...a veces, con los ojos cerrados, ¡te creo tan cerca!, siento que si extiendo la mano mis dedos rozarán el contorno de tu rostro...
...otras en cambio de puro lejano me pregunto si en verdad no existes, si en realidad no eres más que un deseo, otra ilusión, y el corazón se me para un segundo en el pecho.
Luego, casi siempre, un rayo de sol cae por mi ventana y me recuerda que aún, al menos, siempre, hay esperanza...
Lo que te diré comenzó como una frase en un libro, pero ahora es todo un símbolo de mis sueños... y en este momento, luego de leer esta carta, siento que es tan tuya como mía...
ResponderEliminar"Creí que no tenía nada, pero cuando descubrí la esperanza, supe que lo tenía todo..."
Y ahora una recomendación fílmica... "Bajo el sol de Toscana"... una hermosa película sobre la espera del amor...
Ahhhh... t quiero tanto mi bien...
Un beso transoceánico,
FT
o vida...
ResponderEliminarNo la pierdas jamás... Sin ella estamos perdidos.
ResponderEliminarAnimos y besos...
Puede que ese amor venidero haya leído esta carta y se sienta ya casi con el ánimo suficiente para dar el primer paso y decirte "Hola, ¿qué tal estás?".
ResponderEliminarYo creo firmemente en la energía (lo hago desde mucho antes de tener dos dedos de frente siquiera), y estoy convencido de que tu reclamo tendrá su efecto, seguro.
Ánimo!!
Siempre hay esperanza, por muy oscura que sea la cueva simpre habrá un rayito de luz. Lo que pasa es que la esperanza también envejece, y la mía ya está muy mayor.
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