¡INFILTRADAS! ( 5 )
Como viene siendo habitual, antes de que nos hayamos podido tomar un respiro la vida se nos jode y se nos precipita. Y lo peor es que esta vez no puedo echarle la culpa a ninguna de las Invisibles, porque al final he sido yo la que ha vuelto a echar la pelota a rodar tras nuestra fiesta en el lesbian-jarcor-parti con la Sole. No sucede al día siguiente: el "día después" es una jornada de reflexión en la que todas estamos con una resaca de espanto metidas en nuestras habitaciones. Bajamos al comedor nada más para tomar unas menta-poleos y unas manzanillas, pero sin hablar ninguna con las otras porque no nos aguantamos más que cada una a sí misma y muy a duras penas. Tan solo a la hora de la cena, cuando bajo con un cuerpo de asco y el dolor de mi cadera aullando como si tuviese un chino con un berbiquí agujereándome el mismo hueso, se produce la primera interacción.Mientras estoy dando sorbos a la tercera infusión del día, con las gafas de sol puestas y una cara de las d...