Lo que he vivido a tu lado en esas laderas, no voy a olvidarlo nunca.
Por eso hoy quiero dejarte esa imagen y estas palabras.
El sol dibujando rayos oblicuos sobre las nubes, reflejándose en el agua.
Esa montaña, lejos de todo, donde todo es posible, donde hay espacio para cualquier amor por grande que este amor sea.
La vida se encarga puntualmente de recordarnos que no podemos pasarnos la vida ahí arriba, apacentando rebaños y amándonos en una pequeña tienda frente al fuego de una hoguera.
Aqui, a ras de suelo, amores como este a menudo no encuentran su lugar.
Este mundo está tan lleno de cosas...
Pero entre tanto, la montaña sigue allí.
Esperándonos.
Y ahí voy a seguir esperándote. Con una sonrisa.
Esto es para ti, solo por ser hoy.
¿Vale un beso virtual?
Pues ahi tienes mi beso.
Esa montaña forma ya parte inseparable de nuestra vida y nos pasarermos el tiempo volviendo a ella o pensando en volver, porque allí se fraguó nuestro amor y en aquel viejo roble marcamos nuestros nombres.
ResponderEliminarSiempre volveremos a aquel espacio donde todo es posible, donde cabe cualquier amor por grande que sea.
Un beso de los nuestros.
El amor encuentra su lugar en todas partes, en una montaña, en el mar, en el desierto, e incluso dentro de Tiffany's ;). Sólo hay que saber apartar las cosas superfluas
ResponderEliminarBesitos dulces.
mi queridísimo amigo... En el mundo hay demasiados amores que precisan de un mundo aparte... que precisarían de un mundo aparte para poder sobrevivir, tan grande y tan alejado del resto del mundo es su intensidad!!!!
ResponderEliminarMuchos llevamos esos universos latiendo bajo la piel, fuerte sobre nuestras sienes...
Besos.
Te felicito por tu entrada de hoy y, como siempre, cuentas con mi admiración. Lo que algunos tenemos en forma de idea, tú lo pones letra y música y lo cantas tan campante. Hale!
ResponderEliminarBesico, Angel :b
Y un beso también de esta hada, que lleva ese sentimiento que late en vuestros corazones, como parte del que late en su propio pecho.
ResponderEliminar;-)
...
Menuda sarta de milongas.
ResponderEliminarDedicate mejor a regar los tiestos, que les tienes desgraciaos.
Que pasa, ¿no se admite la critica constructiva?
Un precioso regalo, que dice mucho de quien lo da.
ResponderEliminar¡¡Estamos todos de un romántico!! Ja ja ja ja. Gracias por tu comentario, y siento mucho no poder visitarte tanto como quisiera, en serio.
ResponderEliminarUn abrazo.
(¡El día debería tener más horas!)
hay amores que se mantienen en secreto, que necesitan espacios alejados del mundanal ruido, que sólo son posibles en la intimidad de dos personas.
ResponderEliminara ver si alguien me escribe algo tan bonito algún día. qué suerte tiene...
un abrazo.
¡Pues ojalá se pudiera pasar la vida ahí arriba!
ResponderEliminarYo ahora estoy aquí abajo, esperando pero sin desesperarme.
A ese lugar...
ResponderEliminardonde cantan los ruiseñores,
aunque sea un lugar inventado,
será donde querré siempre volver.
Precioso lugar
y preciosas palabras
..volar alto o a ras de suelo???
ResponderEliminarque pregunta tan enorme que se me plantea cada dia... pero en tu caso veo que en las dos ultimas entradas has estado encumbrado... volando sin ataduras.... volando por las estrellas!!!!
un abrazo enorme desde mi lejana galaxia
Si que podemos. De hecho, estamos ahí arriba queramos o no. Por mucho que tengamos que volver al valle y dejar las ovejas, estamos siempre en lo alto de esa montaña. Bendita sea.
ResponderEliminarasi como la montaña, espero que siempre formes parte de mi mundo
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