Volando a ras de suelo

Mi primera experiencia vacacional fue - ayer por la noche- el acudir al mejor restaurante de comida peruana que tenemos en la ciudad, algo no muy complicado de encontrar ni tampoco forzosamente elitista porque... ¡solo hay uno! Y bueno, en teoría no soy muy fan de comer esos platos de pescado crudo con una base ácida que se supone "cocina" el pescado dandole textura adecuada y tal, en parte porque no soy muy pescadero y sobre todo porque sabéis que soy de alimentación mayoritariamente vegana. Pero al final la cosa no estuvo mal y el sex machine y yo compartimos una botella de vino, nos tomamos unas cuantas cosas que yo no había probado nunca (como un "tiradito", un ceviche y un "bizcocho tres leches") y la experiencia exótica me hizo sentir como que realmente abandonaba la ciudad un poco, al menos gastronómicamente hablando. No estuvo mal, no y mejor aún estuvo el post-postre en el que Sex-Machine me hizo su versión sexual del "tiradito...