Volando a ras de suelo

  ¡Llegó Julio! También llegó el calor, y mi huerto particular ( ese que tu conoces con el elegante nombre de "Botanischer Garten" pero que no deja de ser un solar sin construir tomado temporalmente por las fuerzas de la Naturaleza ) muda su pelaje y su color en consonancia con el paso de los meses.  Mi queridísimo rosal continúa exultante disfrutando del solete... ...ahí le tienes, en monokini y sin crema protectora pasando de los rayos UVA... Pero a excepción de él, que de momento sigue así de campante, el resto del miniecosistema continua evolucionando al ritmo que marca el devenir de la estación: las promiscuas y libidinosas gramíneas que me llenaron de verde el huerto ahora se han agostado, convirtiéndose en una selva de cañas secas donde los gorriones y los saltamontes se lo pasan de lo lindo... ...son muy capaces de una segunda generación de cancaneo y despendole, pero entre tanto todavía quedan algunas encargadas de poner un poco de col