AZUL DE ENERO
Enero está resultando tan árido e inhóspito como cabría esperarse de un mes tan poco acogedor como el primero del año. Todas las rutinas cotidianas estaban esperándonos ahí a la vuelta del despiporre navideño, acompañadas de una carestía económica también la mar de inhóspita ( mejor no os cuento o vais a organizar una recogida de fondos pro-salvarme de la inminente caída en el mundo de la prostitución masculina de alto standing en busca de sustento para mi supervivencia... eh,¿de verdad haríais eso?...porque si fuese así, me arranco con las lamentaciones, jejeje...) ...y aparte de la escasez de fondos, del agobio laboral y la depre post-navideña, ¡que mal tiempo hace! A mi, que soy de espíritu solar y lagartijero, estos días cortos y estos aires polares me dan ganas solamente de meterme en la cama, hacerme una bola y esperar bajo las mantas la llegada de la primavera así, en hamster-mode total... Sin embargo Enero a ratos también es azul, y aunque no sea ese azul radiante y luminoso...