sábado, septiembre 22, 2018

"ESTÁS FLACUCHO"


Como ya he dicho por aquí, este año he perdido peso.
Ha sido una cosa paulatina, resultado por un lado de haber insistido en el tema de mi rollo vegano ( ¿"insistido"?...mmmm...¿"profundizado", sería más adecuado?...¿o estaría mejor "haber seguido dando la paliza?")....y por el otro es cosa de ese amor que me ha entrado por ponerme unas zapatillas cada vez que tengo un rato e ir a hacer kilómetros andando por ahí. Con ese aumento de "ejercicio físico" y el dejar de dar pol saco de molestar a vaquitas y gallinitas alimentandome de sus subproductos en beneficio de aumentar la ingesta de frutas y verduras, mi organismo ha ido poco a poco recobrando una situación de equilibrio y ahora mismo estoy en, ¡tatachán!...

¡MI PESO IDEAL!

Se acabaron para mi los pitorreos de la báscula.
Al menos de momento...

( Paréntesis necesario: 
Ojo que como dije en su momento, NO es imprescindible ser vegano para pesar lo correcto y ni siquiera es ni más ni menos saludable que ser omnívoro, vaya por delante que no estoy haciendo propaganda panfletaria del asunto: No hacía falta decirlo pero diré que puedes tener muy buena salud y estar en tu peso correcto si andas incluyendo en tu alimentación mamíferos cuadrúpedos, seres plumíferos y bichos nadadores.Ya está dicho. Ajjj, que asco ser tan imparcial e íntegro... 
 Fin del paréntesis )

¿Mis sensaciones a nivel personal? Pues aparte de las satisfacciones espirituales que me reporta el poner mi granito de arena en el tema de hacer un consumo más responsable y sostenible de los recursos y la lucha contra la sobreexplotación y el maltrato animal y que por eso llevo un rollito flower-power-super-hippie de estar en paz con el Universo que te pasas de bueno...


 ...huy, pero si dije que no me iba a tirar al panfletillo, jijiji

...pues APARTE de todo eso me siento fenomenal tanto a nivel de salud como de aspecto físico, me veo hasta más guapo y por todo ello tengo más autoestima, me quiero más y tengo más seguridad en mi mismo.
O LA TENÍA. 
Porque ya sabes que "tus semejantes" ( es decir, todos esos monos bípedos pelones que te rodean y que aguantas a diario quieras o no ), esos están puestos ahí no para enriquecerte personalmente, ni estimularte ni nada de eso, no: tus semejantes lo que intentan mayormente es tocarte las pelotas  amargarte la vida todo lo que pueden y ponerte un pie en el pescuezo cuando ven que levantas un poco la cabeza.

¿Porqué digo esto? Pues porque desde que "se me nota" que estoy más esbelto los comentarios que van de capciosos a malvados no se han hecho esperar: empezando por la altruista preocupación por mi salud ("pero ¿de verdad te estás alimentando correctamente?", "¿ingieres todos tus nutrientes esenciales?" y por supuesto "¿y el calcio y el hierro? ¿qué pasa con tu hierro?", este último emitido en tono doctoral por la penca enteradilla de turno cuyos conocimientos nutricionales provienen directamente de las páginas de "Belleza y salud" del "Pronto" y el "Telva" ) hasta torpedos más cañeros hunde-auto-estimas del tipo "te has quedado más viejales, si has acabado con la dieta empieza con un lifting", o mis favoritos "¡pero si eres todo orejas!" y "que cabeza más gorda tienes ahora"
Y no, aunque podría deducirse después de haber leído todo eso, ¡NO SOY LA REPLICA PERFECTA DEL SEÑOR BURNS!....¡que he dicho que estoy guapo, coño!

El señor Burns y yo, ¿parecidos razonables?
Pues no. Como decía Mari Trini, "esa no soy yo" (¡clic!)

Y tal cual era de esperar, ahora resulta que tengo complejo de flaco.

Que sí, que me tengo dicho muchas veces que gordo o flaco tengo que aprender a circular sin hacer caso de la gente ni dejarme influir por sus valoraciones, pero chico, no hay manera. Es como cuando digo "voy a hacer/decir esto y me da igual a quien le parezca bien o mal, seré coherente conmigo mismo y punto": luego resulta que al posicionarme a favor o en contra de algo siempre hay gente que se enfada, y a pesar de pretender que no me importa, al final me es más importante estar a gusto con todo el mundo y que todo el mundo se sienta a gusto conmigo que imponerme en un sentido o en otro por cosas que, en el fondo-fondo, siento que no son demasiado importantes.
En definitiva, que presumo mucho de ser un bicho asocial que circula por el mundo ajeno a esas minucias de pensar en la opinión de sus semejantes y luego resulta que en esto de la aceptación social soy tan lamentablemente dependiente como todo el mundo o incluso más.

Total que si, estoy flacucho y a pesar de haberme sentido momentáneamente bien, ya estoy planteándome recuperar una docena de kilos en busca de esa aprobacion ajena, aún sabiendo que esto es como la búsqueda de la felicidad, que nunca se acaba de encontrar.
Porque por si no te lo han dicho, lo de que "la felicidad esta en el camino es una milonga". El camino mayormente es un palizon y la felicidad -y solamente transitoria- en todo caso estaría en los pequeños ratos en que nos permitimos parar un poco a descansar

Entretanto y por terminar con un punto de vista más positivo, dejando de lado esa mala vida que me dan los otros ( y la mala vida que me doy yo, que mucho de eso hay ), a estas alturas me queda la satisfacción de haber pasado un verano sentido y disfrutado intensamente, en el que he respirado mucho aire fresco y me he llenado de calor, de sol y de mucha luz. Los suficientes como para recargar las baterías y atravesar los meses de frio y oscuridad que nos esperan hasta el verano siguiente...

Espero que a ti te haya pasado igual.

La canción del día no es nueva en este espacio pero se me cruzó por sorpresa hace una semana y aquí sigue conmigo desde entonces, no sé porqué, de manera que ¡chico! tenía que traertela... 
Con ella me despido por hoy. 
Feliz entrada al Otoño, ¿vale?