viernes, octubre 22, 2021

HE VUELTO A CORRER


Cuando era pequeño odiaba correr. 
La clase de gimnasia del colegio consistía casi siempre en sacarnos a todos al exterior para pasarnos tres cuartos de hora trotando como una manada de ñus trashumantes por la sabana y era una actividad que me suponía un aburrimiento y un esfuerzo -sobre todo psicológico- difíciles de explicar. 
Después, pasados bastantes años y casi coincidiendo con el comienzo de mi actividad blogosférica, empecé a correr pero en este caso por motivos que escapan a mi comprensión. En aquella época ocurrieron bastantes cosas relevantes en mi vida a todos los niveles y una de ellas fue el ponerme unas zapatillas y empezar a correr por el monte más cercano. 
¿Que porqué?
Pues no tengo ni idea. 
Interesante perspectiva del mundo 
del atletismo.
Desde luego no era por conciencia deportiva porque nunca me ha gustado el deporte, no fue siguiendo una recomendación médica y tampoco hubo ningún amiguito sexy que me propusiese el plan y yo aceptase pensando en revolcones fogosos entre los matorrales con esas mallas ajustaditas a medio muslo para dar rienda suelta a nuestros instintos, no (como puede apreciarse, mi imaginación corre bastante más que yo, ha-ha-ha). Empecé sin más y luego a menudo resultaba que el mejor rato del día era el que pasaba yo allí arriba en soledad sin más compañía que el cielo, los árboles y el suelo bajo los pies...
Y de la misma forma que empecé, tras unos cuantos años de práctica casi diaria lo dejé, tampoco sé muy bien porqué. Sospecho que habría un poco de tedio por convertirse en una rutina, quizás alguna pequeña lesión me hizo espaciar más y más las carreras hasta abandonarlas por completo, no lo recuerdo -aunque me decanto por el aburrimiento-. La cuestión es esa: lo dejé y no tenía la menor intención de volver a formar parte de esa legión de corredores compulsivos que pululan por ahí y que de pronto empezaron a ponerme¡ tan, pero tan nervioso!...
A pesar de esa fobia inesperada por los hombres en mallas ( en movimiento, tirados en un colchón era otra cosa jajaja ), contra todo pronóstico, ¡ahí estoy otra vez!. Este verano durante mis paseos empecé a incluir sin más tímidos intervalos de trote ( muy ) moderado, cada vez más largos, y esto se ha ido extendiendo hasta que ahora me veo saliendo una media de tres-cuatro veces por semana a resoplar por espacio de una media hora.

¿Yo mismo uniformado y listo para el ejercicio?...
...si no fuese por la barba, veo un parecido en esa equipación

No sé.
Por ahora me hace sentir bien tener un reto que plantearme y luchar contra mi mismo y mi querencia al sofá y a la siesta para en su lugar mover el esqueleto. Los retos intelectuales de estudiar y esto y aquello he tenido que aparcarlos a la fuerza -por tediosas razones económicas que no viene al caso explicar- de forma que esto ha resultado ser justo lo que necesitaba para ponerme este otoño un punto de partida en algo y ver hasta donde puedo llegar.
¿Que cuanto va a durarme esta vez?
Cuando empiece el mal tiempo en serio te lo cuento, jajaja, de momento ahí seguimos dándole a la zapatilla...

Con esta moza precursora del asunto drag, que es a Ru Paul lo que el pterodáctilo a un pajarraco común, me despido hasta la próxima...
Continuaremos informando desde el centro de la noticia de esta vida apasionante que me toca vivir.