MI AMANECER GAY: LA PRIMERA PELI PORNO
Siguiendo la línea recientemente abandonada de entradas íntimas y personales, hoy voy a recordar un entrañable momento que en esa era inmediatamente previa a la invasión generalizada de internet, quien más-quien menos ha experimentado de una forma u otra: el visionado de su primera peli-porno-gay.
A ver.
Que levante el dedo quien no ha visto ninguna, aunque sea solo un cachito.
¿No viste más que aquel cachito?...¡pues bueno, no viste más pero aquella fue la primera!
Y decía yo lo de la era pre-internet porque en aquellos tiempos el acceso a determinado tipo de información clasificada como ... como....
¿como así?...¡glup!
...era más complicado, y a pesar de ello pues no sé: en aquellos momentos de mi amanecer gay ( más tardío que el amanecer en los casquetes polares tras los seis meses de invierno ) pues uno estaba invadido de una elemental curiosidad. No sé, pensabas que lo que creías que te gustaba DE VERDAD te gustaba, pero tampoco tenías una idea concreta de en qué consistía lo que creías que te gustaba y entonces...¿quien sabe?...¡igual al final resultaba que no te gustaba!
"Ay" se pregunta Gerardo "¿será ese culete lo que quiero?"
Total, que uno estaba necesitado de una documentación gráfica clara, objetiva, precisa y sin pesados circunloquios psicoanalíticos ni farragosos tecnicismos anatómicos, esto es: ver qué es lo que hay cuando hay lo que hay. Tras tragar mucha literatura romántica al respecto y leer innumerables escenas delicadamente descritas sobre el asunto sexual entre dos caballeros, llegó un momento en que creí necesario visualizar en qué consistía un encontronazo sexual exclusivamente masculino.Para comprobar si los revoltijos hormonales que yo notaba en la pituitaria al olisquear algún chulazo en los contornos eran solo divertidas fantasías que no precisaba llevar a la práctica o si por el contrario aquello se trataba de un típico caso de "Observo y Experimento" ( como se titulaba mi entrañable libro de ciencias del colegio ).
"¿En que consiste el asunto, oh, my God?...¿es cuestión nada más de
arrimar la cebolleta?"
"Que gran error, angelito" diría ahora mi psicóloga sexual nunca contratada "el porno no debe utilizarse como instrumento educativo, una relación sexual normal no tiene nada que ver con lo que aparece en ese tipo de películas. ¿Porque nunca me pagaste 50 euros por sesión para haberte podido explicar todo esto muchísimo mejor? "
No sé...¿porque quizás hubiera sido mucho más aburrido?...
De una forma u otra, el destino se solidarizó conmigo apareciendo en forma de aquellos cajeros automáticos que durante un tiempo tuvieron los video-clubs ( ...sí, video-club...¿te acuerdas?...eran aquellos sitios a los que ibas a alquilar las películas y que se fueron al garete cuando empezaste a bajártelas de internet, perrete ). Aquella era la solucíón ideal: no tenía que esperar a que no hubiese nadie en el mostrador del video-club para presentarme ante el dependiente con las orejas coloradas llevando entre mis manos alguna cosa en plan "El jardinero y el bombero metiendo la manguera" o "Hot Dogs Hots - meneando las salchichas". Simplemente tenía que acudir a una hora intempestiva nocturna al cajero y, con esa nocturnidad y alevosía, sacar la cosa más guarra que hubiese a la vista para después en la intimidad de mi hogar proceder al experimento sexológico.
Para ello tuve que sustraerle la tarjeta del asunto a mi hermano, porque por aquel entonces yo todavía trabajaba muy al salto de la mata y no podía contratar esos servicios multi-media de luxe. Él nunca me ha hecho mención después del hecho pero...¿le llegaría alguna vez una especie de extracto de las películas que había sacado por el cajero con el importe que había gastado?...
7'99 € por su alquiler del título "Mandanga en el Sofá"
...entonces yo estaba muy loco y muy decidido y no pensé ya en esos asuntos de privacidad familiar, (siempre podía decir "vaya, iba a coger una película de acción y empezaron a salir hombres desnudos apretándose unos con otros, ha-ha-ha, ¿te lo puedes creer?"): fui, anduve rebuscando y por fin me decanté por un film con un título ( "Taco Duro" ) que me pareció suficientemente poco cochino como para poder justificar lo injustificable, esto es, sacar una película porno-gay por error pensando que me llevaba un documental sobre campeonatos de billar.
Y es que mi primera película porno estaba ambientada en oscuros garitos nocturnos en los que casi todo sucedía en torno a una mesa de billar...
