jueves, octubre 14, 2010

MENOS MAL


Me pregunto si llegará el día en que me canse de mi tiempo.
Si puede llegar un instante en que el hecho de vivir se vuelva algo rutinario, algo aburrido, algo difícil o lo que es peor, algo doloroso y entonces me vuelva hacia la Divina Potencia de turno, o a las señoras Parcas ( esas que se encargan de medir el hilo de la vida de cada uno y cortarlo cuando llega el momento ) y les diga:
"Me parece que ya he estado aquí bastante rato, ya podéis terminar aquí mi parte del guión"
¿Tú que crees?
Ahora mismo contemplando el azul de esta tarde fría y soleada se me ocurre que no puede haber nada más hermoso que esto, estar aquí, disfrutando de este minuto en el que sé que están ahí todos los que quiero, este en el que cuento con tu amor que me da alas y hace impensable hacer nada que te aparte de mi lado...podría desear más, sí, pero desde luego sé que no necesito verdaderamente nada que no tenga ya.
¿Y si de pronto piso el acelerador del reloj para echar un vistazo a, vamos a poner, treinta, cuarenta o cincuenta años más allá? ¿Qué pasará si me planto allí en ese punto en el que uno descubre que la gente que hasta ahora ha formado parte de su pequeño mundo ha volado como lo hacen las hojas secas?...
¿Y si en ese mundo futuro tú, sea por la razón que sea, hace poco o mucho tiempo que ya no te encuentras a mi lado?...
Yo solo, sí, previsiblemente arrugado (pero lleno de esa elegancia y caché que me caracterizan, por supuesto, jeje ) y con todos esos "regalos" que va dejando la edad, los pequeños o grandes males que se acumulan en el cuerpo y al final se dejan por imposibles y uno se limita a sufrir con resignación.
¿Habré perdido entonces el deseo de vivir?
¿Creeré que ya he visto y oido lo suficiente?
¿Dejaré de ser yo mismo hasta ese punto?...
No sé. Dicen que sí, que a veces pasa. Quizás es que uno va dejando retales de su persona por el camino y al final se alcanza un punto en el que no queda nada más que un exterior erosionado por el viento del tiempo y una diminuta lucecita en el interior suspirando por desaparecer. Supongo que puede ocurrir, que se puede llegar así, pero quiero creer que aunque a ojos de la gente la mirada aparezca empañada y los gestos cansados, en el fondo de cada cual hasta el último instante late el deseo de estar vivo, y se conserva esa fe en que todavía por increíble que parezca quedan cosas por compartir, momentos por disfrutar, amaneceres en los que despertar y atardeceres en los que perderse; y pasado el inevitable dolor de la pérdida de aquellos que se fueron, restará nada más el agradecimiento por lo bello vivido y el amor dado y recibido.
Me veo allí, viejecito y gruñón en el futuro, y cuando me vuelva tu recuerdo a la cabeza lo único que me imagino diciendo es:
"...el único fallo fue no haberte encontrado mucho tiempo atrás...".
Y aquí me viene como anillo al dedo esta canción que, por supuesto, también es para ti.

11 comentarios:

  1. ^^
    que magnifica reflexion....
    y vibraciones me trasmites!
    besitos

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  2. Lo que tú describes, eso es el amor para mí: la sensación de que verdaderamente no necesitas nada más y lamentarse únicamente de no haberos encontrado antes. También es en parte inevitable que ese lamento por el tiempo "perdido" le lleve a uno a pensar en cuánto tiempo le dará la vida para disfrutar de esa perfección tan tarde encontrada. No sé si después de haber conocido la felicidad sería capaz de volver a vivir sin ella, me temo que no podría superar LA pérdida, de encontrarle sentido y sabor a la vida sin él y aprieto fuerte los puños para desear que ni tú ni yo tengamos que vernos en algo semejante nunca. Aún así, envejecer es duro, y es curioso que estando rodeados de viejos, sepamos tan poco en realidad del proceso. O queramos saber tan poco. Para el que se atreva, un libro sobre el cerebro con unos capítulos finales sobre el envejecimiento y la muerte tan reales como espeluznantes: el cerebro del rey

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  3. Aniña: pues encantado de transmitirte buen rollito, caray! Besitos para ti también.

    Ronro: Es cierto, la gente mayor parecen venidos de un planeta que nos resulta familiar pero que en el fondo es desconocido, y seguramente yo he pecado de romanticismo imaginando un futuro que no es para todo el mundo así, y si no, supongo que no hay más que preguntarle a las personas que trabajan en centros de atención a la tercera edad. Seguro que hay un poco de lo que dices tu, de no querer saber lo que nos espera unos años más allá...
    Porque la reflexión era más sobre intentar adivinar lo que se puede sentir cuando uno camina por esos inciertos días del fin del mundo personal de cada uno que sobre el amor en si mismo, pero es que el amor es una presencia tan intensa en mi vida ahora que se me cuela en todo lo que digo y lo que escribo. Sabes que no contemplo mi amor con ojos de eternidad, que no lo calculo en años sino en despertares, pero en fin, a ratos dejo jugar a la imaginación y me veo con cuarenta años más llamándole melón pero también mirándole con ternura cuando tiene la vista puesta en otro lado...¡pero solo es un juego, eh!
    Un beso gordo, hermosa.
    PD: Me dio miedo el enlace que me dejas, pero voy a echarlo un vistazo...

