Volando a ras de suelo

...tengo que escribir unas líneas para conmemorar la fecha pero siento que tengo el cerebro envuelto en poliespan, así como incapaz de programar actividades neuronales básicas. ¿Las razones? Hay dos, la buena y la mala. La buena es que celebre la entrada en el día de mi cumple con el Sex-machine y a excepción de tracas valencianas y fuegos de artificio, hubo de todo. La mala es que los Hados (que cabroncetes), dado que ya me habían regalado con innumerables dones el día de mi nacimiento cual si fuera yo un Bello Durmiente cualquiera, hoy para compensar la balanza me han obsequiado con un tremendo catarro que ni siquiera las pastillas habituales están consiguiendo mantener a raya, ¡puajjjjjj! En fin, que gracias a eso voy a pasar el día con el paquete de pañuelos en la mano y ganas de todo menos de fiesta. Peeeero bueno la cuestión es que  ¡aquí estamos una vez más! Ni sé cuántos años llevo ya celebrando la fecha en este espacio, ¿No son dieciséis...

No sé si es la palabra justa pero es la primera que me viene a la cabeza para describir lo que quiero contar a continuación... ¡una revelación ni más ni menos! Y todo gracias a la serie"Elite”, esa en la que se mezclan a partes iguales alumnos de instituto pijo con las hormonas revueltas y suspense tremebundo...o al menos eso pasaba en la primera entrega, a día de hoy no sé cómo andarán ni las libidos estudiantiles ni los asuntos truculentos.  Bien, pues sucede que la plataforma "Netflix", a la que todos/as/es recordareis como entrañable compañera durante esos largos meses de confinamiento pandémico, anda un poco de capa caída ( se ve que la gente vuelve a preferir entretenerse al aire libre que en el sofá viendo series ), y para mejorar sus beneficios anda embarcada en una agresiva campaña publicitaria que le ataca a uno por sorpresa en donde menos se lo espera. ¿Por ejemplo?...¡en la parada del autobús! En el caso que nos ocupa, los viandantes s...