viernes, septiembre 05, 2008

REFLEXIONES VERANIEGAS: EL FINAL DEL VERANO


No sé, me parece que siempre que termino hablando de la vida o del amor, acabo hablando de nosotros mismos, y ¿sabes?, en realidad no siempre es así. A veces hablo de ti como si existieras en momentos en los que nunca has estado... también, sí, otras hablo de ti y de mi, porque lo que tengo que contar con los ojos del amor solo puedo hacerlo a través de estos, llenos del amor que una vez pusiste en ellos.
Y hoy, hablando de este verano que se acaba ( siempre más temprano aquí que en ningun sitio, al parecer ), pienso si debo recordarlo o no con una sonrisa. El verano, normalmente, si la vida no te da razones graves para ello, se suele recordar cuando acaba con nostalgia: los ritmos pausados, las tardes largas, el sol, el cielo claro y las golondrinas...Cada verano dejó imágenes hermosas como perlas en mi memoria: los de la infancia, repletos de luz y de esa bendita inocencia ante la vida; los compartidos con gente querida a la que luego perdí de vista en las revueltas del camino...Incluso los que fueron problemáticos resultaron quizás más ligeros porque el aire de Julio nos llenaba el alma y los pulmones...
...y como no, mi verano contigo, ese del que cada momento se revive con dolorosa precisión en mi corazón. Cuanta belleza, como no retenerla, sujetarla contra mi pecho para impedir que el viento del tiempo me la arrebate poco a poco, como hace con las hojas secas...
De alguna mágica manera, no hay para mi final del verano. Paré el tiempo allí, ¿sabes? En aquel atardecer rojo, en cada paisaje compartido, en cada instante de pasión y de amor en esa habitación, y si pongo otra vez aquel disco, todo vuelve a pasar ante mis ojos y, cuando termina, vuelve a empezar. Me quedé anclado al final de aquel verano y ya no existió nada después, y aunque el mundo rueda a mi alrededor, la vida sigue su curso y los años se deslizan sobre mi poco a poco, el tiempo se detuvo en aquel crepúsculo rosado, con mi mano en tu hombro, sintiendo que todo era posible...
...que el universo era perfecto...
...que no necesitábamos nada más...

8 comentarios:

  1. Querido Ángel... es necesario que ese atarceder lo guardes en una habitación y cierres la puerta... El resto de la casa debe seguir viviendo. La habitación, con la puerta cerrada, para sólo entrar cuando uno está seguro que quiere hacerlo.

    Un abrazo grande grande.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con Vulcano...

    dejale descansar en paz y que los muertos entierren a los muertos... hay mas crepusculos ahi afuera, mas amaneceres y vendras mas veranos, pero de nada serviran sino estas dispuesto a darles una oportunidad.

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  3. Los tesoros de los recuerdos nos dan alas para los sueños... y soñando es como tenemos fuerza para volar...
    Tuviste la dicha de vivir un verano de amor ¿acaso no hay más veranos esperándote? Este ha sido de calma, de reflexión, de recordar con dulzura luego de un invierno de amarguras...
    El otoño deja árboles desnudos pero en ellos la vida se reserva espectante para volver a florecer en la próxima primavera...
    Así que ahora, extendé las alas, esponjá tus plumas y prepará cartas de navegación para remontar el mejor de los vuelos... no sabés qué puede haber bajo los rayos del sol de invierno...

    Un beso.

    Te quiero tanto como ya sabés...

    ... SIEMPRE

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  4. muy lindas palabras, como siempre, creo que todos vivimos momentos que deseamos congelarlos para no dejar de vivirlos nunca, pero por quedar en aquel momento, solo conseguimos estancarnos en nuestra propia vida y en "algo" que ya no existe. esos momentos hermosos hay que etiquetarlos como favoritos y guardarlos donde habitan los recuerdos, y pegarse un vuelo de vez en cuando para recordar que gracias a ese instante "hoy" somos lo que somos. no paralices tus alas, mantelas en movimiento, nunca dejes de volar, es necesario para que tus alas no se oxiden o bien pierdan su articulacion. besos de una angelita y un abrazo

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  5. ... no llores... y si lo haces.. cuántos hombros en los que llorar...
    Aquí tambien tienes el mio...
    Besos...

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  6. Ay, cómo te entiendo. Qué bien se está tostandose uno en el sol de un perpetuo verano... Ten cuidado, no te quemes.

    Un abrazo con mis mejores deseos.

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  7. Agita tus alas, no dejes que nunca más se extiendan...

    A veces es mejor cerrar la puerta y tirar la llave donde nunca más puedas encontrarla.

    Pero es tan difícil hacerlo ¿verdad?

    Debes volar no a ras de suelo, sino por encima de todo.

    Aquí otros hombros para lo que necesites...

    Besitos hombre de gran corazón

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  8. anclarse es lo peor que nos podemos dejar hacer. El esfuerzo de soltar lastre es duro, pero imprescindible para sobrevivir. Ésa al menos es mi experiencia. saludos!

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