sábado, julio 04, 2009

DEL DOLOR DE SENTIR


He descubierto que, de un modo casi independiente de mi propia voluntad, mi corazón ha instalado en torno a si un sofisticado sistema de seguridad. En pocas palabras, el mecanismo permite levantar al instante una fortificación en torno al centro de mis emociones cuando algo o alguien se acercan demasiado, una especie de muro impenetrable que se mantiene hasta que pasa la amenaza. Lo que recuerdo como "amenaza", pues el abrirse, sentirme vulnerable, quedar herido y volver a recorrer todo el penoso camino que supone recoger mis pedazos y recomponer cada vez un peor remedo de mi mismo, sin aliento por lo que supone respirar en medio de ese dolor de sentir.

Ahora dime.

Di, "como llegaré hasta ti, como sabrás que soy yo si no puedo alcanzarte, como sabré que eres tú."

Y lo entiendo.

Lo entendí desde el mismo día que dí un paso atrás antes de ocurrir nada. El dia que al verte y sentir que podria enamorarme, tapié puertas y ventanas intentando no ir más allá, ahogando ese sentimiento hasta dejar de oir su latido.

Pero ¿sabes?...muy tarde descubrí que todos esos sentimientos ahogados antes de nacer no mueren, se convierten en peces fríos y oscuros que nadan bajo la superficie del alma, para recordarte si les ves el tiempo, todo el tiempo perdido y no vivido.

6 comentarios:

  1. brokemac12:58 a. m.

    Yo diría que es una virtud tener tiempo para poder tapiar puertas y ventanas, y aunque a veces los relucientes ojos de esa frialdad se asomen a la superficie para recordarte lo del tiempo no vivido, el día que dejes una ventana abierta y desconectes las alarmas, habrás decidido también dejar entrar todas las posibilidades para la realización de esos sentimientos; pero lo habrás decidido tú (con todos los pros y contras del sentir) y no
    el rayo cegador de un enamoramiento que te robe la razón y te deje a la deriva.

    Un abrazo fuerte desde el dolor (y el gozo) de sentir.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, ya sabés lo que te voy a decir y casi, casi que ni te lo digo... pero, obviamente lo haré... ya me conocés lo suficiente para saber que va en mayúsculas y si supiera cómo caray hacerlo aquí, también lo pondría en negritas y subrayado... si, eso mismo... NO ES TARDE...
    Y sé que no es tarde porque en estos años me he encargado de hacerte recordar cómo bajar de tu acantilado... ¿te acordás de los primeros días cuando yo llegaba a la playa de tu isla y siempre te encontraba allí arriba, con las alas plegadas y mirándome sin saber qué hacer?
    Pues tu hada se quedaba caminando en la playa, mirando el mar, con los pies descalzos acariciaba la arena y dejaba que el sol me entibiara la piel.
    No sé cómo era allá arriba, supongo que más frío y sin tanta calidez... y un día bajaste, con tus alas sacudiéndose el tiempo... y caminaste conmigo la playa y miramos los horizontes por alcanzar.
    Te acordaste de cómo era volar y... aahhhh, hubo incluso tiempos en los que iba a tu isla ¡y no te encontraba! si, te fuiste a conocer otros puertos, otras playas... No siempre fueron buenos los resultados, pero tu corazón salió fortalecido, mi querido ángel, por la sencilla razón de que se ejercitó, TU CORAZON NECESITA SENTIR y, como todas las veces que comenzamos a hacer ejercicios, duele... pero luego las endorfinas sentimentales no hacen más que llenar el alma de belleza, a veces triste, a veces alegre... pero belleza al fin...
    Así que NO. Nada de huir al acantilado, que yo sigo caminando en tu playa... sigo aquí mirando tus horizontes y sonriendo al saber que alguien te está llamando, que alguien te está buscando de la misma manera que vos lamentás no encontrarlo, de la misma forma que vos lo necesitás...
    TENES QUE VOLAR para poder encontrar tu cielo...
    VOLÁ, TENES VIENTOS FAVORABLES... EL AMOR TE ESPERA.

    Te quiero mi buen y dulce ángel...

    ...

    EVERMORE

    ResponderEliminar
  3. Qué decite que no te hayan dicho ya...
    Por eso, y si te apetece un poquito de compañía y en silencio aqui me quedo contigo...
    Un beso gordo...

    ResponderEliminar
  4. Si has tapiado puertas y ventanas es poque lo has hecho con la razón y has usado la cabeza, pero el corazón necesita luz para vivir, si no se humedece, se va disolviendo poco a poco y se hace débil. Si algún día decides abrir un pequeño resquicio en las ventanas será porque el corazón está empezando a ganar a la razón y tal vez vuelva a se fuerte.

    ResponderEliminar
  5. Déjale fisuras a esa coraza, abre alguna ventana para que el corazón pueda latir con todo su esplendor, tal y como es el tuyo.

    A veces resulta importante poder controlar esa coraza para que los sentimientos no desborden ni descuartizen lentamente las entrañas, pero si no dejas que el aire puro traspase ese muro, jamás podrás volar con las alas abiertas con toda su majestuosidad.

    Además, te mereces más, muchísimo más que carajo!!!

    Entrégate a la magia del amor...

    Te quiero

    ResponderEliminar