Volando a ras de suelo

Me veo en la tremenda encrucijada vital de tener que decidir si hacer los deberes de alemán o publicar una entrada para mantener el blog actualizado...¿y que hago? ¿formación o diversión? ¿cachondeo u obligación?... y como se da la circunstancia de que en la última gala de OT no encontré nada interesante de lo que hablar ni musicalmente ni chismorreisticamente hablando, se me ha ocurrido poner a prueba la paciencia de mi sufrido lector con otra vuelta más de tuerca, combinando ambas tareas y matando dos pajaros ( pajarracos y con mucho morro en este caso ) de un tiro. La razón es que el otro día la Penca Meister  ( = la jefa de todas las pencas = la profa, que no he contado lo alegre que se puso al verme aparecer de nuevo este año por su clase, ni tampoco lo contento que me puse yo al saber que me tocaba otra vez con ella ) ...perdón que me pierdo en este proceloso oceáno de sarcasmos que acabo de soltar: decía que la Profa nos sugirió como tarea el elaborar un pequeño tra...

Imagen extraída en plan zorreras de la cabecera  del blog "Quédate en Madrid" ( clic ahí para acceder ) Ayer fue ya creo la cuarta gala de OT y de nuevo me da la sensación de que no hubo nada de lo que merezca la pena hablar: echaron al propietario del culo que tanto dio que hablar la semana pasada, y como favorita está María, la chica que ha conseguido visibilizarse dentro de la uniforme masa de los concursantes de esta edición gracias a su "mariconez". Este tema está ya tan sobrecomentado en redes sociales y en estupendos blogs como los amigos atrozlecheros ( clic ahí para leer un post mucho más estupendo y currado que el mío ), que me daba un perezón inmenso ponerme yo también a elucubrar sobre la historia. Sin embargo ¡ya sabes como somos los seres humanos!, si no dices lo que piensas sobre algo aunque lo hayan dicho y repetido ya cuatro mil veces en cuatro mil sitios distintos, parece que va uno a reventar, y aquí de reventar ni hablar del peluquí...

Y hoy, la entrada interesantísima prometida.( no entusiasmarse demasiado que esto tampoco es Netflix, caray) No sé si a todo el mundo le pasa igual, pero a mi me sucede a menudo que en situaciones delicadas o comprometidas, antes, durante y después de las mismas me entrego a tortuosos ejercicios de reflexión, intentando decidir si estoy haciendo, he hecho o voy a hacer lo correcto. De hecho creo que más de una entrada de las que publico aquí han tenido este argumento como tema principal o cuestión de fondo... Hoy la cosa va sobre algo parecido y es lo siguiente: hace un par de semanas, durante uno de mis turnos nocturnos de trabajo, uno de mis compañeros (compañera en concreto, el sexo es lo de menos pero ayuda a concretar a los involucrados) hizo lo que llamaremos la Pequeña Gran Cagada, algo que por ser "cagada" una palabra que me resulta fea de utilizar y repetir, abreviaré como PGC. Curiosísimo significado alternativo de PGC. Si hablamos de mis finanzas p...

¿Y porqué "anexo" si además de esto no hay ná de ná? Pues porque así, separadito para ahorrar el sufrimiento a los no-seguidores, pensaba añadir esta microreseña a una entrada sobre temas personales ¿más? interesantes, ¡pero no me da la vida! , estamos ya a martes y mañana hay nueva gala, tenía que ser ahora o nunca, de manera que va ahora y vía móvil además, que cuando estoy de turno de tarde no tengo tiempo de más. Y el asunto va, claro, sobre lo que vi de la última gala de OT mientras hacía sueño la otra noche ( tanto turno nocturno me tiene los horarios de dormir un poco alterados, hijo ). Va a ser muy breve, tranquilo, y no muy piadoso: 1. La gala fue un rollazo. No sé si influyó que las canciones no me gustaban nada o que no les veía ninguna capacidad de "transmitir" a los concursantes, pero en mis saltos de una actuación a otra me aburrí como un tocino.  2. Echaron a uno, nominaron a otros dos, en fin, lo de siempre. Todavía no me importa ninguno ni un p...

¡Quien lo iba a decir!, pero en esta vida a la mayoría de los mortales el "avanzar" supone ir cerrando los mismos círculos una y otra vez: que si después de la primavera viene el verano, luego el otoño y a continuación el invierno y otra vez la primavera, que como siempre traerá la semana santa que precede a la luz, al sol, y a ese verano que irremisiblemente volverá a escapársenos como arena entre los dedos para dejarnos el cuerpo y el ánimo de otoño, aguardando la navidad y temiendo la resaca  espiritual que viene después y de la que no nos recuperaremos hasta comenzada la primavera... es decir que esto de la vida equivale más o menos a lo que viene siendo andar dando vueltas en torno a un eje cósmico omnipotente del que es jodido desligarse.  Así por ejemplo, terminó el curso en Junio, paso el tiempo de descanso y de nuevo llega Octubre con sus obligaciones, y con la novedad de haberme apuntado al "Centro Alemán" con la esperanza de mejorar los paupérri...