martes, mayo 13, 2014

ANGEL KITCHEN'S: HOY, TARTA DE TRES CHOCOLATES



Hoy ( bueno, cuando quede publicado será ya "ayer" ) teniendo el único día libre en toda la semana que viene por delante, me he decidido a experimentar la famosa "Tarta de tres chocolates" cuya receta me facilitó el Sr. Mocho a través de ESTE ( pincha en "ESTE" ) enlace, en el que la vas a poder perfectamente explicada paso a paso con todos los consejos necesarios para no equivocarte y que te quede divina.
Yo por tanto no voy a repetir aquí todo lo que se te cuenta tan bien en ese lugar, nada más voy a contar mi experiencia con el tema para evitar que cometas los mismos errores que yo he cometido y escarmientes en cabeza ajena antes de echar a perder un montón de materia prima, jaja.
¿Cuales fueron los errores?

1- HACER LA COMPRA DE MEMORIETA

Pues no, por mucha confianza que tengas en tu buena memoria, si se te ocurre la flamante idea de hacer la tarta mientras haces la compra en el super, NO hagas como yo, que pensé que recordaba muy bien todos los ingredientes y me lancé a por ello así a lo loco. Por ello:
- en vez de tener 125 gr de cada tipo de chocolate, tenía tres tabletas cada una de un peso distinto y solo una con la cantidad prescrita en la receta.
- en vez de tener un litro de nata, tenía tres cartuchos de esos pequeños que no-sé cuanta nata tienen (¿200 mililitros? ), en total, casi la mitad de la nata estipulada.
- no recordé la cuajada.

2-PREPARAR LA TARTA EN CASA DE LA PROGENITORA

Tus proyectos más queridos siempre deben gestarse en un ambiente con las vibraciones positivas adecuadas, por tanto de nuevo NO HAGAS como yo:
El complemento de la "flamante idea" era ir a casa de la progenitora, comer por la filomatic y una vez recogidos los platos, anunciar mi proyecto culinario.
El poco estimulante "hombre, tú por aquí" de bienvenida no me desanimó ( aunque una madre NO debería nunca recibir a un hijo con tan mala correa ): yo me mostré encantador, apliqué todo lo que pude del cocido que encontré preparado quejándome solo una vez de los pocos garbanzos que había ("no esperaba invitados" respondió la progenitora con su cara de "no-me-tires-de-la-lengua-que-la-vamos-a-liar") y esperé a que mi anfitriona dejase todo limpio y recogido para comentar:
"Vaya, pues casualmente he traído unas cosillas para hacer un experimento repostero, ha-ha-ha"
La progenitora me miró como si tuviese un cuchillo escondido en la espalda -ella, no yo- y respondió:
"¿repostero?... pero si hoy es lunes."
"Sí, ¿y?"
"Será algo simple, ¿no?"
"Una tarta"
"¿Tarta?...pero si no es fiesta"
"No, pero ¿porqué esperar a las grandes ocasiones?" suspiro intentando contagiar mi ánimo positivo.
"No sé. Yo tengo el dulce contraindicado con vistas a la operación bikini. ¿Vas a comerte tú el resultado?"
Era cierto, no tenía a mi conejillo de Indias habitual -mi hermano pequeño- que se come hasta las cortezas del melón que se suelen echar a los cochinos si se las presentas con picardía. ¿Qué hacer?
Pues perseverar, claro, no soy hombre que se desanime facilmente. Desplegué mis ingredientes sobre la encimera de la cocina y luego fingí apuro:
"Vaya, olvidé la cuajada...no tendrás tu unos sobres por ahí, ¿verdad mami querida?"
Mami querida resopla, suda y se va al baño: eso quiere decir sin duda que los tiene y no está dispuesta a decir nada sobre su paradero.
Es una maniobra inútil porque diez minutos después los tengo en mi poder.
 "ah-ja-já, picara, los tenías y no querías decir nada, ¿eeeeh?"
Progenitora se retira a sus aposentos.

