ECLIPSE
Mayo está transcurriendo a toda velocidad como si tuviese prisa por dejar paso al verano. O así me lo parece a mi pero como ya se sabe este asunto de la velocidad de los relojes depende del estado de ánimo de la persona, de la felicidad con que se vive y del modo de sentir cada momento. Para mi modo de vivir la vida ahora mismo, el tiempo se desliza suave pero sin pausa, llevándome consigo de manera que aunque no tengo la sensación de moverme del sitio, cada día me despierto cada vez más lejos de donde cerré los ojos la última vez. Tan lejos que me siento en territorio desconocido, ni reconozco el punto al que he llegado ni reconozco la intrépida y exploradora versión de mi mismo que se ha internado en estos paisajes extraños, donde todo parece lo mismo pero a la vez todo es diferente y nuevo. Quizás todo sea cuestión de la luz. Ahí arriba, la luz no es la de siempre, tiene un ...