Volando a ras de suelo

Mi cumpleaños. Y en realidad, aunque podría hacer reflexiones sobre la edad, sobre el tiempo que pasa sin darse uno cuenta, lo que queda atrás y lo que vendrá, me paro a pensarlo y descubro que lo único que cuenta es el momento presente. Este de ti y de mi juntos, con el brillo de una felicidad que a mis ojos ( estos ojos de un minuto que a cada instante desaparecen y surgen renovados sin guardar ni instantáneas futuras ni pretéritos perfectos ) resulta imperecedera. Tu y yo no somos los marineros de la imagen pero están ahí porque reflejan lo que vivo y lo que en mis sueños de sábanas rosas y anocheceres eternos quisiera seguir viviendo contigo, eso que expresa ese segundo de amor congelado: simplemente bien, simplemente así, tu a mi lado, con la conciencia de que no hay otro lugar en el mundo en el que me apetezca estar , solo aquí donde estoy, contigo a la distancia justa de un beso... Feliz cumpleaños. Feliz, porque estás conmigo.

Después de un montón de noches consecutivas, en esta pequeña pausa entre días de trabajo y días de trabajo (porque cometo el error de pensar que solo se vive cuando no se trabaja y mientras tanto, uno se limita a seguir respirando) me decanto por una entrada a propósito del Séptimo Arte, esto es, de cine, y me sale dedicarle un post a una estrella de la pantalla, ese peazo jamelgo de ahí arriba que es CHRIS ROCKWAY. Chris es un actor de proporcionadas dimensiones que, hasta el momento, no ha podido demostrar todo ese inmenso acervo artístico que atesora el tío por las crueldades del mundo cinematográfico americano; y mientras llega su oportunidad de interpretar al rey Oberón en "El sueño de una noche de verano" o a un apasionado Otelo tirando de los pelos a Desdémona, pues el muchacho se gana el pan y pone habichuelas en la olla enseñando la idem ( la habichuela ) en películas de corte cálido, apasionado y no aptas para todos los públicos. A las preguntas de porqué precisamen...

Llueve pero mira, por fin un día libre después de no-sé-cuantos, así que de espaldas a la ventana para no ver el cielo ese color pizarra que me llena de melancolía húmeda el ánimo, me pongo a escribir unas líneas. Escuchando lo último de Phil Collins, que -ay que barbaridad voy a decir, seguro- siempre me ha producido un poco de aburrimiento el hombre, pero tenía curiosidad por saber de que iba lo último que ha hecho, una recopilación de canciones que le gustan a él cantadas a su aire, y me lo he puesto para inspirarme un poco...(...)...pues suena cachondo y marchosillo, pero buf, he cambiado a otra cosa más en mi línea, que oye, lo mismo le doy una oportunidad en otro momento pero es que Phil suena siempre TANTO a Phil...además me encuentro todavía bajo el shock que me ha supuesto el que mi madre, tras una semana sin verme el pelo, me reciba con una sonrisilla y me pregunte si le puedo bajar el disco de la Lady Gaga porque le gusta la canción del "Alejandro". ¡Cucarachas! ...