Volando a ras de suelo

Y un año más la gran experiencia vacacional no ha sido viajera sino gastronómica: anoche ( bueno a estas alturas ya anteayer por la noche ) Sex Machine, por compensar su no disponibilidad para viajar y llevarme de vacaciones, me invitó a cenar en el único restaurante con estrella Michelin de la ciudad. Fue la experiencia completa con maridaje de vinos incluido, el comedor estaba - por aquello de ser mes de Agosto - vacío, para nosotros dos solos y el camarero, un chulazo con barbitas encantador, también se dedicaba en exclusiva a nuestras personas... Que decir, yo que acostumbro a llevar sin pretenderlo un modo de vida bastante espartano y no suelo ser amigo de nada que implique sobrecargar el organismo de nada que lo haga trabajar en exceso, disfruté a pesar de ello un montón: de la fantástica compañía, de la noche veraniega, de aquel bien proporcionado barbitas dedicado únicamente a mi placer y satisfacción ( el camarero ) y del otro caballero dedicado también a mi placer y satisfacc...