HE VUELTO A CORRER
Cuando era pequeño odiaba correr. La clase de gimnasia del colegio consistía casi siempre en sacarnos a todos al exterior para pasarnos tres cuartos de hora trotando como una manada de ñus trashumantes por la sabana y era una actividad que me suponía un aburrimiento y un esfuerzo -sobre todo psicológico- difíciles de explicar. Después, pasados bastantes años y casi coincidiendo con el comienzo de mi actividad blogosférica, empecé a correr pero en este caso por motivos que escapan a mi comprensión. En aquella época ocurrieron bastantes cosas relevantes en mi vida a todos los niveles y una de ellas fue el ponerme unas zapatillas y empezar a correr por el monte más cercano. ¿Que porqué? Pues no tengo ni idea. Interesante perspectiva del mundo del atletismo. Desde luego no era por conciencia deportiva porque nunca me ha gustado el deporte, no fue siguiendo una recomendación médica y tampoco hubo ningún amiguito sexy que me propusiese el plan y yo aceptase pensa...