domingo, enero 29, 2023

EL VINILO MAJARETA: hoy, SINCHRONICITY de THE POLICE


Inauguro una nueva sección con el ingenuo propósito de que tenga más de un capítulo y me ayude a mantener el asunto actualizado en momentos de baja inspiración: ¡el.vinilo loco!...(no, en el título puse otra cosa, ¿verdad?...) La idea es rescatar del armario alguno de mis LP's, sobre todo aquellos que tengan una cierta historia...que sorprendentemente ¡algunos la tienen!,  sin necesidad de tener yo que inventarmela. Y el primero que me vino ayer a la cabeza mientras pensaba yo en esto...
(...ahora estoy intentando evocar la cadena de pensamientos que me llevó a recordar precisamente este disco y no hay manera...¿fue una canción?...¿fue algo que he visto en la tele?...pero si solo veo a Ru Paul y sus chicas, ¿donde iba a ser entonces?...)
...pero no lo he conseguido así que en fin, vamos directamente a la historia y al lío:

SINCHRONICITY de THE POLICE

Cuando yo tenía unos dieciséis años (no, no habia diplodocus correteando por la tierra) frecuentaba como suele ser normal la compañía del grupito habitual de adolescentes al que se suele llamar "pandilla". Éramos muy modernos porque la banda estaba integrada por once chicas y sólo cuatro chicos, ¡menudo porcentaje de sexo femenino!, y el equipo de machotes constituiamos en nosotros mismos todo un escaparate de estereotipos humanos: estaba el lider-cabecilla del grupito-un poco cretino que si esta sección se mantiene tendrá su importancia en algún vinilo posterior; estaba "el tonto", al que solo aguantabamos por ser amigo de "la guapa" (cabecilla a su vez del pelotón de chicas); estaba el típico pardillo con baja autoestima que vivía a la sombra del líder dando abundantes muestras de falta de personalidad (ese era yo mismo, jajaja) y por último estaba...El Guapo. 
El Guapo tenía el rutinario nombre de Pepe y solo puedo decir que me tenía totalmente loco con su estilo de tío duro, los vaqueros desgastados, las cazadoras de motorista y unos ojos de un azul gélido que colocaban mis calzoncillos directamente sobre el pavimento... Bueno no era del todo así, entonces yo no tenía que muy claro si me gustaban los churros o las merinas, pero lo que notaba en mi estómago cuando aquellas pupilas me miraban debería haberme hecho presentir algo... Pepe estaba -lamentablemente- enamorado de La Guapa, pero -lamentablemente también- me había escogido a mí para confesarme sus desvelos amorosos. Puedo recordar con claridad las tardes en su casa dentro de su pequeña habitación, un cuarto diminuto con las paredes cubiertas de pósters de grupos de música y el suelo prácticamente ocupado por una cama siempre sin hacer, de manera que la única opción alli era tirarse sobre aquel colchón que olía a Pepe sobre aquellas sábanas que olian a Pepe, con el mismo Pepe en persona con sus vaqueros y una camiseta arrugada ( que a ratos se levantaba para rascarse dejándome ver los pelillos que bajaban de su ombligo para perderse en zonas ignotas ), oyéndole hablar de las virtudes de La Guapa y los previamente mencionados desvelos por ella.
Siguiendo con la racha de "lamentablementes", ésta es lamentablemente una historia real por lo cual no va a terminar en una escena de fabuloso sexo con Pepe sobre aquella cama revuelta al ritmo de "Sinchronicity": hasta donde yo sé Pepe era del todo hetero, de hecho acabó llevándose al huerto a la Guapa y pienso que incluso terminó casándose con ella. Sin embargo durante el tiempo que duró nuestra amistad, en lugar de  dejarme comerle el rab otra cosa se hizo el propósito de intentar lograr que mis gustos musicales tan "mainstream" fuesen un poco más allá del pop chicloso de las radiofórmulas que tanto me gustaba. Y sin duda con esa noble intención en mi cumpleaños me regaló un disco, diciendo ( en un tono que en cualquier otro hubiese sonado a tío repelente y sabihondo pero que a mí me sonó a George Clooney ofreciéndome un polvete-nespreso ): "Este es uno de los mejores 500 discos de la historia, chaval. Feliz cumpleaños."
Y el disco era, claro, el "Sinchronicity" de "The Police". 
Mis impresiones al respecto:
He de decir -aunque me guardé muy mucho de decírselo al Pepe- que en su momento no me gustó nada, me sonó frío, inhóspito y tirando a aburrido con la excepción del "Every Break You Take" que todo el mundo conoce. A pesar de ello me obligué a escucharlo en bucle para poder darle mi opinión a Pepe sin riesgo de decir demasiadas tonterías... y con todo y con eso, todavía siguió sin gustarme. No ha sido hasta pasados unos cuantos años durante los cuales me han ido llegando por uno u otro lado canciones del álbum, que he terminado por valorar el regalo en lo que valía y he podido darle la razón a Pepe: "Sinchronicity" es un gran disco que no está en el top-10 de "Mis Discos Favoritos De La Historia", desde luego, pero le reconozco sus virtudes, siento que sus canciones han resistido con entereza el despiadado análisis que propicia el paso del tiempo y seguramente contiene mis temas favoritos de Sting, que fuera de aquí me resulta un poco cansino pesao denso...

