domingo, septiembre 02, 2007

SERENIDAD



El otro día, en un lugar tan insospechado como la serie "Queer ad Folk" ( que por cierto, están pasando a lo zorreras en la Cuatro a un horario tan amable como son las dos de la mañana, dentro del programa "Cuatrosfera" ), escuché la famosa "oración de la serenidad" que todo el mundo conoce:

"Que Dios nos de valor para aceptar las cosas que no se pueden cambiar

fuerza para cambiar las cosas que se deben cambiar

y sabiduría para diferenciar unas de las otras."

O el valor para cambiar y la fuerza para aceptar, es igual.

Lo jodido del tema es la sabiduría.

Porque la gente tiene un valor increible y son capaces de aguantar cosas que ni ellos mismos suponían que iban a aguantar. Y fuerza, incluso en nuestro entorno diario vemos personas que luchan como gatos panza arriba por las cosas en las que creen o que desean conseguir ( compartamos o no nosotros esos deseos o creencias ).

Pero la sabiduría...
¿Porque soy incapaz de discernir entre las cosas por las que tengo que luchar porque pueden cambiarse y las cosas que debo aceptar como están porque son causas perdidas?

¿Porqué permanezco de brazos cruzados ante situaciones en las que sí podría hacer algo para cambiarlas?

¿Y porqué me sigo empeñando e invirtiendo energía en cosas que no van a variar por mucho que yo haga? ¿ Donde va toda esa energía invertida inutilmente en proyectos, relaciones o aventuras que estaban o estan condenados al fracaso?

¿No dicen que la energía ni se crea ni se destruye, que solo se transforma?...

Pues a ver, ¿DONDE ESTÁ MI ENERGÍA PERDIDA? ¿Y DONDE LA PUÑETERA SABIDURIA PARA NO ANDAR DESPILFARRANDO KILOWATIOS?
Cuando me entere, volveré para contarlo.