DEL COLOR DE LA LUZ AL CAER EL DIA
Una entrada de mantenimiento para irme poniendo poco a poco en marcha después de las vacaciones. Hace una semana que empecé a trabajar, pero en parte he seguido actuando como si todavía todo mi tiempo fuese mio, pensando en prolongar por lo menos mentalmente el descanso estival. Me ha ayudado en gran manera la ola de calor ( para los que estamos acostumbrados a veranos de una semana, esta temperatura nos hace sentir que vivimos en una realidad virtual, jeje ), y también el dejar aparcadas todas las rutinas que me hacen sentir de vuelta a mi vida de siempre, entre ellas la actividad bloguerística. Pero bah. Escribir aquí me hace bien, y es una de las pocas cosas que voy a retomar con relativo placer. El resto, ¡chico!, el resto es lo de siempre, y si antes de las vacaciones ya estaba todo regular tirando a mal, aquí sigue todo exactamente igual que lo dejé. Moraleja: en la vida real no hay duendes que se dedican a transformar tu paja en oro mientras duermes. Al desper...