¡¡¡¡¡¡¡HOLA OTOÑO!!!!!!!
Tú, lector avispado que a estas alturas ya me conoces bien pensarás: "hum, que sospechoso... ¿no hay demasiadas admiraciones en ese título? ¿no es un tono excesivamente jocoso para este tío que suele andar más dependiente del sol que los lagartos cretácicos?" Pues en efecto, hay implícito un rollo chungo super-sarcástico porque esta es mi estación antifavorita del año. ¿Por qué? Por el tiempo. Habrá entre mi numeroso público quien se haya sentido incluso agobiado por los calores veraniegos pero aquí hemos estado casi todo el tiempo con la chaquetita puesta gracias al bendito viento del nordeste que deja desplumado a todo bicho viviente en la superficie de estas tierras. Los seres humanos peninsulares no deberíamos habitar más al Norte de Madrid... Por la vuelta a las rutinas habituales. "Pero si tu te tiras trabajando todo el verano a excepción de quince días", dirás tú oh impertinente lector. Vale, pero la temporada estival tiene un ritmo más relajado...