...pero hay que reconocerle a Sting que por aquel entonces 
con su cara de malote no estaba nada mal...

De cualquier forma la relevancia de este vinilo no es tanto musical como sentimental, porque si me lo hubiese regalado por San Valentín la bajita con gafas de la clase, a buen seguro ya se me hubiera borrado de la memoria. Si "Sinchronicity" y "The Police" están hoy aquí es gracias a aquella cama sin hacer, aquellos ojos azules gélidos y por supuesto los pelillos ombligueros, alineados y en marcha rumbo a lo desconocido...
Desde la perspectiva de mi oreja adulta te recomendaría que escuchases el disco entero porque merece la pena hacerlo, pero como sé que en este acelerado siglo XXI no hay tiempo para nada y el que hay preferimos ocuparlo con nuestras propias sugerencias y no con las del prójimo ( aunque sea un prójimo bienintencionado y encantador como soy en mi mismo ), te voy a dejar solamente una cancioncilla con la esperanza de que te de pie a descubrir más. Y no, no va a ser el tan trillado "Every break you take" sino este estupendo...



Con esto daremos carpetazo blogosférico a Enero y qu
edamos preparados para lo que Febrero nos tenga planeado...que sea un poco menos farragoso que lo que trajo Enero, por favor, please...
¡Un abrazo a tod@s!