Señor de la gorrita: "uff, parece que me pica aquí...¿quieres venir a rascarme?"
Señor de barbitas: "¡ay de mi, se está cogiendo su cosa! ...¿me llevará por
lo menos al retrete o querrá poseerme aquí sobre el tapete?"
Y la verdad, jóvenes castores, debo deciros que me aburrí soberanamente: pasados los primeros diez minutos de ver pichulinas al aire y a caballeros interesados en las pichulinas de otros caballeros, empezaron esas escenas larguísimas en la que la gente está chupando cosas, metiendo cosas o permitiendo que le metan cosas durante lapsos de tiempo que no creo que sucedan nunca en el mundo real....
"Quizás debamos pensar que eres un eyaculador rápido, jovencito" especula mi psicóloga sexual nunca contratada "¿ves como debiste venir a mi antes de causarte daños irreparables en tu sexualidad y tu autoestima?"
No sé, aquello no tenía nada que ver con lo que me había imaginado, y al final la verdad es que tampoco tuvo nada que ver con lo que sucedió mi primera vez en "la vida real".
Que no fue ni mucho menos así...
....ohhh, l'amour...
...pero por suerte tampoco tuve que tirarme media hora chupándole el ciruelo a un señor, jajajaja.
He intentado buscar alguna imagen de aquel mítico primer film porno en mi historial pero no ha sido posible y tampoco creo que hubiese resultado excesivamente instructivo.
La idea era...
...vaya, ¿y que carajos quería venir a decir yo con todo esto?...
Esta maravillosa -y además oportuna-canción me tiene loco.
No hay perdón si no le diste al play.
¡Feliz ecuador de semana!
La única vez que vi algo de porno gay fue en casa de un polvo pasajero, el tío tenía puesta una en un plasma enorme y, aunque vivía en un chalet, la tenía con el volumen escandalosamente alta y le pedí que la bajase o la quitase porque esos gemidos como de manatí agonizando me desconcentraban.
ResponderEliminarAunque la cosa no mejoró mucho porque se empeñaba en poner las mismas caras que ponían los de la película cuando sinceramente tirarse a un ficus sería lo mismo que tirarse a ese tío. ¡Qué cosa más pelma y sobreactuada!
Abrazotes.
Jajajaja.
EliminarCon toda la performance que te preparó el hombre qué mal resultado le dio. La opción de tirarse al ficus hubiese tenido la ventaja de que los ficus no sobreactuan nada de nada, son muy controlados y nunca se salen del tiesto, jajajaja.
Abrazos, guapo.
Bravo por ese ejercicio de memoria!!! Verdaderamente increíble. No recuerdo, ni por asomo, la primera vez que vi porno y claro, que te acuerdes del título y de las circunstancias me parece asombroso. Jajajaj me hace mucha gracia que hagas hincapie en el carácter educativo (más bien no educativo) del porno. El porno es ficción y pensar en el como guía es como si pensáramos que todo el amor es como el de Pretty Woman o el de El diario de Noa.
ResponderEliminarPor otro lado, me ha gustado mucho la canción que has puesto. Me gusta mucho Julieta Venegas, aunque no sé yo si es muy acertado aliarse con el cantante de Miranda, porque sinceramente tiene una voz tan peculiar que por más que lo intenten no se alejan ni un poco de lo que hace en su grupo. Pero bueno, me ha gustado. Ya antes había cantado juntos Julieta+Miranda, ¿has escuchado Perfecta?
Un abrazo.
A mi también me gusta mucho Juliera, y la verdad es que no había escuchado "Perfecta" hasta ahora...esto de "Meteoros" es una banda que se han montado entre el cantante de Miranda, Julieta, y otros dos señores, un proyecto que no se´si es un divertimento puntual o si tendrá esperanzas de continuidad, porque creo que todos los parcipantes tienen carreras por su cuenta lo bastante en boga como para no disponer de mucho tiempo para más...
EliminarLo de la memoria prodigiosa en este caso tiene un poco de justificación porque en primer lugar, no hace tanto-tanto tiempo, y luego pues la aventura aquella de ir a sacarla al cajero automático del videoclub a medianoche pues hizo que se me quedara el título en la cabeza. Qué cosas, pienso que debía de ser bastante mala porque después creo haber visto algo más que sí me ha resultado un poco más "entretenido" por decirlo fino, jajaja.
Un abrazo grande, y muy feliz jueves.