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  4. Por más que releo no consigo encontrar las jovencitas victorianas jugando al badminton.... :-D

    Y digo yo....¿tú que haces pensando tanto? Que al futuro le queda aún mucho por llegar. Y al amor...al amor le queda todo por durar. Y por despertar. Y por gruñir, y por reir, y por melonear. Anda que no.

    Un beso, guapetón.

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  5. Al futuro le queda todo por llegar, es cierto, Theodore, y todavía me queda muchísimo por vivir y por amar. Mira que me digo "venga, sé simple", y luego nada, siempre acabo ofuscado conmigo mismo...pero palabra que me estoy documentando ya en moda y costumbres victorianas para ocasiones futuras, jaja.
    Un abrazo.

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  6. Y si resulta que el futuro no está esperando para hacernos sufrir? Estamos preparados para ser serenamente felices?
    Digo yo que nos tendremos que preparar un poco por si sucede.

    Un beso

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  7. A mi me da mucho miedo pensar en todo eso que acabo de leer en este post, prefiero no hacerlo porque me entristece. Lo que tenga que ser ya lo conoceremos a su debido tiempo. Ahora disfrutemos de lo que tenemos, del presente, de ese amor que tienes cerca que te inspira a borbotones y que te hace de vivir plenamente sin necesidad de pedir nada más. Otra vez te vuelvo a envidiar.

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  8. Querido Argax, si precisamente yo para lo que estoy preparado es para ser tremendamente feliz, y no para todo lo contrario...pero como le dije a Theo, trataré en lo sucesivo de ser liviano, porque cuando me pongo profundo me meto en unos barrizales que luego no sé como salir.
    Un abrazo, guapo.

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  9. Leo:...sin duda, lo mejor es vivir el instante presente, y el futuro ya llegará. Es dificil porque parece intrínseco a los primates con menos pelo el andar siempre agobiados con lo que está por venir o nostálgicos por lo que se les quedo atrás sin darse cuenta de lo que tienen en el momento entre las manos.Pero hay que intentarlo, sobre todo en lo que se refiere al amor, que ya sabes tú que es una flor hermosa pero casi siempre efímera...y eso que la vida me está demostrando ultimamente cada día que mi poca fe en este tema no está justificada...
    Un abrazo, majete.

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  10. No sé qué decirte. He visto las dos caras de la moneda de esto que tú te preguntas.
    Hace unos meses murió a los 101 años el abuelo de mis primos. Gozó de una salud de hierro hasta sólo unos meses antes de su muerte pero coicidió con la etapa en que empezó a decir que estaba cansado de vivir, que quería morirse porque sentía que ya no pintaba nada en este mundo (y eso que tenía mujer, que aún vive, hijos y nietos que le adoraban)
    En el otro extremo esta mi abuela que, a pesar de sus achaques, está muy saludable (toco madera) y aunque ha ido perdiendo marido, hermanos, cuñadas, amigas, etc, por el camino se aferra a la vida y dice que ella no quiere morirse ni en broma!!! Que a ver qué va a ser eso de que ella se vaya para el otro barrio y nosotros nos quedemos aquí. Mi abuela es de traca, a que sí?
    No sé por qué a algunas personas les pasa esto y a otras lo contrario pero coincido con Theo: para que darle tantas vueltas a algo que aún no ha llegado y que no sabemos si sucederá algún día? No te agobies, vive el momento.
    Muchos besitos.

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  11. Café Olé: No es que le de yo vueltas a esta cuestión de la vejez y la muerte, en realidad el post en si mismo venía a cuento de algo que oí hace poco y vengo oyendo muchas veces ya a propósito de cuando se muere alguien de muchos años, eso de "ya le iba tocando" o "ya era su hora" ( por no decir "ya era hora" que parece que es lo que tienen in mente ), insinuando que cuando uno tiene cierta edad ya lo tiene todo hecho y no tiene que tener deseos ni de hacer más ni de vivir más...Luego, a pesar de mis desvaríos vitalistas, supongo que en la realidad habrá las dos posturas, la del abuelo de tus primos y la de tu abuela, que de verdad sí es de traca, jaja. Yo quiero creer que seré del bando de tu abuela hasta el final, pero mientras tanto, me limitaré a vivir a tope para poder decir después eso de "que me quiten lo bailao".
    Un beso y bienvenida de vuelta, guapa.

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