CINCO DÍAS PARA NAVIDAD
Cinco nada más, Dios. Y la casa con la decoración a medias. Este año me he prometido que no voy a convertir mi hogar en el bazar chino acostumbrado que organizo colocando todas las cosas monas navideñas que tengo por ahí,porque el resultado final es que a uno se hace complicado andar por el pasillo sin meter la nariz en la barriga de un señor de barba blanca tal cual como si andara pululando por una sauna gay para "osos" del inserso, con la alta probabilidad de que al recular tras chocar con el obstáculo se te cuele el cuerno de un reno por el jus-jus... Aún así me queda alguna cosilla que colocar, tengo un santaclaus fantástico con detector de sonido que cada vez que se oye algo con más decibelios que el cuesco de un conejo exclama "ho-ho-ho" y se arranca a sacudir un cencerro y a tararear el "ai-guis-yu-e-merri-crismas" con una voz de ultratumba que hace huir despavoridos a mis felinos, jajaja... que no soy un maltratador de gatos domésticos, el bich...