SEPTIEMBRE
Me parece que todos los años cuando llegan estas fechas me pongo a hacer reflexiones sobre el final del verano y las cosas que supone el que termine, porque una parte de mi conserva la certeza de que lo que no haya ocurrido ya, no va a ocurrir hasta que el invierno termine. Esto, claro, solo es válido para mi, a buen seguro la mayoría de la gente que habita en la misma zona del planeta que yo es más inteligente, está mejor adaptada a su entorno y sabe ver las oportunidades que la vida sigue dando, cuando llega el otoño con sus ojos melancólicos y también después, cuando las noches largas y frías del invierno se apoderan de todo y el mundo se inunda de oscuridad. Y descartada la posibilidad de contar en mi material cromosómico con un gen de oso que me induce a la hibernación, o el de una nativa hawaiana que solo es feliz dando saltitos bajo el sol, ¿qué explicación le voy a dar a esta actitud mía de chiringuito playero que me hace bajar persianas y colgar el cartel de "cerrado hast...