas esas conclusiones tan positivas sobre mi mismo...pero en lo que dices hay algo muy cierto y es que cuanto mayor sea nuestra proximidad ( étnica, social, cultural ) o nuestra afinidad con la persona que tiene el problema, más rápida y sencilla es la respuesta. Y al final creo que de lo que venía a hablar todo esto es de lo voluble que es nuestro sentimiento de solidaridad con el prójimo, que si ves a un chico rubio y guapo con un perrito tocando la flauta en una esquina se te ablanda el corazón para echarle la monedita o preocuparte por su situación, pero en cambio si es un indigente de los de toda la vida que no huele demasiado bien, es desagradable a la vista y demuestra una actitud antisocial, uno mira para otro lado y trata de poner distancia lo antes posible.
    Como dices tú quiero creer que aunque tardase un poco más terminaría con empatizar también con el viejete feo pero en esto al igual que en tantísimas cosas más soy tremendamente falible y tan humano -en el peor sentido de la palabra- como el resto.
    Abrazos y buena semana, majetón.

    ResponderEliminar
  10. David:
    Yo tampoco estoy muy seguro de si se le hace un favor dando algo a la persona que pide dinero, ni si se lo estás haciendo si no se lo das. En cualquier caso creo que el asunto-y vuelvo a decir "creo" porque como te dije el otro día muchas veces no estoy seguro de si hay alguna intención clara cuando me hago el propósito de escribir aquí algo- más que la reacción es la actitud con la que uno se enfrenta a la gente que te aparece con estos problemas...
    ...pero no, en este caso el impulso de escribir esas líneas fue más la sensación que me produjo algo que no hice o algo de lo que pensé que me hizo sentir mal y la única manera que se me ocurrió de aliviarlo fue escribirlo.
    El valorar después las razones por las que la gente llega a estar tan mal como está y si estas le hacen más susceptible de recibir la solidaridad o compasión de su prójimo pues es algo demasiado peliagudo de tratar y seguro que yo no soy el más adecuado para hablarlo, jajaja.
    Un abrazo y que la semana sea muy buena y muy fructífera ;-)

    ResponderEliminar
  11. que hermosa entrada. pura poesía. difícil la situación y muy trágica. de algún modo sabemos conscientemente que todas las vidas humanas son sagradas y tienen el mismo valor pero cuando la tragedia golpea a la gente bonita todo parece mucho mas dramático. Esa ventaja tenemos los feos, que hasta las desgracias nos quedan mas prosaicas y no hacen tanto relieve. En todo caso, hermosa entrada

    ResponderEliminar
  12. Blackmount:
    Jajaja es verdad, a los feos parece que nos quedan más "apropiadas" las tragedias, y aunque tu lo has expresado desde el punto de vista cómico, algo de lo que yo quería decir aquí es justamente lo terriblemente equivocada que es esa idea porque como dices todas las vidas son sagradas, tienen el mismo valor y por tanto deberíamos ser igual de sensibles en todos los casos a su desgracia.
    Abrazos, amigo.

    ResponderEliminar
  13. Tas tierno, ¿eh?
    Este otoñoooo

    ResponderEliminar
  14. Anónimo9:48 p. m.

    Pues me ha gustado la historia de ese chico.
    Sip.

    besos.

    ResponderEliminar
  15. Mochín:
    Ay no sé...¿será por ternura?...jodío otoño.

    ResponderEliminar
  16. rincondetatojimmy:
    ¡Hala que sorpresa!
    Pues me alegra mucho que te guste la historia y también tu visita.
    ¡Un saludo!

    ResponderEliminar
  17. A veces es inevitable, que un chico sea atractivo predispone a ayudarle más en lo que sea. Luego es verdad que si te das cuenta de ello te sientes una mala puta.

    ResponderEliminar
  18. Mugen:
    ...pues sí, en síntesis había un poco de eso de la mala puta ahí...

    ResponderEliminar