martes, enero 17, 2023

SMILEY, EL ASUNTO GAY A LA ESPAÑOLA


El año nuevo ha comenzado con bastante trabajo, escasez de alicientes y exceso de preocupaciones. O más que preocupaciones lo llamaré "cosas que atender y/o en las que pensar"...por ser eufemistico y tal... Con semejante papeleta vital no he encontrado tiempo ni inspiración que dedicar a este espacio, pero para mantener el ritmo de actualización vertiginoso que me traigo (risas enlatadas) voy a hacer un breve comentario de la última serie de "Netflix" que he visto y de hecho acabé de ver el 31 de Diciembre con el viejo año: SMILEY.
SMILEY está aquí principalmente por ser una serie de temática gay (aunque haya dos o tres subtramas medianamente esbozadas que hablan de otros temas). Sin querer tuve el acierto de irla viendo según avanzaba la movida navideña, y fue una suerte porque la serie está ambientada en esa temporada y en general me repatea ver series con transfondo navideño en cualquier otra epoca del año ( es que ya tenemos bastante con el casi trimeatre anual de christmas-rollo en el que se ha transformado la quincena de Navidad, ¡que los primeros indicios navideños ya empiezan a pulular a nuestro alrededor a mediados de Octubre! ).
Está protagonizada por un tipo ya conocido en este espacio, el guaperas Carlos Cuevas del que hablé a propósito de la serie "Merli: Sapere Aude": ¿recordáis, aquella que iba de alumnos que además de estudiar Filosofía tenían las hormonas más revueltas que un gallinero con un raposo dentro?... ¿y el potro al que no sabíamos si iban a poner mirando a Cuenca o no? Bien, pues uno de los protas de la serie es el potro en cuestión, que por cierto se ha puesto todo mazado para hacer el papel de tío cachotas-carne de gimnasio-usuario habitual de apps de ligoteo y no excesivamente espabilado...
La otra parte de la relación la interpreta Miki Esparbé, un actor con cara un poco así como de perrete abandonado falto de cariño. Este es el que hace de menos guapo y que va de un rollo más de cultureta y tío sensible con pretensiones románticas profundas, el típico tío (ese que en ocasiones resulta algo petardo ) que va buscando "algo más que un polvete y punto"..
...de hecho la base de la historia es esta: dos tíos muy opuestos que se conocen, en principio parece que se atraen, pero ¿se gustan? ¿puede resultar una relación entre dos personas tan dispares? ¿Los opuestos se atraen o las diferencias pueden resultar insalvables?
Estas preguntas son las que se trata de responder a lo largo de ocho capítulos muy livianos de ver (media hora de duración cada uno, más o menos ), que se puede ver en un par de sentadas si te pones a ello.
Mi valoración: lo principal, agradezco muchísimo el encontrar personajes gays con los que sentirme identificado, y no porque yo sea ni el cachotas ligón ni el cultureta romántico, sino porque su situación y sus entornos sociales me son más familiares y reconocibles que por ejemplo los escenarios super-fashion en la "Gran Manzana" de "Uncouppled" o el instituto juvenil de "Heartstopper" (aún gustandome mucho como me gustaron ambas series). Y una vez más, me agrada que se haga un producto audiovisual sobre historias de gente LGTBIQ+ sin necesidad de retratar personajes marginales y/o torturados a causa de su orientación sexual. Aquí los problemas y las neuras de cada uno andan por ahí, claro, pero no tienen que ver con sus preferencias sexuales... Realmente no tengo nada negativo que decir sobre la serie, como no sea el que no hay aquí nada que me haya entusiasmado en exceso, su inconveniente (¡o quizás su ventaja, vete tú a saber!) es que cuando la terminas puedes olvidarla inmediatamente sin que se quede nada rondando en tu cabeza. 
Lo que quizás sí sea memorable es el actor que interpreta a un guapísimo noviete que le sale al cachas, y no por las cualidades interpretativas del señor, sino porque este hombre está tremendísimo, ¡que guapuraaaaa!
Que sepáis que se llama Cedrick Mugisha y que además de hacer estos pinitos televisivos, es modelo ¡y jugador de fútbol del Rayo Vallecano!
También sale Pepón Nieto, un actor que me cae muy bien y que por cierto en esta ocasión no me convence mucho en su papel de drag barbuda, pero esto es más una cuestión de gustos personales que de su desempeño en este papel.
 Y que mas decirte...que la veas porque se te va a hacer entretenida aunque no seas ni L ni G ni T ni B ni etc-etc...pero si eres G, hay algunos polv... escenas de sexo memorables que te pueden alegrar la vista para una temporada, jejeje, como por ejemplo el cafe-au-lait que se montan el antes mencionado potro con el jugador del Rayo Vallecano. Que pasada, tu, que ganas de sexo interracial me han dado...
Aún con todo y colocando la serie en buen lugar dentro de mi ranking personal, creo que no me tocó la fibra sensible como me la tocó "Heartstopper" a pesar de lo que dije unas líneas más arriba, por lo cual mi puntuación final será de un...

7

Con esto inauguramos un nuevo año blogosferico, ¡aquí seguimos en la brecha! sobreviviendo -aunque malamente- a "tiktoks", "tuits" e "instagrammers".
¡Feliz 2023 a todos!

(Este post se escribió a lo largo de tres viajes de autobús)