3 - CUANDO DICE "MOLDE DESMONTABLE" QUIERE DECIR "MOLDE DESMONTABLE"

No tengo robot de cocina y tengo que machacar las galletas por un procedimiento rústico:


...no quedó fino según la romántica definición de "como arena de la playa" pero vaya, tenía un pasar.
Cuando quise colocar la galleta con la mantequilla ya incorporada en la base de un molde descubrí otro inconveniente: ¡zas, no tenía molde desmontable!...¿será igual en uno de silicona que no se pega nada?...no se pierde nada por probar:


¿Como?¿que te suena de algo?...¡pues claro, es el fabuloso "Molde de Corona" que compré en el chino y que tan buenos resultados me dio con el tocinillo! ¿tan diferente va a ser la tarta del tocinillo?...baaah, nooo.

4 - RESPETA LOS TIEMPOS

No me gusta hacer nada en general que requiera largos periodos de inactividad, por ello apenas dejé la base de galletas y mantequilla lista, empecé con la capa de chocolate blanco: leche y nata en una proporción de 500 ml que claro, redondeo a ojímetro calculando que un vaso de agua es un cuarto de litro ( porque el vaso medidor que hay en toda cocina preparada estaba lleno del caldo que había sobrado del cocido...¿maniobra premeditada de la progenitora?...no quiero pensar mal ). Luego añades el chocolate blanco troceado, el sobre de cuajada y chup-chup, se lleva a ebullición.
Primera cosa que debes hacer y yo no hice: disolver bien la cuajada en la leche antes de mezclarla con lo demás, si no esos polvos se ponen de acuerdo para formar pequeñas bolas blancas muy dificiles de deshacer cuando el asunto ha arrancado.
Segunda cosa que debes hacer: vigilar el cazo. Yo, siguiendo los principios de "masterchef" en los que dicen que la cocina debe estar siempre limpia y recogida, me puse a fregar lo poco que había manchado hasta entonces. Con tanta dedicación que solo volví mi atención al cazo cuando oí un "fusssss" y ví que la leche había subido y se había desbordado...¡horror, la vitro de la progenitora! ¡y mi primera capa!
Para más horror la mezcla se había pegado al fondo del cazo  y al volcarla sobre la galleta cayeron cositas marrones...¿o era la galleta del fondo que había entrado en flotación por no haberla enfríado bastante rato?
Esta es la capa de chocolate "blanco" tal cual cayó:


Capa de chocolate con leche.
Escarmiento de mis errores, disuelvo la cuajada en la leche dentro de un vaso y luego lo pongo todo en el cazo. Además me concentro dando vueltas al mejunje y mirándolo fijo como si quisiera transmitirle algo telepáticamente... tanta atención resulta efectiva porque no noto nada pegado al fondo del cazo cuando al fin el asunto hace chop-chop. 
La receta dice que debes arañar la superficie de la capa que ya está en el molde con un tenedor para que lo que vas a echar ahora "no se deslize" sobre lo anterior, y verter luego el líquido despacito sobre un cucharón para minimizar las consecuencias del impacto... bueno, lo del tenedor no funcionaba, la capa de chocolate blanco solo había generado una minúscula telilla en la superficie que se fue a tomar viento cuando empecé a enredar yo encima.
Me encomiendo a San Jordi Cruz y echo la segunda capa.


Capa de chocolate negro.
A estas alturas soy un profesional de las capas, y mis experiencias son mucho más positivas que con las anteriores porque YA SÉ como funciona el asunto y como debo manejarme,
También he llegado a la conclusión de no repetir este experimento nunca más, jaja.


5 - NO MUEVAS LA TARTA DURANTE EL CUAJADO

Pues sí, no debes olvidar el tema de no mover tu molde durante un buen rato hasta que la tarta se enfríe y asiente.Yo no lo dejé en un lugar muy adecuado ( "en toool medio" que se suele decir ), así que cuando la progenitora se levantó de su siesta y me contempló con cara de "no-lo-he-soñado-de-verdad-está-aquí", luego miró a mi creación y dijo:
"¿y esto?"
" no se puede tocar" declaré rotundo.
"como que no se puede tocar, y entonces encima de donde voy a preparar la cena, ¿en mi mesilla de noche?"
Creo que en el fondo lo que mi progenitora intenta conseguir es que deje de aparecer por aquí para organizar mis experimentos culinarios...

....y al día siguiente.....