Yo lo más parecido a porno que tenía era una revista de lencería erótica hortera en la que en las últimas páginas había tíos en calzoncillos con la trompa de elefante esa horrible y uno tenía unos calzoncillos de rejilla y se le veía el capullo. Ya está.
ResponderEliminarPero que partido le saqué a las páginas esas, oyes!
Jajajajaja. Yo también tengo en la memoria el haberle sacado buen partido en su momento a alguna revistilla de esas de lencería masculina atrevida, jaja, pero de eso ya casi ni me acuerdo!!!
EliminarSinceramente, ni idea de cómo se llamaba, de quien salía ni nada, ni siquiera de cuándo fue (desde luego, en VHS no, ya en los internetes). Información retenida en la mente: 0%. ¡Qué lástima, con la de juego que da!
ResponderEliminarLuego... un peli entera no creo haber visto nunca... partes (y nunca mejor dicho) sí. Pero ¿el título? ¿Alguien se acuerda de los títulos? De la alegría visual, sí, pero ¿del título?
Total, me queda la duda, ¿en el retrete del billar o sobre el tapete? :P
¡Buena semana interminable!
jajaja, ¿así que viste muchas partes? ¡jajaja!
EliminarYo -como le expliqué a Moisés- me acuerdo de ese primer título por las circunstancias especiales, pero no sé si llegué a verla entera...eso sí, ¡era en VHS! Que por aquel entonces aunque internet ya estaba funcionando, no lo tenía ni mucho menos todo el mundo como ahora.
En cuanto a la última duda, creo que hubo de todo, retrete y tapete, jajajaja.
Abrazos y buena semana a ti también, capi.
Te juro que me robaste la inspiración, estaba pensando en escribir algo sobre mis primeros contactors con el porno...
ResponderEliminarEn fin, me gustó mucho el post...
Un abrazo, y buen fin de semana!
Me alegro que te gustase el post y no te cortes de contar tú también tus primeros escarceos con el porno que eso siempre es interesante y divertido y tú nos lo vas a contar muy bien ;-)
EliminarOtro abrazo para tí, y ¡muy feliz fin-de!
Muy buen post un-angel. Me encanta cuando rebuscas en tus vivencias y nos deleitas con hechos que han alimentado tu forma de ser.
ResponderEliminarYo no vi porno gay hasta hace bien poco, siempre a través de internet, y no porque no quisiera, es que no me molaban para nada. Pero si vi películas de porno hetero en reuniones de amiguetes o aquellas míticas, lo digo por el hecho de emitirlas en televisión, que echaban en Canal+. Películas que veía en casa a hurtadillas de todos deleitándome en aquellas maravillosas hembras que recibían con mucho placer por todos lados. Seguía sin fijarme en los tíos.
Hasta que un día vi por causalidad una bisex, y comenzó a remover mis entrañas ver como un tío se comía el rabo del compañero mientras follaba a su amiguita. Uffffssss! Una fantasía por cumplir.
Sigue así, con tan buenos relatos. Un abrazo.
Muchas gracias por tus buenas palabras a propósito de mis "dotes" en el asunto de manejar la palabrería. Me he quedado un poco ojiplático con lo de las "maravillosas hembras" y la fantasía por cumplir, jajaja, pero me gusta la claridad y sinceridad a la hora de contar tu experiencia, ¡que de eso se trataba!.
EliminarUn abrazo para tí también y gracias por pasarte.
Yo también hice uso de las máquinas de videoclub, chico, eran otros tiempos, hasta que un día en el quiosco de prensa de un centro comercial cogí una peli y la pagué. Ni malas caras ni cosas raras, si tienen eso a la venta es porque alguien lo compra. ¡Qué malas eran las pelis a principios de los 90!
ResponderEliminarSigo siendo consumidor de porno, pero es que soy un degenerado.
Saludinesssss
Hummm, yo el momento de comprar la peli en el quiosco no lo llegué a pasar porque por aquel entonces enseguida empezó a haber el suficiente porno gratuito disponible en internet como para conseguir satisfacer todas mis necesidades en ese aspecto.
EliminarTu sigue así, que me gustas tal cual eres degenaradote e irreverente, jajaja.
Besos Mochuelo.
En mi caso ya fue en la era digital y me ahorré el ir al videoclub.
ResponderEliminarEn mi caso, tampoco fue muy sugerente. Digamos que esos primeros planos eternos de la entrepierna parecen más un documental sobre urología que otra cosa.
Un saludo.
Ay cuantos malos ratos de nocturnidad y alevosía nos ha ahorrado la era digital, jaja.
EliminarAhora no te hace falta gastarte dinero para sentirte defraudado :-)
Abrazos, majete.