ALMA
Alma nunca subió a la montaña. Alma no conoció como sopla el viento allí arriba, como agita las flores en la pradera y hace correr las nubes por el cielo inmenso. Alma no supo lo que era sentirse abrazada en una tienda de campaña, oyendo los ruidos de la noche mientras el cálido aliento del deseo acariciaba su nuca. Alma solo conoció la espera, contar las horas aguardando el final de aquellas excursiones de pesca con el corazón roto y la cabeza llena de preguntas sobre qué era lo que debía hacer. "Esta será la última vez" se repetía siempre con los ojos llenos de lágrimas y los nudillos incrustados en la boca para que las niñas no la oyesen llorar. "Si vuelve a subir allí arriba le diré que esto se ha acabado, le siré que me voy para siempre, le diré..." Entre tanto los acantilados de Ennis del Mar crecían y se estiraban como el trigo en verano, y Alma quedaba allí abajo impotente, viendo cada vez más dificil escalar esas paredes y llegar hasta él, trepar por aquell...