Claro, debo ser consecuente y exponer los resultados para que sepas qué puede ocurrir si no haces las cosas como las tienes que hacer:
¿Sabrá a chamusquina la capa de chocolate blanco tras haberse agarrado al cazo cual gato al techo de una perrera? ¿Se desmoronará el asunto al volcar mi molde de silicona sobre un plato? ¿Se irán al carajo las capas tan cuidadosamente trabajadas por no haber vigilado las proporciones de los ingredientes?
...pues bien, hace escasos minutos sin pensármelo mucho he agarrado el asunto, le he dado la vuelta sobre un plato y....¡este es el resultado!:


¡Celebration!


Vale, está del revés con la galleta encima, pero ¿a que quedó chula?
Todavía no tengo victimas comensales a la vista para que me hagan una cata objetiva y sobre todo constructiva porque la progenitora se ha marchado a la pelu (  precisamente hoy tenía pelu...¿casualidad?), pero como la ocasión anterior, los resultados gustativos irán en comentarios...

Ay cuantas fatigas me está dando esta sección y solo lleva dos entregas.

Esto me pasa por no haber visto Eurovisión el sábado, entonces no tendría que haberme metido en estas movidas para tener algo que contar, ¿ves?


9 comentarios:

  1. Jaaaajajajajajaja.

    Mira que lo dije yo en mi receta, que esperar a la ebullición es algo que se debe hacer de forma paciente porque si no se quema, pero tú halaaaa, nadaaaa, sólo a seguir el instinto.

    Muy chulo lo de la galleta encima.
    Era "como arena DE RÍO", que es más basta que la de playa.

    Y a todo esto, imagino que sabría de rechupete, ¿no?

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  2. Anónimo10:18 a. m.

    ¡Denrevés*, pero ha quedado preciosa! Y de sabor es imposible que con lo que lleva sepa mal... Te mereces al menos los oit points. Va, venga, los doce.

    ¡Ese estado positivo, esa perseverancia! Efecto Clay...

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  3. Mocho:
    Es cierto, debí repasar tu post otra vez porque al hacerlo "a toro pasao" me di cuenta que ya señalabas las posibles cosas en las que uno podía tropezar como por ejemplo lo de la paciencia con la ebullición en vez de dejarme llevar por los instintos así a lo loco...
    Y sí, a pesar de los pesares, ¡salió de rechupete, jajaja! El problema es que al ser la capa de galleta más dura que las de debajo, hay que cortar con cuidado para no terminar con el trozo de tarta que vas a servir espachurrao...pero si se hace con cariño se consigue :)

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  4. Haddoquin:
    ¡gracias por los doce, capi!
    Que pena no poder mandarle por correo urgente una porción para que constate que no solo estaba bonita sino que además sabía rica...
    Ay Clay, cuanto me hace de sufrir, tanto hablar me vuelve la cabeza loca. Menos mal que al lado sale el texto de lo que va diciendo, porque sin esa ayuda creo que ya habría tirado la toalla...
    y la cuestión es que él mismo (Clay) también está rico, ¿no?...ainsss, paso tanto rato mirándole y esforzándome en entenderle que ya estoy medio enamorao...¿estaré resilienciando?

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  5. A todo esto, ¿qué dijo tu señora madre?

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  6. ¡jajaja!
    Le jodió reconocerlo pero tuvo que admitir que tenía mucha mejor pinta de lo que sus negros pronósticos habían vaticinado.
    Aunque también añadió: "¿te imaginas que estupendo si preparases esto EN TU CASA e invitases allí a tus amigos?"...vamos, que tengo que pedir un presupuesto para reformarme la cocina pero YA, porque algún día vendré con la bolsa de la compra y una estupenda idea en la cabeza y me encontraré con que ha cambiado la cerradura de la puerta.

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  7. Pues el resultado final tiene pintaza, me apunto la receta para intentarlo y todo.
    No me digáis que el profesor del curso de la resilencia está bueno? Ayyyy y yo sin apuntarme.

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  8. Desgayficando:
    No es demasiado complicada la receta, pero te recomiendo que releas la versión-Mr-Mocho con capas de tres colores porque los consejos que da son MUY útiles para no meter la pata en todo en lo que la metí yo. Y aún así me salió buena, tiene que ser simple :)
    El profe no es que esté muy-muy bueno, pero es que de tanto verle y prestarle toda mi atención pues es que me entra una cosa que no sé...ayyy sí, creo que estoy enamoraoooo...

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  9. Yo no es que sea mal cocinero, es que soy vago. Las dos o tres cosas que sé hacer me quedan bastante comestibles... Tengo que intentar la tarta un día de éstos.

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