martes, enero 23, 2007

UNA MONTAÑA CON LA ESPALDA QUEBRADA


...aquí no van a aparecer los nombres de quien TU y YO sabemos, no...

...ni siquiera voy a hablar de nada en particular, caminante ocasional, de modo que puedes detener tu camino, siéntate un momento y descansa mientras te cuento una historia...

...es la historia de una montaña con el lomo quebrado, una montaña que tendrá no-sé-cuantos miles de años a sus espaldas, tampoco sé cuantos años la quedarán antes de que el agua de lluvia se la coma beso a beso y el viento desdibuje poco a poco su rostro...

...solo es una montaña más y sin embargo...

...sin embargo hay seres humanos que han gravitado hacia ella como las estrellas fugaces se precipitan en la Tierra. La razón, no es física, no hay gravedad que valga ni manera de discernir entre el peso de nuestras almas... eres tu, soy yo, no se cual es la semejanza y ni tampoco la diferencia. ¿Almas con la espalda rota, que se han reconocido en el perfil de la montaña?... no siempre... ¿se trata de una necesidad en tu vida? ¿tus ojos se empañaban de lágrimas alguna mañana de lluvia sin saber porqué?... ¿ no notaste que nada te faltaba hasta que "algo" te sugirió que en realidad te faltaba?...¿de pronto dejaste el bolígrafo o el teclado del ordenador y te apretaste los párpados intentando reprimir una lágrima?
Y si no... ¿porque nada volvio a ser igual? ¿porque después de contemplar esa montaña has sentido que hay un antes y un después?

...no lo sé. He visto llegar corazones solitarios, he visto espíritus cuyas vidas eran plenas, se han acercado rostros sonrientes y rostros con el dolor marcado como una cicatriz... te he visto a ti, en cuyo corazón parece no faltar nada, y también a ti, hambriento de afecto y de amor... Y todos, jovenes o no, amados o en desamor, con una familia o viviendo en solitario, todos habeis mirado la montaña y vuestro mundo ha cambiado imperceptiblemente el giro... de pronto ya no es todo lo mismo, de pronto tienes un aliciente, tanto en las mañanas frías de invierno como en las oscuras tardes de domingo, ¿que puede ser?...

Tanta pregunta no tiene más razón que matizar, destacar, realzar la belleza de este sentimiento. Sabido esto, dejémonos llevar, y que Dios o la montaña decidan cuando termina el deslizarse por estas hermosas pendientes y reemprender el camino allá abajo, en el valle...

Un beso a todos.

12 comentarios:

  1. Anónimo10:31 p. m.

    Si mi angel dulce tienes razón hay un antes y un después de BBM, en esta montaña se han encontrado todo tipo de gente, todo tipo de almas y las mismas han encontrado un nuevo significado al vivir, pues ya nadie siente la agonía de la soledad ni la tristeza como la sentía porque se encontró con pares que lo acompañan y sujetan para no caer o desfallecer, para que se de cuenta que no está solo sino que junto a él tiene un monton de corazones dispuestos a dar amor, dulzura, ternura, cariño y un monton de bellos sentimientos.
    En fin simplemente has dicho una gran verdad.....
    Besos


    Ro

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  2. Y aún siguiendo los caminos del valle, la montaña sigue allí... ya lo sabemos todos nosotros que nos aventuramos a recorrer otros senderos y apenas volvimos la cabeza atrás, la montaña simplemente seguía allí y pudimos volver al abrigo de su abrazo eterno, que siempre nos espera... sin más preguntas que "¿cómo te sentís hoy?" Nada más, sin reproches por los silencios, ni dudas sobre las ausencias, ni enojo por las tardanzas... la montaña sólo quiere saber cómo estamos hoy, en el presente... no mira nuestro "antes", sólo cuida de nuestro presente, que sea pleno y desde allí... siempre todo es diferente...
    Así que una vez más "La montaña de la espalda quebrada" nos acoge en su seno y avivamos nuestras hogueras... las luces se reparten por doquier, las recorremos con cariño... todos seguimos allí... con más riquezas por compartir, con otras miradas descubiertas, con los corazones llenos de sentimientos vivos.
    Gracias por compartir, mi ángel...
    ...
    ...
    ...
    Tu Hada del Sur del Mundo

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  3. Es cierto, llegaron corazones solitarios y plenos, rostros sonrientes o marcados por el dolor, jovenes y no tanto, aquellos que lo tienen todo y aquellos que les falta todo.
    Pero creo que la montaña nos trajo... para finalmente poder expresarnos, escuchar y ser escuchados. Poder brindar una caricia, una frase de consuelo, o tan solo unas palabras.
    Cuánto dure, nadie lo sabe, Dios quiera que sea el mayor tiempo posible.
    Es muy cierto que la felicidad está hecha de pequeños instantes.

    Gracias por compartir tus sentimientos.

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  4. Todos llevábamos una losa, todos teníamos la espalda doblada y muchos rota. Aunque no lo supiéramos. Hemos aprendido, unos a levantar la cabeza, otros a caminar con la losa a cuestas, otro se han remendado el espinazo y otros seguimos con la espalda rota, pero arriba del todo. Bajo dos sombreros.

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  5. ¿Qué te puedo decir si me dejas sin palabras?
    2besos

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  6. Ah, quedaba esto para el remate... Sin palabras, sin aliento y a este paso deshidratada.
    Amén.

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  7. Me alegra que las lagrimas sean inagotables...

    Mi angel, yo no puedo agregar más, está perfecto asi.

    Solo te puedo decir que lo voy a copiar, imprimir y llevar conmigo a mi casa y poner este escrito en un lugar especial.

    Gracias, te quiero de todo corazón.

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  8. Magnetismo indómito e inevitable. La materia humana tiene esa cualidad inefable de la razón inexplicable, de la atracción por lo físico y lo terrenal, que sin saber cómo ni porqué, nos determina, nos tuerce la vida tantas veces...

    Besos, entre la montaña.

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  9. Tú poniendo palabras a lo que pienso...
    En ello estoy, dejándome llevar por el viento. A veces oteo el valle desde arriba, otras me caigo en algún barranco...
    Llegar hasta aquí llevó años y ahora que estoy aquí no quiero bajar. Me niego.

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  10. Cuanta verdad has puesto en tu escrito, yo tambien, ya sabes soy uno de esos ¡ Gracias a Dios ¡

    Un beso angelito

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  11. Anónimo9:50 a. m.

    La Belleza.....

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  12. Anónimo11:59 p. m.

    No se si algún día bajaré de esta montaña, pero si lo hago ya no seré la misma. Algo ha cambiado en mi y ha hecho que todo en mi alrededor cambie. El mundo, mi mundo ya no es el mismo y las laderas de la montaña se presentan llenas de gente que enciende hogueras para calentar sus almas y las de todos aquellos que quieran detener sus pasos frente a ellas.

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